El asesino de Pioz: "Los niños mayores me pegaban y me llamaban maricón"

"Me gustaría pedir perdón a mi familia; me gustaría haber evitado que todo sucediera; yo no he elegido funcionar de la manera que funciono". Así se ha expresado el asesino confeso de sus tíos y sus primos en agosto de 2016, Patrick Nogueira, durante la primera sesión del juicio que desde hoy comienza en la Audiencia Provincial de Guadalajara. El acusado, que ha decidido contestar únicamente a las preguntas de su abogada, Bárbara Royo, ha relatado que fue maltratado durante su infancia por compañeros de colegio, que empezó a beber alcohol asiduamente a los diez años y que su tío, Marcos Campos, al que asesinó, le robó dinero de la cartera y le chantajeó con denunciarle a extranjería si no le daba dinero.

En concreto, en una declaración novedosa hasta el momento, Patrick ha señalado que él era un niño muy "reservado", que tenía "pocos amigos", que a los diez años cambió de colegio y que los niños mayores se aprovechaban de él y le maltrataban. "He sido como un muñeco para ellos", ha señalado. "Me han pegado, me han llamado maricón, me han arrastrado, me han tirado a un contenedor", ha relatado el acusado, que ha justificado que tras sufrir estos desprecios comenzó a reaccionar con violencia. "Era el único modo de evitar la frustración y el miedo", ha argumentado.

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"Estaba solo", ha dicho Patrick, quien ha explicado que esos malos tratos que sufría le provocaban aislamiento social, que únicamente se juntaba con otros chicos que también eran rechazados. La situación, ha añadido, fue empeorando con el tiempo. "Cada vez que volvía a pelear, me rechazaban más", ha indicado el acusado, quien ha agregado que fue entonces cuando pasó del colegio a la calle. "No le conté a mis padres nada de lo que pasaba, ellos estaban siempre trabajando", ha puntualizado el joven, quien ha dicho también que fue expulsado de dos colegios. "Me quedaba solo el alcohol, ha sido mi único amigo; bebía antes de ir a la escuela, al salir... bebía una botella a la semana al principio y luego una botella al día; a los 15 años, me pasó factura, comencé a vomitar sangre y me dio una úlcera a los 18 años; entré a tratamiento, pero volví a beber", ha afirmado Patrick, quien también ha recordado que al inicio de su adolescencia se dio un fuerte golpe en la cabeza.

"He dormido en la calle por beber alcohol, ha añadido el acusado, quien ha admitido que cuando llegó a España seguía enganchado y que incluso el día anterior a los hechos también bebió mucho. Aquel 16 de agosto, bebió después de su entrenamiento en el equipo de fútbol. "Bebí, dormí y me desperté con resaca, vomité y, como no tenía nada que comer, compré pizza", ha relatado después de contar qué le llevó a planificar la visita a su tío y a su tía. "Al principio, en abril, la relación con mi tío era buena, pero aquí cambió", ha recordado en referencia al momento en el que él llegó a España para jugar al fútbol y se fue a vivir con sus familiares a Torrejón. "Él me pidió ayuda, yo le compré ropa para él, pañales para los niños, comida... Pero un día me robó dinero de la cartera y se fue cuatro días, superó el límite del cajero, me quedé sin nada", ha dicho antes de relatar cómo su tío, según él, trató de intimidarle.

"Mis padres le dieron 2.000 euros para el alquiler y eso, pero él siguió pidiéndome dinero; me negué y él me amenazó con denunciarme a extranjería, porque yo estaba aquí ilegal, si no le daba 6.000 euros más", ha narrado el acusado, quien ha añadido que fue entonces cuando dejó de hablarle. "Se fue a vivir a otro sitio, pero no me dijo la dirección, me dijo que iría a Toledo, le iba a ayudar con el traslado, me dijo que pasaría a las seis, pero a las cinco ya habían desaparecido; me querían cobrar sus deudas, la luz, el agua, el alquiler y un dinero prestado; yo me fue a Alcalá de Henares", ha recordado antes de abordar el episodio que, según él, provocó su reacción. "Me sentí una mierda, un tonto de mierda, me había comido el problema", ha reconocido antes de contar lo que a su juicio fue la gota que colmó el vaso en la relación con su tío y que ocurriría días después. "Mi hermana me dijo que mi abuela había reunido a toda la familia para hablar de que Marcos estaba diciendo que yo era un borracho y todo tipo de mentiras sobre mi; en ese momento me dije que eso no se quedaría ahí", ha señalado Patrick, quien ha confesado que en ese momento sintió algo similar a lo que experimentó en un anterior episodio de violencia que protagonizó contra un profesor en Brasil años atrás.

