Una llamada de Hacienda a Pablo Echenique precipitó las primarias en Podemos

La dirección de Podemos decidió sorpresivamente el pasado 23 de noviembre convocar un proceso de primarias para elegir su lista electoral de cara a los comicios generales. La formación asumía que "puede haber elecciones muy pronto" pero, más allá de las dificultades para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, no se destapó el origen directo de este temor. Todo empezó con una llamada de la jefa de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique. En la conversación se habría demostrado el desinterés del Ejecutivo por sacar adelante la senda de déficit, el primer trámite para aprobar las Cuentas. Fue entonces cuando se encendieron todas las alarmas en Podemos.

Tras varios chequeos, ganó enteros en Princesa 2, la sede estatal del partido, que Moncloa podría adelantar las elecciones al mes de marzo o abril, sin descartar el denominado 'súper domingo' electoral, aunque con menos posibilidades debido al rechazo de los barones socialistas a hacer coincidir las municipales y autonómicas con las generales. La llamada se produjo después de que Echenique, responsable de las negociaciones presupuestarias con el Gobierno, dejase en el aire el voto de la formación a la senda de déficit tras ser preguntado en una rueda de prensa posterior a la celebración de la ejecutiva del partido. Posteriormente se le realizó la misma pregunta a Pablo Iglesias, quien no aclaró el sentido del voto, pero adelantó que con las cifras de déficit aprobadas por el anterior ejecutivo de Mariano Rajoy sería difícil apoyar este primer trámite presupuestario.

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EC/Agencias

La percepción en las filas de Podemos tras la conversación telefónica fue que el Gobierno no estaba presto a negociar e, incluso, que preferiría que no saliese adelante la senda de déficit. Quizás para desmarcarse del bloque de la moción de censura y buscar apuntalarse en el centro, quizás para justificar un adelanto electoral con el argumento del bloqueo tanto de Podemos y los independentistas, como de la derecha, y que para superarlo y sacar adelante un paquete de medidas sociales era preciso reforzar a un exiguo gobierno de 84 diputados. El caso es que esta situación llevó a la ejecutiva a convocar de forma urgente un Consejo Ciudadano Estatal extraordinario, máximo órgano de dirección entre partidos, donde se tomó la decisión de convocar unas primarias internas.

Desde la dirección se defendió la decisión, que fue contestada desde los sectores no oficialistas por su precipitación, ante la necesidad de "estar preparados para afrontar un adelanto electoral con garantías". Ya durante su intervención inicial en el consejo, Pablo Iglesias trasladó a los suyos que se había constatado que podría haber "elecciones muy pronto", puesto que ni el Gobierno, ni ERC ni PDeCAT estaba esforzándose lo suficiente para sacar adelante los Presupuestos. Un contexto ante el que subió el tono contra el independentismo, criticando que "el estilo rufianista no es la táctica más sensata, y sospecho que esto mismo mantienen los independentistas, aunque estén prietas las filas". Advertía, asimismo, sobre la posibilidad de que los poderes económicos "empujen al PSOE a que se entienda con Ciudadanos".

El presidente del Gobierno, en cambio, respondía desde Cuba al líder de Podemos, descartando un adelanto electoral aconsejando a Iglesias "que se tome su tiempo porque aún quedan muchos meses por delante" antes de convocar elecciones. Iglesias, por su parte, insistía en que debían ser realistas. "La opción del adelanto electoral está ahí", concluía afirmando que "hay que seguir trabajando para sacar adelante los Presupuestos, pero asumiendo la realidad".

En política, máximo en el contexto actual, todo puede cambiar de la noche a la mañana y, precisamente el mismo día que se cerraban las urnas de Podemos para elegir en primarias su lista electoral, se aprobaba la senda de déficit con el apoyo tanto de Podemos, como de nacionalistas vascos e independentistas catalanes. El bloque de la moción de censura volvía a reaparecer, y aunque de forma simbólica porque los objetivos de déficit serán tumbados en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría, se permitía acercar posturas y dar un balón de oxígeno al Ejecutivo.

Podemos ha logrado salvar finalmente el proceso de primarias con una participación de 60.000 inscritos, en las que se ha confirmado la candidatura de Pablo Iglesias a presidencia del Gobierno. Unos pocos de miles de votos más de los necesarios para que no se invalidase el proceso, ya que los requisitos marcados en el regleamento de primarias establecían un mínimo de un 10% de los inscritos, del 20% del censo validado y del 30% de los denominados inscritos verificados. Esto es, 49.825 inscritos y 53.631 simpatizantes considerados activos.

El dato de participación supera el de las primarias a las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, las primeras a las que se presentó Podemos, en las que votaron 59.820 inscritos. Se supera asimismo la participación de las últimas primarias a nivel estatal, el pasado noviembre de 2018, para configurar las listas a las elecciones europeas, en las que votaron 50.112 personas. Con todo, en la asamblea de Vistalegre II, donde compitieron Iglesias e Íñigo Errejón, votaron cerca de 150.000 inscritos.