El PP retrasa las listas para dificultar que Vox capte a sus candidatos descartados

Nuevas justificaciones añadidas en la dirección del Partido Popular para retrasar los anuncios de las candidaturas clave para las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo próximo como Madrid o Valencia. "Cuanto menos tiempo demos a la competencia (Ciudadanos y ahora Vox) para captar a los descartados con aspiraciones, mejor", dicen en Génova como criterio general aplicado ya en los anteriores comicios locales en el estreno de los riveristas y desde siempre ante las temidas listas de 'independientes'.

Las candidaturas dudosas o conflictivas y los relevos complicados de presidentes con mando en plaza (como Ángel Garrido) se apurarán al máximo, después de las fiestas de Navidad, pero tienen que estar listas antes de la Convención Nacional que arrancará al día 18 de enero. "Y porque no hay más remedio", apuntan en fuentes del PP madrileño, donde no quieren adelantar ni siquiera los nombres de las localidades más pobladas de la provincia.

Casado aplazó por última vez las decisiones más esperadas, como las correspondientes al ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, para después de las elecciones andaluzas; y ahora resulta que los resultados de las mismas no invitan a las prisas para el resto de los consistorios. Y ya se ha metido casi en los tiempos que se tomaba Rajoy para cerrar las decisiones más complicadas.

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La irrupción de Vox es ahora la principal preocupación en la sede de Génova. Los de Santiago Abascal, como ocurrió en 2015 con los de Albert Rivera, no tienen una mínima estructura de partido en la mayor parte de España, pero sí partidarios en Madrid. Después de lo visto en Andalucía, en el PP saben que algunos de los aspirantes a candidato que puedan ser descartados en las próximas semanas se podrán ofrecer a Vox para encabezar su lista, con ciertas garantías de salir elegidos bajo el cartel de "la derecha auténtica, clara y sin complejos".

La campaña de la izquierda contra "la ultraderecha" que dicen que representa la opción de Abascal da aún más protagonismo a un partido que en Madrid ya tiene 5 años de vida sin que nunca haya rozado siquiera la posibilidad de alcanzar algún diputado o concejal. Pero si en los anteriores comicios "solo" obtuvo 9.000 votos en la capital de España, a Esperanza Aguirre le costaron el concejal clave para poder sumar una mayoría que frenara a Manuela Carmena.

En el núcleo duro de la dirección del partido reconocen que Vox será un rival complicado allí donde no acierten a ofrecer candidatos conocidos

Ahora los esquemas han cambiado y los populares dan por hecho que perderán ediles a costa de la nueva formación (igual que Ciudadanos) y que el resultado final se jugará en la lotería de los últimos restos y las posteriores coaliciones. Y que eso ocurrirá en Madrid y en la mayor parte de las ciudades donde aspiran a ganar las elecciones, siempre como primera fuerza política y rara vez con una mayoría autónoma suficientemente clara.

Por eso Casado ha empezado su nueva ruta por toda España con el fin de ir sancionando cabezas de lista, pero solo en los sitios donde los nombres de los elegidos estaban cantados como en Aragón o Extremadura y dejando para el final (después de Navidad y Reyes) Madrid capital y provincia. Además de reconocer que no tienen la decisión final tomada, solo los perfiles, en el núcleo duro de la dirección del partido reconocen que Vox será un rival complicado allí donde no acierten a ofrecer candidatos conocidos y claros en el discurso. Además, los descartados con aspiraciones podrán llamar a la puerta de su antiguo compañero de filas en el PP, Abascal.