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Un informe de Moncloa aconseja elecciones inminentes en abril por la foto de Cs con Vox
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un sector apuesta por votar "cuanto antes"

Un informe de Moncloa aconseja elecciones inminentes en abril por la foto de Cs con Vox

El núcleo duro de Moncloa apuesta por el adelanto al 14 de abril, pero pesos pesados del Ejecutivo y del PSOE se resisten. Otra opción sería el 28. El anticipo favorece la cohesión interna

Foto: Pedro Sánchez vota en las elecciones generales del 20-D de 2015 en su colegio de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez vota en las elecciones generales del 20-D de 2015 en su colegio de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. (EFE)

Dentro del Gabinete de Pedro Sánchez la balanza parece haberse inclinado: lo mejor es un adelanto electoral inminente, en abril, al margen de que los independentistas permitan que se tramiten los Presupuestos o no. Así lo expuso el jefe de Gabinete, Iván Redondo, en una reunión del núcleo duro el lunes por la tarde con un documento que apostaba por el 14 de abril, la fecha adelantada por EFE, o el 28 de abril, después de Semana Santa. El núcleo duro del PSOE y del Gobierno en cambio se resiste a la primera fecha por ser Domingo de Ramos, pero otras fuentes en Moncloa creen que unas elecciones generales antes del superdomingo fomentan la cohesión interna y les permiten aprovechar la foto de Albert Rivera con Santiago Abascal el pasado domingo, que consideran un tiro en el pie de Ciudadanos.

"Cuanto antes, mejor". Un sector del PSOE apuesta por ir ya a elecciones y distanciarse de los separatistas. Sector que acogió con ilusión la noticia de que la Moncloa estudia convocar las elecciones el 14 de abril, en uno de las primeros domingos posibles, si el miércoles caen las cuentas del Estado en su primera votación en el Congreso. Los barones del PSOE quieren evitar el superdomingo y Sánchez solo ve problemas en aguantar en precario hasta otoño. Así que adelantarlas aparece como la solución menos mala.

placeholder Santiago Abascal, Pablo Casado y Albert Rivera, este domingo en Colón. (EFE)
Santiago Abascal, Pablo Casado y Albert Rivera, este domingo en Colón. (EFE)

El PSOE se ha cansado de estar pendiente del independentismo. Considera que el desgaste, electoral e interno, es demasiado acusado. La semana pasada comprobó el desgarro que le supone gobernar con los soberanistas . Además, que las cuentas pasen el primer escollo el miércoles no implica que vayan a salir adelante. Esta votación es solo la primera, la que permite tramitar los Presupuestos, pero después se votarán las enmiendas parciales en el Congreso y en unas semanas volverán del Senado para una nueva votación. Los socialistas seguirían pendientes de que el dedo de Carles Puigdemont o de Oriol Junqueras se incline en una u otra dirección. "Eso sí que nos va a achicharrar para las autonómicas y municipales", explican fuentes de la dirección.

En 1979, las generales fueron el 1 de marzo y el 3 de abril se celebraron las municipales, con poco más de un mes de diferencia

Los independentistas no quieren votar los Presupuestos —tienen mucho problema con apoyarlos coincidiendo con el juicio del 'procés'— pero tampoco quieren elecciones. Por eso hay fuentes que consideran que lo de hablar de elecciones inminentes es una forma de presionar a ERC y PDeCAT para que apoye las cuentas sin contrapartidas. Fuentes del PP destacan que si el miércoles los independentistas retiran sus enmiendas, será a cambio de un pacto oculto.

Foto: Pedro Sánchez vota en las elecciones de 2016. (Reuters)

26-M, también problemas logísticos

En caso de adelanto electoral, la oposición daba por hecho que habría un superdomingo, poner las urnas el 26 de mayo coincidiendo con autonómicas, municipales y europeas. Esa opción hacía temer a los barones verse arrastrados a una campaña nacional centrada en Cataluña, como le ocurrió a Susana Díaz en las andaluzas. Estos quieren generales en otoño, pero en la Moncloa temen que entonces el PSOE no se implique tanto. Quedan heridas dentro del partido y el miedo es que los que hayan conseguido el poder el 26-M no se impliquen y los que lo hayan perdido culpen a Sánchez. Además, el desgaste de permanecer tantos meses en el poder abundaría en la imagen que da la oposición de presidente aferrado al sillón (al Falcon, en la terminología de PP y Ciudadanos). El 26 de mayo tiene también problemas logísticos, porque en algunas zonas se juntarían seis urnas: Congreso, Senado, municipales, autonómicas, europeas y cabildos o 'consells' en las islas.

En 2016, Ciudadanos se hizo una foto con Podemos y PSOE, y el PP lo hundió apelando al voto útil en la repetición electoral. El PSOE aspira a repetirlo

Así, la opción favorita en la Moncloa, por ahora, es abril. Las elecciones se deben convocar con 54 días de antelación, de modo que salvo que se disuelvan las Cortes este mismo martes, el primer domingo disponible es el 14 de abril, 88 aniversario de la proclamación de la II República, una fecha muy simbólica para la izquierda. Es Domingo de Ramos, inicio de Semana Santa, por lo que la siguiente opción presentada por Iván Redondo sería el 28 de abril, después de las fiestas, aunque la primera parte de la campaña coincidiría con las vacaciones. El 14-A tiene el problema de la movilización del electorado cuando la gente está comenzando su descanso, pero en el PSOE recuerdan que las penúltimas generales, las de 2015, fueron un 20 de diciembre, justo antes de Navidad.

