El PSOE ve tintes de "extrema derecha" en Casado, que les exige romper con Torra

La relación entre Pablo Casado y Pedro Sánchez está en sus horas más bajas. Después de que el líder del PP acusara al presidente del Gobierno de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado que se está prepretando en España", el Ejecutivo decidió a última hora de la noche romper relaciones con Casado al considerar que ha perdido el respeto institucional. La respuesta del 'popular' no se ha hecho esperar y ha afirmado que el Gobierno tiene la "piel muy fina" afirmando que él nunca rompería con el PSOE sino con los independentistas y Bildu. Sin visos de retractarse, ha exigido a Sánchez que ponga punto y final a su relación política con el 'president' Quim Torra y el dirigente 'abertzale' Arnaldo Otegi.

La tensión dentro y fuera del Congreso es palpable entre los dos principales partidos. Desde el PSOE, Adriana Lastra ha exigido al dirigente del PP que pida perdón a Sánchez por llamarle "golpista" y ha afirmado que el expresidente José María Aznar seguro que estará "muy contento" por las palabras de Casado. "Es una acusación gravísima y lo que tiene que hacer es rectificar y pedir disculpas", ha dicho en los pasillos del Congreso.

Lejos de calma las aguas, el socialista Patxi López ha opinado que Casado está utilizando "el discurso de los populismos de extrema derecha europeos" y que con sus declaraciones ha sobrepasado "todas las líneas rojas". "Lo del golpe fue un poco más que indignante en un Congreso donde Tejero intentó un auténtico golpe de Estado, es impropio de un partido de gobierno", ha afirmado López en una entrevista en Radio Euskadi, donde ha recordado que Casado comparte "muchas de las esencias de VOX".

Desde el propio Gobierno, la vicepresidenta Carmen Calvo ha reconocido que será "muy difícil" que Sánchez vuelve a hablar con Casado si este mantiene su acusación de golpista. En declaraciones a 'Más de Uno' de Onda Cero ha matizado que aunque la relación entre ambos líderes esté en su peor momento, el Ejecutivo no puede romper con los escaños del PP en el Congreso, a los que les ha lanzado un aviso. "Como socialistas, no vamos a admitir ni una vez más que alguien del PP, como ya hizo también Rajoy con Zapatero, nos agravie de esta manera tan calumniosa y tan peligrosa para la política", ha afirmado.

Ante la pregunta de por qué rompe Sánchez relaciones con Casado y no lo hace con los líderes de ERC que le han llamado "carcelero" y "secuestrador", ha explicado que esos son "adjetivos que en la exageración y en la inmensa libertad de la terminología política desde el bando independentista a cualquier que les escuche le cuadra".

Una exigencia de los independentistas

Quien tampoco ayuda a rebajar la tensión es el propio Casado, que lejos de retractarse ha ido un paso más allá al preguntar a Sánchez por qué no rompe ni con Quim Torra, Carles Puigdemont o Arnaldo Otegi, línea argumental que ha repetido el secretario general del PP, Teodoro García Egea. "Es evidente que Sánchez no ha roto con quien tenía que romper, con los golpistas", ha afirmado. También desde este partido le recuerdan a Sánchez que en un debate televisado antes de las elecciones de 2015 llamó a Mariano Rajoy "indecente".

Misma línea mantiene el vicesecretario general del PP, Javier Maroto, que cree que la ruptura de relaciones es "otra exigencia más de los independentistas". En una entrevista en Antena 3, ha defendido a Casado, que "no tiene pelos en la lengua" y que la reacción del Gobierno ha sido tan rápida porque "la verdad duele. "Hoy, hay un presidente del Gobierno cuyos socios son todos los quieren romper España y creo que decirlo y explicarlo es decir la verdad y cuando la verdad duele provoca este tipo de reacciones", ha afirmado.

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Fuentes de la dirección nacional afirman que el presidente tiene "mala memoria para las ofensas" cuando le conviene y que lo que Casado quiso transmitir es lo que piden lo españoles: "Que rompa con los que están en la cárcel por intentar un golpe al Estado, no con el PP que le ofrece los votos del Senado para aplicar el 155 y restaurar el orden constitucional en Cataluña". A esta cuestión ha tenido una rápida respuesta el PSOE. Su portavoz adjunto en el Congreso, Felipe Sicilia, ha explicado que "le llamó indecente porque no podía ser presidente del Gobierno quien estaba manchado por la corrupción, que es precisamente por lo que se ha ido del Congreso de los Diputados".

Cs: "Dividen entre rojos y azules"

Por su parte, Ciudadanos acusa a Sánchez y Casado de seguir "dividiendo a los españoles entre rojos y azules". El secretario general del partido, José Manuel Villegas, se ha mostrado visiblemente enfadado en los pasillos del Congreso por la actitud de ambos partidos, a los que les ha acusado de mirar siempre al pasado. "No se dan cuenta de que lo que quieren los ciudadanos es mirar al futuro", ha dicho, para calificar de "viejo teatrillo" lo ocurrido ayer en la Cámara Baja.