El arsenal de los 5 condenados a prisión de Reconstrucción Comunista: hacha, catanas...

La Audiencia Nacional ha condenado a entre 6 meses y 3 años y medio de prisión a cinco miembros del partido Reconstrucción Comunista por pertenencia a grupo criminal y, en el caso de dos de ellos, por tenencia de armas prohibidas que van desde catanas hasta pistolas. Aunque la Fiscalía pedía también ilegalizar el partido, el tribunal ha rechazado dicha medida al considerar que no consta que la formación defienda en su ideario planteamientos violentos y, por tanto, debe considerase ajeno a los delitos de los acusados.

A la hora de abordar las acciones violentas que han protagonizado, destacan los casos de Roberto Vaquero —condenado a 2 años y 3 meses de prisión—, Carlos Javier del Val —3 años y 6 meses— y Adrián Delgado —3 años—, quienes entre 2014 y 2015 comenzaron a "proveerse de navajas, cuchillos y otros mecanismos de defensa y ataque, y a salir siempre a la calle provistos de ellos, utilizándolos en cualquier concentración o acto que en que se encontrasen a personas a las que consideraban adversarios políticos". Asimismo, los otros dos condenados, Álvaro Fernández —2 años— y Pablo Díaz —6 meses—, fueron incorporados al grupo tras regresar de Siria, donde se habían unido a las llamadas unidades de protección popular del pueblo kurdo y habían adquirido "adiestramiento militar".

"Convirtierten lo que tendrían que ser focos de discusión política en enfrentamientos físicos, donde las navajas sustituyen a las palabras”

La sentencia recoge además las armas que la Policía halló en casa de Varquero —"un machete de desbroce, un hacha con mango de madera, un cuchillo táctico, un cuchillo lanzador, cuatro cuchillos con hoja de goma, una navaja táctica plegable y dos navajas plegables"—, así como las incautadas en el domicilio de Del Val, que había acumulado tanto armas de origen japonés como una pistola detonadora del calibre 8 y otra de gas. Al margen del arsenal privado de ambos, los investigadores encontraron también en el local del Reconstrucción Comunista, en la calle madrileña Nicolás Manchado, material que el fiscal consideró que servía para la elaboración de explosivos, como es el caso de trozos de mecha pirotécnica, petardos, paquetes de pilas y un bote de nitrato de potasio. Los magistrados, sin embargo, explican en la sentencia que no puede estimarse acreditado que con dichas sustancias se fuesen a elaborar sustancias explosivas.

Aunque los jueces no comparten la postura del Ministerio Público en cuanto al material hallado en el local del partido, en ningún momento dudan de que el principal objetivo de los condenados era lograr sus objetivos a través de la violencia: “Los acusados tiene un cierto número de armas blancas, además de otros instrumentos, porque los están usando, convirtiendo lo que tendrían que ser focos de discusión política en enfrentamientos físicos violentos, donde las navajas sustituyen a las palabras”, sostienen en la sentencia.