Comienzan los rumores de convocatoria electoral

Si las elecciones son antes del superdomingo, la cohesión interna está garantizada, porque los barones están en su propia campaña y no pueden permitirse una imagen de división. Todo el partido se la juega en las generales, una especie de aperitivo antes de las autonómicas y municipales. En la Moncloa han rescatado un precedente: en 1979, las legislativas fueron el 1 de marzo y el 3 de abril se celebraron las municipales, con algo más de un mes de diferencia. Desde hace décadas, una norma no escrita hace que las generales sean en domingo, pero podrían ser incluso un día laborable, como sucedió en Cataluña en 2017 (el jueves 21 de diciembre), cuando hubo una participación récord, del 79,09%.

Foto: Pedro Sánchez y Quim Torra, en diciembre de 2018. (Reuters)

El partido de centro

El sociólogo Jaime Miquel analiza en la Moncloa todas las variables electorales. La conclusión es que ahora mismo el PP está carcomido por Vox. Pero a la vez el partido de Abascal no llega a entrar en muchas circunscripciones que no llegan a repartir cinco escaños. El resultado es que las encuestas auguran una caída a los de Pablo Casado, actualmente la fuerza más votada, con 137 escaños. Además, Ciudadanos acaba de cometer un movimiento que en el PSOE consideran un grave error: la foto el domingo con el líder ultraderechista en Colón después del pacto con Vox en Andalucía.

Podemos está en una grave crisis interna que ayudaría al PSOE. Porque ahora mismo, como se vio en Colón, la némesis de PP, Cs y Vox es Sánchez

Los socialistas consideran que sin acuerdo en los Presupuestos, Sánchez se puede presentar como el único partido de centro, que recibe votos en contra del PP y del independentismo. Él mismo lo expresó con meridiana claridad en Twitter este lunes, remarcando que la política "hace extraños compañeros de cama": las derechas y los soberanistas catalanes. Con eso esperan revertir la sangría de votantes hacia Ciudadanos. En abril de 2016, después de que PSOE y Ciudadanos llegasen a un pacto de investidura, los dos partidos se sentaron con Podemos en una reunión. Fue breve y no hubo acuerdo, por lo que hubo que repetir elecciones. Pero el PP de Mariano Rajoy explotó la foto con la apelación al voto útil y ahora el PSOE aspira a repetir la jugada por el otro flanco. Décadas de bipartidismo han hecho que no haya tradición de pactos y a Ciudadanos le penalizaría la línea fina en la que se mueve. La formación de Albert Rivera tiene aún menos fidelidad de voto que los partidos tradicionales cuando se acercan las urnas.

PP, Ciudadanos y Vox, juntos en la manifestación contra Sánchez

Podemos está en una grave crisis interna que también favorece al PSOE, según los estrategas. Porque ahora mismo, como se vio en Colón, la némesis de PP, Ciudadanos y Vox es Sánchez. En la manifestación no hubo apenas alusiones a Pablo Iglesias, que en 2016 fue muy relevante en la campaña de Ciudadanos. Entonces, Rivera se fue a Venezuela a criticar a Iglesias.

placeholder La reunión entre los jefes negociadores de PSOE, Ciudadanos y Podemos, el 7 de abril de 2016 en el Congreso. (EFE)
La reunión entre los jefes negociadores de PSOE, Ciudadanos y Podemos, el 7 de abril de 2016 en el Congreso. (EFE)

El mapa electoral que dibujan las encuestas deja un escenario muy fragmentado con pactos muy complicados. Pero, en caso de bloqueo, Sánchez seguiría en la Moncloa en funciones y con la legitimidad interna y externa de haber ganado unas elecciones, algo que el PSOE no consigue desde 2008. Las municipales de mayo serían casi como una segunda vuelta, con las Cortes Generales recién constituidas y pendientes de pactos. El ambiente electoral, sin duda, dificultaría llegar a acuerdos.

Quizá por eso, la opción del 14 de abril está evidenciando los recelos entre Iván Redondo y parte de la cúpula del Ejecutivo y del PSOE. Hay pesos pesados del núcleo duro de Sánchez que no ven viable ir a elecciones un Domingo de Ramos y señalan que esa opción está muerta. "Está totalmente descartado el 14 de abril", "no entra en nuestros planes", "ese día no puede ser, a efectos de movilización y a efectos de todo", "es precipitada", insistían a este periódico distintos interlocutores gubernamentales y de la cúpula del PSOE. Hay quien considera que sería tanto como dar la razón a los manifestantes de Colón el fin de semana cuyo principal fin era que Sánchez convocase elecciones. En cambio, cuando a estas fuentes se les preguntaba por otra fecha de abril, no había confirmación o descarte total.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

"El 26-M es la solución peor"

Los barones quieren que las generales sean en otoño. "No hay una opción buena. Pero para hacerlas el mismo día, mejor que se vaya a abril. Si quiere que haya un plebiscito en las primeras elecciones que lo haya, pero que nos dejen margen para evaluar a los gobiernos autonómicos y locales", sostenían desde la cúpula castellano-manchega, liderada por el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page. En Aragón, fuentes próximas al presidente regional, Javier Lambán, también compartían esta perspectiva: "El 26-M es la solución peor. Pero es un debate estéril, porque Pedro no escuchará a nadie y tomará él solo la decisión".

