García-Page se queda en minoría tras la rebelión de un diputado de Podemos

El Gobierno de Castilla-La Mancha, presidido por el socialista Emiliano García-Page, vuelve a estar en minoría después de que el diputado de Podemos David Llorente se haya declarado en rebeldía ausentándose de las comisiones y los plenos del parlamento autonómico. Contrario al pacto de gobierno alcanzado entre su formación y los socialistas en 2017 para desbloquear los Presupuestos, Llorente ya había amenazado con romper la disciplina de voto, pero no ha sido hasta esta semana que se ha consumado su ruptura con Podemos. La formación que ostenta la Vicepresidencia del Gobierno manchego ha anunciado la apertura de un expediente disciplinario contra este diputado por sus reiteradas ausencias de la Cámara "de manera injustificada".

Su ausencia el pasado martes en la comisión de Empleo permitió al PP quedarse en mayoría para aprobar sus enmiendas a una ley, y este jueves no acudió al pleno de la Cámara regional para protestar "por el veto a nuestra Ley de Minería de Tierras Raras", cuando se votaba una resolución de los populares sobre la situación de la Atención Primaria en esta región. "Un nuevo acto de deslealtad", según lo ha calificado la presidenta del grupo Podemos en las Cortes y secretaria de Organización del partido, María Díaz, visibilizando un conflicto interno que repercutirá directamente en el presidente García-Page, al quedarse en minoría en las Cortes. Una difícil situación para encarar el final de la legislatura.

Desde Podemos, han apelado públicamente "a la lealtad y la coherencia política de David Llorente, perteneciente al sector anticapitalista, para garantizar la aprobación de las leyes" del partido pendientes de tramitar y han lamentado que la actitud de este diputado pase por "seguirle el juego al PP”. Se insiste además en que su actuación "responde a objetivos individuales y no a una decisión del grupo parlamentario en Castilla-La Mancha". Llorente, por su parte, ha asegurado que no cederá a lo que considera presiones y amenazas.

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El acuerdo de gobierno alcanzado entre García-Page y el líder de Podemos en esta comunidad, José García Molina, supuso la entrada de este último en el Ejecutivo, ocupando la Vicepresidencia Segunda, y la creación de la consejería para la coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, que recayó en Inmaculada Herranz. El acuerdo también incluyó el nombramiento de un cargo de Podemos como director general de Participación Ciudadana. El portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, también ha lamentado este jueves en rueda de prensa que la situación de sus socios haga peligrar la aprobación de la Ley de Garantías de Rentas.

La crisis en la formación afecta de lleno al primer y único Ejecutivo autonómico en el que cogobierna Podemos, que se ponía como ejemplo para la configuración de pactos similares en otros territorios tras las próximas elecciones autonómicas del 26 de mayo. García Molina, asimismo, había dado un paso al frente en la crisis interna abierta en su formación tras el lanzamiento por parte de Íñigo Errejón de la plataforma electoral Más Madrid.

Antes de que se reuniesen los órganos de dirección para abordar esta crisis, convocó a una decena de líderes territoriales del partido para impulsar la denominada 'Declaración de Toledo', que marcó distancias con las posiciones de máximos adoptadas tanto por Pablo Iglesias como por Íñigo Errejón para buscar una salida dialogada al conflicto que evitase la ruptura. Un cónclave que se interpretó como una dirección colegiada constituida de forma paralela a la dirección estatal.