El Gobierno pide a la UE que se reconozca a Guaidó si Maduro no convoca elecciones
El Ejecutivo de Sánchez no permanecerá "inactivo" en caso de que los socios comunitarios no acordaran esa solución. Borrell subraya que esos comicios deberían convocarse en un "corto" plazo
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Tal y como se esperaba, el Gobierno de Pedro Sánchez camina claramente hacia el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. De hecho, defiende que ha de hacerse si Nicolás Maduro, que para el Ejecutivo simplemente ocupa de facto el poder en el país bolivariano, pero de modo "ilegítimo", no convoca elecciones libres, democráticas y "creíbles" en un plazo "corto" de tiempo. Plazo que aún no se atreve a definir explícitamente porque quiere que se consensúe dentro de la Unión Europea. Pero si el club comunitario no llega a ese acuerdo, España no permanecerá "inactiva".
El ministro de Exteriores, Josep Borrell, solemnizó el giro de la estrategia del Gobierno, que es capital para que la UE se mueva, dado el liderazgo que España ejerce en las cuestiones de política latinoamericana, por sus lazos históricos y culturales con el continente. El jefe de la diplomacia relató, en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros de este viernes, que en esos momentos estaba reunido el COPS, comité político preparatorio del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE. Órgano, dijo, que estaba analizando la propuesta española, con la intención de ir "más allá" de la declaración que hiciera, la misma noche del miércoles —horas después de la autoproclamación de Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, como presidente encargado del país—, la alta representante de Política Exterior, Federica Mogherini.
España entiende que la exigencia de unas elecciones libres y democráticas en Venezuela ha de ir "acompañada" de alguna definición de plazo temporal. Plazo que ha de ser "muy razonablemente corto". Si se constatara que Maduro no tiene la "menor voluntad" de organizar esos comicios, entonces la UE activaría "otras medidas", entre las que se incluye, dijo Borrell, el "reconocimiento como presidente interino" de Guaidó, para que esas elecciones fueran convocadas por la Asamblea Nacional Venezolana, a la que España y la UE sí confieren plena legitimidad.
España ha trabajado mucho para este liderazgo. No vamos a remolque de la Unión Europea. Remolcamos a la UE
"España ha trabajado mucho para este liderazgo. No vamos a remolque de la Unión Europea. Remolcamos a la Unión Europea dados los enormes lazos culturales y humanos con Venezuela", señaló Borrell. En esta misma mañana, Alemania había apuntado a la misma solución que el jefe de la diplomacia española, pero desde el Ejecutivo insistían en que España ha liderado los movimientos.
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Una oposición "unida, fuerte y explícita"
El ministro anticipó que "la mayoría" de los socios comunitarios "está por la labor" de dar ese pequeño margen tasado a Maduro para llamar a las urnas y, si este no se mueve, bendecir al dirigente opositor. No quiso adelantar qué hará el Gobierno en caso de que no prosperase su alternativa, pero sí subrayó que Sánchez tiene "clara" su voluntad de "acción en beneficio de la restauración de la democracia en Venezuela". "Si no hay un necesario acuerdo, no vamos a permanecer inactivos", prometió. ¿Se puede actuar por libre? Sí, reconoció, y de hecho Reino Unido se ha descolgado ya, pero España "trabaja para labrar una posición común".
España entiende que la situación en Venezuela es "insostenible" y no caben dilaciones. Hay que aprovechar que la oposición está "unida", dice
Borrell sostuvo que ya no valen paños calientes como los que pretenden países como México o Uruguay, que apuestan por abrir un nuevo diálogo entre las partes. Ni siquiera tiene ya sentido, reconoció, el grupo de contacto que la UE se había comprometido a impulsar y que de hecho iba a poner en marcha en breve. La situación pegó un vuelco el pasado miércoles, cuando Guaidó, como presidente de la Asamblea Nacional, se autoproclamó líder interino del país. "Ya no estamos en un proceso de diálogo que se pueda eternizar".