"Sentí el mismo agobio, que la cosa se iba acumulando, que no aguantaría, que iba a explotar; cuando oprimo la rabia, me desequilibro, tengo ansiedad, no duermo, pierdo la paciencia y vuelvo a beber; tenía la sensación de que iba a pasar algo malo como aquella vez", ha admitido el asesino confeso, que ha relatado a continuación lo que hizo después de comprar las mencionadas pizzas. "Yo no sabía nada sobre los horarios que tenían mis tíos, llevaba dos meses sin hablar con ellos, no tenían ningún contacto; fue entonces cuando mi hermana me escribió para contarme la reunión de mi abuela y entonces decidí hacer lo que iba a hacer; sabía lo que quería, pero no sabía cómo iba a pasar, sabía que tenía que hacerlo, pero no sabía cómo", ha explicado.

"Me entró algo y me fui contra ella"

"Me comí parte de la pizza antes de llegar; les di lo que me sobró", ha explicado. Tras comerse esos últimos trozos con Janaina y los pequeños, él y su tía fueron a lavar los platos. Ella, ha expuesto, "limpiaba" los platos mientras él los "secaba". "Estábamos de frente cuando me pasaba los platos; mientras hablábamos, me entra algo; me fui contra ella y entonces ella me dio un mordisco y yo le clavé en el cuello", ha descrito el acusado, quien ha detallado también cómo fue su ataque a Marcos sin especificar lo que ocurrió los momentos antes de que llegara su tío. "Hablamos en el jardín, él fue a entrar para encender las luces, fui a por él, intentó quitarme la navaja y fuimos ambos al suelo y se la clavé; fue muy rápido, no sé cuántas puñaladas por el forcejeo", ha contado antes de explicar que tras los hechos se marchó a Brasil para despedirse de su familia.

"Me despedí de mi hermana, de mis sobrinas; la Guardia Civil no me ha requerido nunca ni tampoco la Policía de Brasil; me enteré allí, me reuní con la familia, que me dijo que tenía que volver para resolver esto cuanto antes", ha indicado antes de añadir que allí hay gente que ha amenazado a su familia. "Mi hermana ha tenido que cambiar de trabajo", ha afirmado Patrick, que ha asegurado que él siempre ha colaborado con la justicia, que ha ido dando detalles a la Guardia Civil sobre lo que ocurrió aquel día conforme se iba acordando. "En la cárcel me acordaba de cosas y las decía", ha puntualizado. "Nunca he rechazado declarar, les di a los agentes el PIN de mi teléfono, el número de usuario iCloud y de otras cuentas del móvil; no he borrado las conversaciones del teléfono, les entregué la tarjeta sim tal y como estaba", ha justificado el acusado, que ha declarado durante poco más de media hora.

El juicio al acusado de cometer el cuadruple crimen de Pioz, que cubren 35 medios de comunicación, ha comenzado pasadas las 11.30 horas en la Audiencia Provincial de Guadalajara, más de dos horas después de que empezara a constituirse el jurado popular, que decidirá sobre la culpabilidad del asesino confeso de sus tíos y sus dos primos menores en agosto de 2016. La Fiscalía pide para él la pena de prisión permanente revisable.

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Nogueira lleva encerrado en la prisión madrileña de Estremera desde que fue atrapado por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, ante quienes se confesó como el autor de los asesinatos. Durante el juicio, en el que declararán más de una treintena de testigos y múltiples peritos, el jurado deberá dirimir sobre la situación mental del acusado que, según algunos expertos, corresponde con la de un psicópata que presenta un trastorno antisocial de la personalidad. La defensa de Nogueira, de hecho, prevé respaldar la tesis del trastorno, que otros peritos rechazan.

Según el relato de la Fiscalía, Nogueira llegó a Pioz en autobús sobre las 16 horas del 17 de agosto de 2016. Se dirigió andando a casa de sus tíos con unas pizzas que había comprado. Le abrió la puerta su tía Janaina Santos, que en ese momento estaba sola con sus dos hijos (Carolina, de cuatro años, y David, de uno). Todos se comieron las pizzas y, cuando la mujer estaba recogiendo los platos, se acercó a ella con un cuchillo y la apuñaló en el cuello. Luego se dirigió a sus primos, que según el ministerio público estaban paralizados de miedo, y los mató de la misma forma.

El acusado, continúa la Fiscalía, cortó el cuerpo de su tía con unas tijeras de podar y metió los tres cadáveres en bolsas de basura. Limpió todo y esperó a que llegara su tío Marcos Campos. Cuando éste llegó, Patrick le esperaba en el porche, le dejó entrar y le acuchilló en el cuello y le hizo un total de 14 heridas con el arma blanca. Como había hecho con su tía, cortó el cuerpo y lo metió en bosas de basura. Mientras recogía todo, se escribió mensajes con un amigo que estaba en Brasil sobre cómo limpiar los restos de sus familiares. Según las acusaciones particulares, el asesino luego se duchó y durmió en la casa con los cadáveres dentro y al día siguiente se fue en autobús hasta Alcalá de Henares.