Casado ordena al PP bloquear toda iniciativa a Sánchez y no apoyar ni directivas UE

El Partido Popular daba por terminada la legislatura e incluso ya antes de que el Congreso rechazara el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, Pablo Casado había ordenado a su grupo parlamentario que rechazara cualquier negociación con el PSOE sobre los órganos institucionales con vacantes o mandatos caducados. Además, el presidente del PP ha decidido hacer caso omiso a los ministros que llaman para pedir apoyo para los decretos que tienen que pasar por la Cámara.

Los diputados del Grupo Popular se abstendrán hasta en la convalidación de las directivas europeas para que Sánchez, en el tiempo que quede hasta la disolución de las Cortes, tenga que recurrir en todos los casos a sus aliados de la moción de censura: Podemos, los independentistas catalanes, el PNV y los diputados del Grupo Mixto de izquierdas, incluidos los batasunos de Bildu.

En el mismo pleno del Congreso que tumbó el proyecto de Presupuestos, el PP aplicó la norma de desmarque total con los planes del Gobierno al abstenerse en la votación para convalidar el real decreto que el Consejo de Ministros aprobó en enero para adecuar las competencias de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la normativa europea, que establece que los reguladores de los mercados interiores de gas natural y electricidad sean totalmente independientes. El Ejecutivo se salvó de la derrota gracias a Podemos, ERC, PDeCAT y el PNV, que votaron a favor.

Fuentes de la sede de Génova se declaran muy molestas con los ministros que llaman para pedir apoyo a sus decretos y apelan al sentido de Estado o la responsabilidad del PP en el funcionamiento ordinario de la Administración con el fin de que les garanticen la convalidación de sus iniciativas, la mayoría derivadas de normativas de la UE. Dicen que son respaldos concretos que luego utiliza el Gabinete de Sánchez contra Casado al presumir de la "aprobación de leyes" con el consenso de los populares.

En la renovación o nombramiento de miembros de órganos institucionales, Casado ha dado la instrucción de no participar en ninguna negociación con el Gobierno. Después del fiasco en el acuerdo alcanzado con los socialistas sobre el Consejo General del Poder Judicial, el Grupo Popular se ha reafirmado en su doctrina de ruptura de relaciones con los socialistas en las designaciones en que son necesarias mayorías parlamentarias cualificadas.

Medios parlamentarios, donde se da por fracasado ya el concurso para nombrar un nuevo consejo de administración de RTVE, se disuelvan o no las Cámaras antes del verano, reconocen el bloqueo previo en las conversaciones entre los grupos. Los populares tienen instrucciones de no negociar con el PSOE sobre los candidatos preseleccionados por el comité de expertos si es que estos superan la actual fase de recursos en la comisión correspondiente.

Sigue olvidado el relevo del Defensor del Pueblo, institución ahora dirigida por el socialista Francisco Fernández Marugán. Y el Partido Popular ya se ha desentendido de la renovación del Consejo de Seguridad Nuclear que el PSOE negocia solo con Podemos para incluir como cuota del partido de Pablo Iglesias a Francisco Castejón, físico y miembro de Ecologistas en Acción.