Por tanto, no se puede conceder a Maduro "un año para pensárselo". Ni mucho menos. España quiere que se convoquen esas elecciones en un plazo "razonablemente corto", de modo que si el dirigente bolivariano no lo hace y no organiza unos comicios con todas las "garantías", habrá de interpretarse que no tiene voluntad para dar la voz a sus ciudadanos. "No sé si cinco, siete días, dos semanas... No debe aparecer tampoco como un ultimátum", adujo, pues hay que "argumentar las razones" por las que ese llamamiento a las urnas ha de tener una referencia temporal. La fijación de un plazo obedece a la pretensión de que las circunstancias actuales "no se diluyan" y la situación "no degenere en un conflicto mayor", ni se produzcan decisiones que contribuyan a "bloquear" el panorama. Lo que España plantea, pues, es de "claridad meridiana", defendió el ministro, y no se puede acusar al Gabinete socialista de "divagar".
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Elecciones con todas las garantías
El Gobierno, por tanto, tiene claro que esta coyuntura explosiva "no puede prolongarse demasiado tiempo", "es insostenible para el pueblo venezolano y ya no vale andar con más dilaciones". Ahora bien, asume que convocar unos comicios no se hace "de la noche a la mañana". No hay que hacer "seguidismo de otros países" que sí han reconocido ya a Guaidó, como EEUU o una gran mayoría de Estados latinoamericanos, pero tampoco se puede desaprovechar la "ocasión" en que la oposición venezolana ha actuado por primera vez de manera "unida, fuerte y explícita".
Si la UE reconoce a Guaidó, admite, la decisión no tiene "efectos mágicos", porque los resortes políticos y administrativos los tiene aún Maduro
Pero si Maduro no tiene "legitimidad" para seguir en el cargo —ni España ni la UE validaron las elecciones del pasado 20 de mayo, en las que la oposición no participó y que fueron amañadas por el régimen—, ¿por qué se le encarga que convoque ahora nuevos comicios? Borrell explicó que el poder lo ocupa de facto Maduro, y él tiene a su disposición los resortes políticos y administrativos. Eso es "incontestable", "guste o no". Por tanto, las elecciones podrían celebrarse "bajo un control internacional que las garantice". Y si no, se reconocerá a Guaidó.
Esta última opción, no obstante, no está exenta de dificultades. La bendición del dirigente opositor "no cambia la realidad", "no tiene efectos mágicos", puesto que los resortes continuarían estando a favor de Maduro. "Lo que no vamos a hacer son tuits pidiendo al Ejército venezolano que derroque violentamente al régimen".
Respetar la "inmunidad parlamentaria"
A la pregunta de quién es a día de hoy el presidente venezolano, Borrell respondió que para contestar a esa cuestión haría falta un "máster de Derecho Internacional". "Se reconocen Estados, no gobiernos", y algunos de estos gobiernos lo son "de facto", como el de Venezuela, y la prueba es que España mantiene en Caracas y en otros puntos sus embajadores. Más aún, algunos ejecutivos no han sido electos, o no han surgido de elecciones que sean libres y justas, y aun así se trata con ellos.
El ministro acusa a la oposición de tratar de "erosionar" al Gobierno en lugar de buscar una solución "constructiva" para los venezolanos
La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, insistió por su parte en que la UE reconoce la plena legitimidad de la Asamblea Nacional, elegida democráticamente en 2015 y en la que hay mayoría opositora. Borrell llamó a las autoridades del país a respetar la "inmunidad parlamentaria" de Guaidó, que este viernes comparece ante los medios.
La ministra subrayó que Sánchez "está liderando los movimientos que se está produciendo en la UE y en la comunidad iberoamericana". Así, salía al paso de las críticas de la oposición, que cree que el presidente actúa a rastras, sin empujar. Borrell demandó a PP y Cs que muestren una "actitud constructiva", encaminada a buscar soluciones y no a "erosionar al Gobierno". "Posiblemente estoy pidiendo demasiado", ironizó. El Ejecutivo "no trata de sacar un rédito político interno", sino "contribuir" a buscar una salida al pueblo de Venezuela, y eso le obliga a "hacer algún equilibrio", mientras que "los que no tienen responsabilidad de gobierno se pueden permitir posiciones" que no ayudan a esa solución.
Tal y como se esperaba, el Gobierno de Pedro Sánchez camina claramente hacia el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. De hecho, defiende que ha de hacerse si Nicolás Maduro, que para el Ejecutivo simplemente ocupa de facto el poder en el país bolivariano, pero de modo "ilegítimo", no convoca elecciones libres, democráticas y "creíbles" en un plazo "corto" de tiempo. Plazo que aún no se atreve a definir explícitamente porque quiere que se consensúe dentro de la Unión Europea. Pero si el club comunitario no llega a ese acuerdo, España no permanecerá "inactiva".