Los barones prefieren el otoño, pero una parte de ellos señalan que, puestos a elegir, mejor abril que mayo, porque quieren resguardar sus campañas

"Nunca hemos querido superdomingo. Aquí nos viene mal. Así que sin duda mejor abril", opinaban por su parte en la cúpula de la federación castellanoleonesa, que pilota Luis Tudanca. En Valencia, en cambio, se inclinan por el superdomingo. "Nos vienen mal ambas fechas y preferimos después del 26-M. Pero desde luego no queremos abril, porque empezaría la formación de gobierno justo después y nos condicionaría la campaña. Así que puestos a elegir, mejor mayo", sentencian fuentes próximas al 'president', Ximo Puig.

Elsa Artadi afirma que siguen dispuestos a dialogar con Sánchez

En Andalucía, la federación más poderosa, ven contraindicaciones a las dos opciones ("son horribles") y por eso empujan para que las generales se lleven al otoño. "Lo único positivo de mayo es que todo el partido estará movilizado en clave municipales —apunta un dirigente del entorno de Susana Díaz—, pero alcaldes y presidentes autonómicos no quieren que Cataluña sea el centro de sus campañas. Y el 14-A es un riesgo de seguridad y se castigaría la participación en sitios como Andalucía. Molestaría mucho a los cofrades".

Madrid, en cambio, no pone pegas. Se dice "preparado para afrontar cualquiera de las dos fechas", aunque nuevamente defiende otoño, según indican en el círculo del líder regional, José Manuel Franco. En las mismas tesis se posiciona Asturias, porque cree que en ambas circunstancias se logrará movilizar al PSOE ya que la marca Sánchez tira más que las siglas. Los barones que no gobiernan son los que han puesto menos obstáculos a una convergencia de comicios, ya que a ellos les suma ir a las urnas a la vez que el jefe del Ejecutivo.

Foto: Medios de comunicación a las puertas del Tribunal Supremo, donde este martes se celebra la primera sesión del juicio del 'procés'. (EFE)

Investidura y campaña

"Si optan por abril, creo que se están apresurando —remarcan fuentes próximas a la presidenta balear, Francina Armengol—. Creo que podemos aguantar bien hasta el otoño, porque la manifestación de las derechas del domingo es como para no asustarse. Ir al 14-A sería para coger adeptos de cara al 26-M, para ilusionar a los nuestros"."Abril es imposible —opone un presidente regional—. La gente no entendería votar dos veces en tan poco tiempo. Y en ese tiempo se estaría negociando en mayo la investidura. Imagínate lo que pedirían los independentistas si hubiera que hacerlo con ellos".

El principal problema es buscar una fecha que maximice la participación de la izquierda, dado que se cuenta con que la derecha sí está muy agitada

Elegir la fecha de las generales no es una tarea sencilla para Sánchez. En absoluto. En su partido hay convencimiento de que se tiene que hallar una que maximice la participación, porque precisamente el problema de la izquierda es que no está movilizada, y las derechas sí lo están. De ahí que varios dirigentes, por ejemplo, entiendan que hay que sacar de las quinielas una jornada laborable, por el peligro de una alta abstención.

En el fondo, Sánchez se ha quedado sin muchas opciones, y eso es lo que le reprochan algunos, que haya apurado tanto con la esperanza de tener Presupuestos que al final no tiene muchas ventanas disponibles. Abril tiene complejidades, mayo es rechazado por alcaldes y barones y el otoño quizá sea muy tarde ya. En cualquier caso, el maletín con el botón nuclear de elecciones ha salido del armario y está sobre la mesa del despacho del presidente.

Dentro del Gabinete de Pedro Sánchez la balanza parece haberse inclinado: lo mejor es un adelanto electoral inminente, en abril, al margen de que los independentistas permitan que se tramiten los Presupuestos o no. Así lo expuso el jefe de Gabinete, Iván Redondo, en una reunión del núcleo duro el lunes por la tarde con un documento que apostaba por el 14 de abril, la fecha adelantada por EFE, o el 28 de abril, después de Semana Santa. El núcleo duro del PSOE y del Gobierno en cambio se resiste a la primera fecha por ser Domingo de Ramos, pero otras fuentes en Moncloa creen que unas elecciones generales antes del superdomingo fomentan la cohesión interna y les permiten aprovechar la foto de Albert Rivera con Santiago Abascal el pasado domingo, que consideran un tiro en el pie de Ciudadanos.

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