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Fauna y flora en el juicio: de los 'falsos' abogados con toga a la operación biombo
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también destacaron las prendas amarillas

Fauna y flora en el juicio: de los 'falsos' abogados con toga a la operación biombo

La primera jornada del juicio del 'procés' dejó escenas memorables, como la de los 'observadores' internacionales que se presentaron como abogados a la entrada del Supremo

Foto: Vista general de la Sala de Plenos del Tribunal Supremo donde se ha iniciado el juicio del 'procés'. (EFE)
Vista general de la Sala de Plenos del Tribunal Supremo donde se ha iniciado el juicio del 'procés'. (EFE)

En el juicio del 'procés', nada pasa desapercibido. Con más de 600 periodistas acreditados y un arsenal de cámaras en cada esquina del Tribunal Supremo, Vox y el bloque independentista aprovecharon la primera jornada como altavoz para sus partidos. Entre proclamas políticas y discursos jurídicos, el arranque del procedimiento dejó además varios protagonistas inesperados, destacando en este sentido los 'observadores' que entraron con toga o la creatividad de algunos de los presentes para lucir el amarillo en la sala. En lo que se refiere a los 12 investigados, sorprendió también el mecanismo ideado para que la única imagen de los mismos fuera sentados en el banquillo, una estrategia que pasaba por utilizar un biombo de grandes dimensiones cada vez que se producía un receso.

La primera anécdota del día se produjo en las entradas y acreditaciones del Supremo. El alto tribunal descartó en su auto reservar para el juicio asientos para observadores para controlar la actuación de los magistrados, rechazando así la petición presentada por las defensas de los líderes independentistas. De todos modos, llegada la hora de la verdad, varios letrados como el belga Frederic Ureel o el catalán August Gil Matamala del grupo International Trial Watch encontraron la forma de acceder a la sala. Todos ellos se identificaron en el control policial como letrados lo que les facilitó una acreditación de este tipo, preferencia sobre el público general y la oportunidad de saltarse la correspondiente cola para entrar.

El juicio del 'procés', el de mayor expectación de los últimos años

La sorpresa llegó al ingresar al alto tribunal. Personal del Supremo advirtió entonces que varios hombres ataviados con toga y que no eran parte querían ocupar asientos destinados al público, ante lo que se acercaron a ellos para advertirles que esa vestimenta está destinada en exclusiva a jueces, fiscales y abogados personados. Tanto el belga como el catalán se quitaron finalmente las togas para quedarse en la sección destinada al público, donde también se situaron otros abogados como el italiano Fabio Marcelli, el estadounidense Bill Mozdzierz, el español Javier Pérez Royo o los franceses Dominique Nogueres y Alexandre Faro. Todos los extranjeros acudieron al juicio como miembros de Trial Watch, una organización integrada por seis asociaciones catalanas.

Una vez superado el capítulo de los 'observadores' con toga, se activó el dispositivo de protección de la imagen de los presos para los que el alto tribunal no queria exposición ni 'paseíllo'. En el primer receso la policía desalojó la sala sin que los 12 investigados se levantaran de su asiento, cerrando además al público y a periodistas el acceso a toda la planta. El objetivo era claro: evitar imágenes de los acusados durante su paso al 'salón de plenillos', que se encuentra en un nivel inferior de donde se celebra el juicio y está destinado a sus momentos de descanso. En la dependencia, presidida por un retraro de gran formato de Alfonso XIII, pueden también reunirse con sus defensas. Para evitar las miradas se empleó un enorme biombo de color rojo oscuro, la barrera definitiva que impidió verles fuera de la sala.

