Es noticia
¿Qué pasó con la ley del alcohol que quiso acabar con el botellón?
  1. España
LAS ASOCIACIONES PIDEN SU APROBACIÓN

¿Qué pasó con la ley del alcohol que quiso acabar con el botellón?

La comisión mixta Congreso-Senado dio luz verde en abril a las bases de una legislación. La moción de censura paró el proceso y ahora el texto está en la mesa de la ministra de Sanidad

Foto:

Imaginemos que un grupo de quinceañeros hace planes para el viernes. Cada uno pone 10 euros y compran botellas de ron y ginebra en una tienda de alimentación en la que nadie les pide la documentación. O le dan el dinero al primo de uno, mayor de edad, para que compre las botellas en su lugar. Se dirigen a un parque cerca del instituto y, bajo un cartel de una marca de whisky, empieza el botellón. Uno de ellos se toma siete copas en dos horas y la noche de viernes acaba en la ambulancia. Coma etílico. Otra vez.

Pues bien, este escenario sería muy diferente de tramitarse la Ley de Alcohol y Menores de Edad, conocida como ley antibotellón, cuyas bases fueron aprobadas en la comisión mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas al recibir luz verde el informe de la ponencia ‘Menores y alcohol’ el pasado 24 de abril con dos abstenciones, de Esquerra Republicana y el PNV. El gabinete de la entonces ministra popular de Sanidad, Dolors Montserrat, había recibido ya las recomendaciones para preparar un anteproyecto de ley —sin establecer plazos—, pero la moción de censura contra el Ejecutivo popular y el cambio de Gobierno la ha dejado en suspenso.

Foto:

Fuentes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que encabeza desde septiembre María Luisa Carcedo tras la dimisión de Carmen Montón, explican que “se están estudiando todas las aportaciones, conclusiones y recomendaciones que se hicieron en la comisión mixta, así como todas las aportaciones que se han recibido en el trámite de consulta pública”, convocada el pasado 30 de abril. Aunque las medidas más comentadas sobre los andamios de la futura ley antibotellón se centraban en la posibilidad de que los padres de los menores que bebieran fueran sancionados, lo cierto es que las bases contemplan medidas que habrían modificado el ejemplo del principio.

Para empezar, hacer botellón estaría prohibido. Además, el responsable del establecimiento tendría que tener las botellas de alcohol ubicadas de manera que fuera un adulto quien proporcione las botellas, no los clientes quienes las cojan directamente. Tampoco habría cartel de whisky en el parque porque la publicidad sobre bebidas estaría restringida en zonas transitadas por menores y, por último, el quinceañero ebrio habría pasado por un protocolo de prevención de intoxicaciones etílicas la primera vez que le recogió una ambulancia, un plan sin fisuras coordinado por las autoridades sanitarias con actores sociales y educativos.

Revisar los impuestos especiales de las bebidas y elevar la fiscalidad progresivamente, controlar la venta telemática y a domicilio, colocar etiquetas disuasorias como las del tabaco en las botellas o regular prácticas como las consumiciones a precio reducido en las ‘happy hours’ o los 2x1 eran otras de las estrategias sugeridas.

placeholder

La presidenta de la comisión mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas, la diputada popular Carmen Quintanilla, aspira a que la iniciativa se convierta en ley “en esta legislatura”. “No sé si hay impulso político porque, de entrada, la delegada del Gobierno del Plan Nacional Contra la Droga no hizo alusión en su comparecencia a este asunto, que es la salud pública de los hombres y mujeres del mañana”, señala, al advertir de que el grupo popular ha presentado ya una iniciativa legislativa pidiendo la tramitación del anteproyecto de ley.

De acuerdo con Quintanilla, comienza a cundir el nerviosismo entre las organizaciones sociales que participaron en la ponencia, que la llaman de vez en cuando para preguntar si hay algún avance. “Está un poco paralizado, pero a través de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) hemos buscado movimiento y parece que hay intención de retomarlo en breve”, comenta la presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), Leticia Cardenal. “Cualquier momento es bueno para que entre en vigor una ley así, no hay más que ver los fines de semana cómo están los botellones”.

De salir adelante, esta futura ley coronaría cuatro intentos frustrados de cuatro ejecutivos para zanjar este problema por la vía legislativa desde 2003

Mientras tanto y en paralelo, diferentes organizaciones multidisciplinares han puesto en marcha la campaña Menores sin alcohol. Un reto de todos’, que fomenta la idea de que solo involucrando a todos los sectores de la sociedad —familias, comercio e instituciones— podrá resolverse el problema de los menores y el alcohol.

La última encuesta Estudes 2016/2017 refleja una tendencia a la baja en el consumo de alcohol por parte de menores de edad desde 2012: el 76,9% de los estudiantes entre 14 y 18 años reconoce haber probado el alcohol alguna vez, frente al 83,9% que lo hacía seis años atrás. Aunque los datos van a la baja, lo cierto es que siguen siendo preocupantes. El alcohol no se ve entre los menores como un riesgo y la edad de inicio del consumo es a los 14 años.

De salir adelante, esta futura ley coronaría cuatro intentos frustrados de cuatro ejecutivos distintos para zanjar este problema por la vía legislativa desde 2003. Esta última surge a raíz de un noviembre negro en 2016, cuando un botellón en una noche de Halloween en San Martín de la Vega (Madrid) terminó en un coma etílico que a Laura, una menor de 12 años, le costó la vida. Más recientemente, el alcohol y la violencia fueron el peor cóctel en la misma noche de Halloween, aunque esta vez en Tres Cantos; provocando graves altercados y que dos agentes de la Guardia Civil resultaran heridos.

Imaginemos que un grupo de quinceañeros hace planes para el viernes. Cada uno pone 10 euros y compran botellas de ron y ginebra en una tienda de alimentación en la que nadie les pide la documentación. O le dan el dinero al primo de uno, mayor de edad, para que compre las botellas en su lugar. Se dirigen a un parque cerca del instituto y, bajo un cartel de una marca de whisky, empieza el botellón. Uno de ellos se toma siete copas en dos horas y la noche de viernes acaba en la ambulancia. Coma etílico. Otra vez.

Ministerio de Sanidad Alcohol
El redactor recomienda