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Aya, la niña de los 'mil euros' más largos, repite en la Lotería de Navidad de 2018
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Aya, la niña de los 'mil euros' más largos, repite en la Lotería de Navidad de 2018

En una entrevista con EFE, la directora de la residencia de San Ildefonso explica cómo son los ensayos de los niños y su vida dentro del centro

Foto: Aya, la niña que se hizo famosa con los 'mil euros' más largos en la Lotería de Navidad de 2017 (EFE)
Aya, la niña que se hizo famosa con los 'mil euros' más largos en la Lotería de Navidad de 2017 (EFE)

Fue la revelación del sorteo de la Lotería de Navidad de 2017, mucho más que cualquier disfraz ilógico e incluso que los ganadores de los diferentes premios. Su nombre, Aya Ben Hamdouch, y su 'hazaña', hacer disfrutar durante el pasado sorteo a todos los españoles que siguieron en directo la edición con los 'mil euros' más largos que jamás se habían escucahdo. La niña de San Ildefonso tenía problemas a la hora de introducir la bola con el premio porque no llegaba hasta el alambre y tenía que estirarse, necesitando más tiempo de lo normal. A Aya se le ocurrió entonces una solución simple: alargar lo máximo posible el grito de los “Mil euros”, algo que el público en el Teatro Real ni los espectadores desde sus casas no tardó en notar.

[Lotería de Navidad 2018 en directo: sorteo del Gordo en video]

Se prevé que la famosa pequeña repita este año en el sorteo extraordinaria de la Lotería Nacional de este sábado, 22 de diciembre, tal y como aseguró Rosario Rodríguez, la directora de la residencia-internado San Ildefonso, en una entrevista a la agencia EFE. El centro acoge actualmente a unos 60 niños y niñas de edades que van desde los seis a los 14 años, todos ellos procedentes de familias que "por sus circunstancias económicas, laborales o sociofamiliares requieren una ayuda temporal en su crianza". Y de todos ellos, 31 irán al Teatro Real este 22 de diciembre.

"Este año irán 31 niñas y niños. Los seleccionados tienen que tener cumplidos los 8 años, tener buena voz, vocalizar bien a la hora de cantar los números y con rapidez, manteniendo el ritmo necesario así como presencia en el escenario", explica Rodríguez. Y este año, como ya ocurrió en la edición pasada, serán en su mayoría niñas: un total de 22, frente a nueve niños, de 8 a 14 años.

placeholder GRAF313. MADRID, 22 12 2017.-Los niños de San Ildefonso , cantan un quinto premio el durante el sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, el más esperado del año, que repartirá hoy 2.380 millones de euros en premios (70 más que en 2016) a través de los 15 millones de premios que llenarán de alegría a miles de afortunados cuando los niños de San Ildefonso canten el número que llevan en sus bolsillos. EFE Juan Carlos Hidalgo
GRAF313. MADRID, 22 12 2017.-Los niños de San Ildefonso , cantan un quinto premio el durante el sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, el más esperado del año, que repartirá hoy 2.380 millones de euros en premios (70 más que en 2016) a través de los 15 millones de premios que llenarán de alegría a miles de afortunados cuando los niños de San Ildefonso canten el número que llevan en sus bolsillos. EFE Juan Carlos Hidalgo

La inmensa mayoría son de nacionalidad española y sus familias, además de procedencia española, tienen origen en países como República Dominicana, Ecuador, Marruecos, Colombia, Perú, Bolivia, Nigeria y Hungría. Las niñas y niños de San Ildefonso llevan ensayando desde mediados de octubre, una media hora al día y dos días por semana, explica la directora del centro.

"No les cambia la vida"

Tal y como señala la directora, a quien canta el Gordo —en 2017 fueron Youseff Salhi y Noelia Katiuska— les supone una "alegría muy grande", y se queda en su memoria como "un bonito recuerdo de su participación en la actividad", pero que "en sí mismo su vida no suele verse afectada por esta circunstancia". Rosario Rodríguez señala que este año, su segundo al mando del centro de San Ildefonso, afronta el sorteo con "mayor conocimiento" no solo de la actividad, sino también de los niñas y niños y del centro. "Manteniendo la ilusión y trabajando para que todo salga muy bien".

"Se trata de un trabajo de intervención directa que resulta muy interesante y variado, que requiere de mucha implicación y a su vez gratifica en mayor medida", apunta, antes de destacar "la importante labor socioeducativa que se hace en la Residencia, ofreciendo un marco estable y coherente para el desarrollo integral de las niñas y niños que residen en ella". "También hay que destacar la gran implicación del centro con la actividad de Lotería y la ilusión que supone para las niñas y niños que participan en ella", añade.

Foto: El primer premio de la Lotería de Navidad de 2017 (EFE)

Rodríguez, titulada en Psicología, traslada a los pequeños que "es muy importante disfrutar de la actividad, que confíen en ellos mismos pues están preparados para hacerlo muy bien y que se apoyen en sus compañeros, ya que la actividad se realiza en equipo". Asimismo, ha apuntado que no recuerda ningún caso de acoso entre los menores, aunque "la normativa de organización y funcionamiento del centro contempla la intervención ante este tipo de situaciones".

"Hay que tener presente que se trata de un centro de intervención socioeducativa con un importante carácter preventivo y en el que se realiza una intervención individual y grupal en el marco de la vida cotidiana", explica. "Por tanto, es un recurso especializado para atender las necesidades de las niñas y niños, donde cobran un interés muy especial las relacionadas con el ámbito afectivo, emocional y de seguridad".

Fue la revelación del sorteo de la Lotería de Navidad de 2017, mucho más que cualquier disfraz ilógico e incluso que los ganadores de los diferentes premios. Su nombre, Aya Ben Hamdouch, y su 'hazaña', hacer disfrutar durante el pasado sorteo a todos los españoles que siguieron en directo la edición con los 'mil euros' más largos que jamás se habían escucahdo. La niña de San Ildefonso tenía problemas a la hora de introducir la bola con el premio porque no llegaba hasta el alambre y tenía que estirarse, necesitando más tiempo de lo normal. A Aya se le ocurrió entonces una solución simple: alargar lo máximo posible el grito de los “Mil euros”, algo que el público en el Teatro Real ni los espectadores desde sus casas no tardó en notar.

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