Los líderes del 'procés' ya están sentados en el banquillo del Tribunal Supremo

Junto al rojo del biombo, el amarillo fue el otro gran protagonista en el Supremo. El 'president' Quim Torra se sentó entre el público con un lazo de este color en la solapa, principal símbolo de crítica al encarcelamiento provisional de los líderes independentistas. La mayoría de los presentes, sin embargo, prefirió lucirlo con mayor sutileza, por lo que se vieron desde flores amarillas hasta todo tipo de prendas de este color: camisas, cintas de pelo, fulares colgando de bolsos, jerséis de cuello alto... Respecto a los 12 investigados, solo Jordi Sànchez se colocó el lazo amarillo, limitándose el resto a lucir la insignia de la Generalitat, el símbolo de su pertenencia al Govern.

Lucha de banderas en el exterior

Las inmediaciones del Tribunal Supremo se convirtieron en el altavoz perfecto desde la noche previa al juicio del 'procés': horas antes de la llegada de los investigados, al menos dos individuos accedieron a la plaza de la Villa de París con un carrito en el que llevaban el material necesario para proyectar imágenes de las cargas policiales del referéndum ilegal del 1-O en la fachada del alto tribunal. Mientras su acción era difundida la mañana de este martes por diferentes plataformas independentistas, la Policía Nacional logró identificar a los responsables, convirtiéndose así la proyección en el pistoletazo de salida para la campaña independentista.

La ultraderecha, sin embargo, no tardó en sumarse al espectáculo. Pese a la presencia de más de 200 antidisturbios alrededor del Supremo, simpatizantes de Hogar Social, entre ellos su líder, Melisa Domínguez Ruiz, lograron superar el perímetro de seguridad pasadas las 10 de la mañana, irrumpiendo así en la plaza para desplegar una pancarta en la que podía leerse 'Ilegalización para quien destruye España'. La policía expulsó a los ultraderechistas en cuestión de segundos y procedieron a su identificación, pero para entonces ya habían conseguido su objetivo: aparecer en la noticia del día.

Concentración de antiindependentistas en los alrededores del Tribunal Supremo por el juicio del 'procés'

Una situación similar se vivió en el paseo de Recoletos a primera hora, donde se celebró una manifestación independentista a la que acudieron políticos como Quim Torra. La protesta discurrió sin incidentes hasta que dos hombres se acercaron al lugar para ondear banderas de España y tachar de "traidores" a los presentes, lo que llevó a los antidisturbios que vigilaban la convocatoria a interponerse entre ellos y el bloque independentista. Aunque la escena quedó así en un cruce de gritos entre ambas partes, uno de los sujetos no cesó en su empeño de acercarse a los políticos, ante lo que la policía procedió también a su identificación.

Pasadas las 12 y media de la mañana, a las protestas de las inmediaciones se sumó además la entrada de un centenar de funcionarios de prisiones a la plaza de la Villa de París con banderas de España y demás simbología. La Delegación del Gobierno había prohibido la celebración de manifestaciones frente al Supremo por el inicio del juicio, pero al mismo tiempo hizo una excepción con este colectivo al estar sus sindicatos movilizados desde hace meses. De todos modos, no todos los periodistas que se encontraban junto al alto tribunal eran conscientes de dicha convocatoria, por lo que varios giraron sus cámaras a toda prisa creyendo que se trataba de una nueva noticia. Aunque en el juicio del 'procés' nada pasa desapercibido, a veces resulta complicado interpretar lo que está pasando.

En el juicio del 'procés', nada pasa desapercibido. Con más de 600 periodistas acreditados y un arsenal de cámaras en cada esquina del Tribunal Supremo, Vox y el bloque independentista aprovecharon la primera jornada como altavoz para sus partidos. Entre proclamas políticas y discursos jurídicos, el arranque del procedimiento dejó además varios protagonistas inesperados, destacando en este sentido los 'observadores' que entraron con toga o la creatividad de algunos de los presentes para lucir el amarillo en la sala. En lo que se refiere a los 12 investigados, sorprendió también el mecanismo ideado para que la única imagen de los mismos fuera sentados en el banquillo, una estrategia que pasaba por utilizar un biombo de grandes dimensiones cada vez que se producía un receso.

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