El juzgado deja en libertad sin fianza al presunto asesino del pantano de Susqueda

La Audiencia Provincial de Girona ha decretado libertad provisional sin fianza para Jordi Magentí Gamell, el presunto asesino de Marc H. L. y Paula M. P., de 23 y 21 años respectivamente, cuyos cadáveres fueron encontrados en el pantano de Susqueda (Gerona). La Sección Cuarta del alto tribunal revoca así el auto emitido el pasado 2 de noviembre por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Coloma de Farners, que resolvió mantener en prisión al investigado. Mantiene eso sí la prohibición de que el sospechoso abandone el territorio nacional hasta que finalice el procedimiento judicial y le obliga a personarse ante el juzgado instructor cada 15 días.

La sala argumenta que "los principales indicios de criminalidad que apuntaban a Magenti como autor de los hechos a lo largo de la instrucción se han visto seriamente debilitados". Añade además que no pueden "excluirse en este momento procesal otras líneas de investigación". Entre ellas, continúa, la de rastrear a "otras personas que hubieran podido acceder al pantano de Susqueda sin vehículo y sin portar teléfono móvil" así como "otros extremos".

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Arguye también el tribunal que el riesgo de fuga a Colombia, donde pretendía viajar el sospechoso, quedaría anulado con la mencionada obligación de retirada de pasaporte que ha ordenado la sala. "Los hechos ocurrieron presuntamente el 24 de agosto de 2017, al hoy investigado se le tomó declaración en calidad de testigo el 5 de diciembre de 2017 y fue detenido el 26 de febrero de 2018, seis meses después, sin que en ningún momento hubiere tratado de eludir la acción de la justicia a pesar de que el caso era noticia en varios medios de comunicación y se presentó voluntariamente a la citación por parte de la policía", razona la Audiencia Provincial.

Los Mossos, continúan los tres magistrados que componen la sala, llegaron hasta el sospechoso tras la declaración el 27 de noviembre de 2017 de un testigo que "identifica fotográficamente al investigado como el conductor del vehículo que vio el 23 de agosto de 2017". Es decir, subrayan los jueces, "transcurren tres meses hasta la identificación fotográfica". El testigo, prosiguen, "manifiesta que el propio investigado con el que habló le dijo que si los mossos querían encontrarle solo tenían que venir a ir a su casa en Angles" y le dio la dirección de la vivienda.

La sala recuerda que "la detención e ingreso en prisión" tuvo lugar "por la compra de un billete de avión a Colombia el 28 de febrero de 2018" y "para evitar que viajara". "¿Si tales indicios eran tan evidentes el 1 de marzo -cuando se dictó auto de prisión-, por qué la detención se practicó únicamente con el fin de garantizar los registros y con una duración máxima de 24 horas y no se produjo con anterioridad a que sacara el billete a Colombia?", se pregunta el tribunal en el auto que ordena la libertad provisional. "¿Fue la compra del billete el detonante del ingreso en prisión?", reitera.

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Por otro lado, argumenta que las muestras biológicas tomadas en una pieza de ropa impermeable y en dos pares de zapatos encontrados en casa del sospechoso finalmente no son de Marc y Paula. "Han resultado negativas, dado que los restos de ADN encontrados en la ropa no se corresponden con el ADN de las víctimas". "Es cierto -añade por otro lado- que en el domicilio de la calle Font dle Canyó se encontraron armas de fuego; sin embargo, hemos de destacar que la habitación en la que se encontraron no era la de Magentí, sino la de su hijo J. M. G., y que en la fecha de los hechos tanto Magentí como su esposa no vivían ahí".

En relación con la charla que presuntamente mantuvo el sospechoso con su compañero de celda el mismo día que el primero entró en prisión -en la que Magentí supuestamente le contó que su hijo "había matado al chico por la espalda", que "a la chica le había disparado en la cabeza" y que él le ayudó a manipular los cadáveres porque se conocía muy bien la zona y a echarle piedras para que se hundieran-, la Audiencia Provincial apunta que "independientemente de que esta conversación se hubiera producido" la información sobre el tipo de disparos, el lugar, el hecho de que los cuerpos estaban en el agua o que les echaron piedras "estaban a disposición de cualquiera", no solo del compañero de celda, ya que para aquella fecha ya se habían publicado en la prensa.

"No consta que en dicha conversación le proporcionara información que únicamente pudiera tener el autor de los hechos, como la marca del vehículo en el que iban, la zona donde se sumergió el kayak y los cuerpos, el lugar donde se ocultó el vehículo o la marca de ropa de Marc", arguyen los magistrados.