Borrell no se descarta ya para liderar la lista europea: "No digo que no sea el candidato"

Los socialistas pueden seguir soñando con Josep Borrell como cabeza de lista para la candidatura europea del 26 de mayo. El ministro de Asuntos Exteriores es visto como la mejor opción por el presidente del Gobierno, por sus compañeros de Gabinete y por buena parte del partido. Él hasta ahora se resistía en privado a asumir el reto de capitanear la lista del partido para los próximos comicios. Pero este lunes no descartó que finalmente sea él el elegido, lo que supondría su salida del Ejecutivo.

Fue al final de un desayuno informativo organizado por Europa Press, rodeado de una enorme expectación. El jefe de la diplomacia española fue deliberadamente ambiguo, pero al menos sí dejó claro que no cierra la puerta por completo. "Eso no lo he dicho yo", contestó a la pregunta directa de si entonces él no será el candidato el 26-M.

Borrell estaba prevenido de que le iban a llover preguntas sobre su futuro, porque al término de su intervención, el moderador, el director de la agencia, Javier García Vila, le advirtió de que a la mesa habían llegado varias cuestiones del mismo tenor de los periodistas. Primero contestó sobre el Brexit, política exterior... y al final entró en materia.

"Europa es una gran tarea que a cualquier responsable político le podría interesar, pero por ahora estoy en Exteriores con mucho trabajo", dice

¿Le ha hecho el presidente del Gobierno la propuesta de encabezar la lista europea? "No, no hay ninguna oferta", sostuvo, aunque sí "palabras elogiosas" de Pedro Sánchez que él agradece. Y es que el jefe del Ejecutivo sí ha mantenido en las últimas semanas que él sería un "extraordinario candidato" para el 26-M, aunque había otros posibles. "Siempre va bien que hablen bien de uno. No ocurre todos los días. Europa es una gran tarea que a cualquier responsable político le podría interesar, pero de momento yo estoy en el Ministerio de Asuntos Exteriores con mucho trabajo, mucha ilusión y algún disgusto".

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Por "conductos colaterales"

A continuación se le planteó a Borrell si sabía a quién tenía el presidente en la cabeza. "Sí, lo sé, pero no lo puedo decir". Lo sabe, añadió, por "conductos colaterales". Y el que tiene Sánchez en mente es su ministro de Exteriores. "Por lo que ha dicho, sabemos que no va a ser usted, ¿no?", le dijo entonces García Vila. "Eso no lo he dicho", respondió.

Sánchez está ultimando la candidatura europea y la del Ayuntamiento de Madrid, para la que cada vez suena más fuerte la ministra Reyes Maroto

Repregunta: "¿Y le gustaría serlo?". La respuesta de Borrell, de nuevo, dejaba claro que ya no se descarta para el puesto. "Tengo un problema, y es que durante toda mi vida me ha gustado siempre ser demasiadas cosas a la vez".

Con esta secuencia, el ministro desde luego no cerraba la puerta a nada. Y sus palabras, aunque ambiguas, pueden acabar de decantar la balanza de manera definitiva, puesto que Sánchez está ultimando ya las dos candidaturas más importantes de este 26-M: la europea y la del Ayuntamiento de Madrid. Ambas están ya muy maduras y el anuncio oficial podría ser inminente. Cuestión de días, incluso en esta misma semana. Borrell da un paso adelante para capitanear la lista para Bruselas y la titular de Industria, Reyes Maroto, se va asentando como la aspirante a la alcaldía de la capital.

Ese sería el doble tique. Y, de confirmarse, obligaría al presidente a preparar una crisis de gobierno muy pronto. Saldrían ambos miembros de su Gabinete para encabezar sus respectivas listas, y podría aprovechar ese movimiento para hacer una remodelación más profunda de su equipo y prescindir de algunos ministros más achicharrados —caso de Dolores Delgado, titular de Justicia, reprobada por el Parlamento tres veces— para tomar más impulso de cara al final de la legislatura, cuyo horizonte temporal sigue situando en 2020. Más aún si consigue sacar adelante sus Presupuestos, que este mismo lunes entraron en el Congreso para comenzar su tramitación.

Borrell tiene además otro incentivo: podría convertirse en vicepresidente de la Comisión Europea, aunque no esté reglado jurídicamente

Borrell tiene además un importante incentivo para aceptar la candidatura europea: Sánchez, como jefe del Ejecutivo, tiene la capacidad de proponer a una persona de su confianza para ocupar un puesto en la próxima Comisión, que presidirán o el conservador alemán Manfred Weber —con toda probabilidad— o el socialista holandés Frans Timmermans. España, de hecho, aspira a recuperar peso en el Ejecutivo comunitario y a hacerse con una vicepresidencia. El ministro recordó que, no obstante, "no hay ninguna relación jurídica" entre ser candidato a eurodiputado y ocupar un cargo en la Comisión. Y no la hay, en efecto. Pero la lógica manda que el aspirante socialista sea a quien Sánchez señale para el Ejecutivo comunitario. Además, Timmermans quiere que los cabezas de cartel nacionales sean aquellos marcados para integrar la futura Comisión, para así visualizar un equipo durante la campaña.