Casado llama zombi a Sánchez y le pide que se vaya: "Está muerto y no lo sabe"

Pablo Casado defendió la enmienda a la totalidad de su grupo parlamentario contra el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en un encendido discurso centrado en denunciar las cesiones de Pedro Sánchez ante los independentistas catalanes y en pedir elecciones "cuanto antes". El presidente del PP cargó contra el jefe del Ejecutivo sin que el aludido, sentado en el banco azul muy serio, hiciera ni amago de intervenir. Sánchez escuchó impertérrito como le acusaba de tener un gabinete "zombi", "humillar a España para permanecer en el poder", estar "rendido al separatismo", sostener que "España le viene grande" o invitarle a no alargar más su agonía en el poder después de 8 meses de "malgobierno".

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Javier G. Jorrín

En sus ataques directos al inquilino de La Moncloa, Casado ironizó sobre el último hallazgo del Ejecutivo: los independentistas le piden la autodeterminación. Frente a esa evidencia, defendió la labor del anterior gobierno para frenar la intentona golpista en Cataluña, desde los recursos al Tribunal Constitucional a la aplicación del artículo 155 en Cataluña, además de haber puesto en marcha todos los mecanismos del Estado para que los jueces puedan ahora "hacer su trabajo" al dirimir las responsabilidades de los dirigentes separatistas acusados de rebelión, sedición y malversación.

El presidente del PP dijo que Sánchez, en la línea contraria a la seguida por su partido en el poder, ha pretendido "quitar la espada a la Justicia para clavársela por la espalda a la Constitución". Se refería a las presiones sobre la Abogacía del Estado para que sólo acuse a Oriol Junqueras y compañía de sedición, no de rebelión, igual que intentó también con la Fiscalía sin ningún éxito. En ese capítulo incluyó las invocaciones de dirigentes socialistas a futuros indultos para los independentistas cuando resulten condenados.

En su primera intervención, Casado dedicó la mitad de su intervención a descalificar también el contenido de los Presupuestos por "falsos" hasta convertirse en un peligro para la economía española y los ciudadanos que sufrirán el aumento del gasto y la subida de impuestos, del gasoil a las cotizaciones o las cuotas de los autónomos.

En su réplica María Jesús Montero, la ministra de Hacienda, el presidente del PP remachó sus ataques a Sánchez, esta vez con la acusación de "avergonzarse de España" o de haber convertido su gobierno en un grupo de zombis, "que están muertos y no lo saben"; también de traicionar a la Constitución española. Casado, después de invitar al inquilino de La Moncloa a irse, se comprometió a no perder el tiempo en intentar integrar "a los que quieren desintegrar España".