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Aznar proclama a Casado como "gran líder" y vuelve a pedir el voto para el PP
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el expresidente reclama la unión de la derecha

Aznar proclama a Casado como "gran líder" y vuelve a pedir el voto para el PP

La segunda jornada de la Convención Nacional sirvió para oficializar el regreso del aznarismo a lo que su jefe llama la casa común de una derecha tan dividida como en tiempos de Fraga

Foto: José María Aznar junto a Pablo Casado este sábado. (EFE)
José María Aznar junto a Pablo Casado este sábado. (EFE)

Después de cuatro años de no aparecer por una gran asamblea del Partido Popular, José María Aznar ha vuelto para proclamar su apoyo al nuevo presidente, Pablo Casado, ("un gran líder, un líder como un castillo") y para pedir el voto de todo el centro derecha para su antigua formación, en la que no se sentía representado en tiempos de Mariano Rajoy. La segunda jornada de la Convención Nacional del PP sirvió para oficializar la reconcilicación y regreso del aznarismo a lo que su propio jefe llama ahora "la casa común" de esa derecha casi tan dividida como en tiempos de Manuel Fraga.

Sin despertar los aplausos ni los signos de cariño recibidos el día anterior por Rajoy, Aznar volvió a sacudir a los dirigentes del PP reunidos con su llamamiento a la pelea electoral para echar a Pedro Sánchez de La Moncloa, defender la unidad de España y restituir el orden constitucional en Cataluña.

Rajoy, distendido y amable, ejerció de Rajoy en la asamblea; prefirió el formato del coloquio para dar aún consejo genérico a su sucesor. Aznar hizo de Aznar, se decantó por el discurso clásico, sin que nadie le tuviera que dar pie a nada, y se despachó señalando al equipo de Casado cuáles son sus deberes y obligaciones. "El PP tiene la responsabilidad de liderar y convocar al cambio político", sostuvo el expresidente del Gobierno.

Aznar recurrió a una frase de Casado pronunciada en la primera fase de la primarias, "si yo gano nadie pierde", para ponerle como ejemplo de afán integrador ante la gran tarea que tiene por delante: "Sumar amigos y aliados, no derrotados". Según el responsable de haber sabido reunificar el centro derecha español sobre el núcleo original de Alianza Popular entre 1990 y 1996, la operación para ensanchar y actualizar las bases del actual PP puede ser todavía más complicada que entonces, pero aún más urgente ante la ofensiva independentista y la complicidad de Pedro Sánchez.

Según Aznar, España se enfrenta a "un desafío existencial" como es el separatismo y el PP debe moverse con serenidad y con firmeza y coraje

Según el expresidente del Gobierno, España se enfrenta a "un desafío existencial" como es el separatismo en Cataluña y el PP, como partido defensor de la Constitución y la propia nación, debe moverse con serenidad, pero también con firmeza y coraje. Y sobre todo "responder con los votos". Aznar insistió en que "los votos que España necesita para responder a este desafío son los votos que deben ir al PP y que desde ahora pido para el PP”.

El exjefe del Ejecutivo recordó que los socialistas echaron una vez a Sánchez de la dirección del PSOE porque decían que quería pactar y formar gobierno con los que querían destruir España (los independentistas) y se preguntó durante cuánto tiempo se puede tolerar que el futuro de la nación se negocie con quienes pretenden acabar con ella. Para Aznar, lo que hace Sánchez en su intento de congraciarse con Puigdemont, Torra o Junqueras no es diálogo ni negociación, sino "degradar la política y rendir la democracia". Por las mismas razones que los dirigentes socialistas destituyeron a su jefe, "hoy tiene que ser destituido en las urnas", remachó.

Luego vineron los consejos en cadena, como el de dirigirse a "la gran corriente central de la sociedad" o el de no recurrir al voto del miedo: "el voto que ha de pedir el PP es el de la esperanza y el del patriotismo".

Aznar se volcó en el elogio a su nuevo heredero, "un gran líder, sin tutelas ni tutías", que a juicio de su antiguo jefe lo tiene más difícil que cualquiera de sus antecesores al frente del PP. El expresidente se despidó de los presentes con un "viva España" respondido al unísomo por los dirigentes y militantes del partido reunidos en el pabellón del Ifema en ese momento.

Después de cuatro años de no aparecer por una gran asamblea del Partido Popular, José María Aznar ha vuelto para proclamar su apoyo al nuevo presidente, Pablo Casado, ("un gran líder, un líder como un castillo") y para pedir el voto de todo el centro derecha para su antigua formación, en la que no se sentía representado en tiempos de Mariano Rajoy. La segunda jornada de la Convención Nacional del PP sirvió para oficializar la reconcilicación y regreso del aznarismo a lo que su propio jefe llama ahora "la casa común" de esa derecha casi tan dividida como en tiempos de Manuel Fraga.

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