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Presupuestos, de entrada no: Iglesias sale de la cárcel más cerca de un tripartito
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Presupuestos, de entrada no: Iglesias sale de la cárcel más cerca de un tripartito

La soledad del 'expresident' Carles Puigdemont se hace cada vez más patente, erigiéndose Junqueras como la pieza fundamental para normalizar el diálogo y desencallar la situación

Foto: Pablo Iglesias, acompañado por la diputada de En Comú, Lucía Martín, y el teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens, a su llegada a la prisión de Lledoners. (EFE)
Pablo Iglesias, acompañado por la diputada de En Comú, Lucía Martín, y el teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens, a su llegada a la prisión de Lledoners. (EFE)

De la concreta reclamación al Gobierno para que pidiese a la Fiscalía una rebaja en el delito de los dirigentes independentistas presos a la genérica demanda de que el Ejecutivo haga "un movimiento". Posteriormente "se analizará". Esta es la novedad, prácticamente imperceptible, pues el 'procés' combina los giros de guion inesperados con una ralentizada técnica cinematográfica a lo Wong Kar-wai, que ha traído la reunión entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias en la cárcel Lledoners este viernes. Al menos, en lo referente a los Presupuestos Generales del Estado, para cuya aprobación es imprescindible el apoyo de las formaciones independentistas y el PNV.

Se demandan gestos para abrirse a negociar los Presupuestos. "La posición de ERC ya conocida", insisten fuentes cercanas a Joan Tardà. Con todo, el pequeño avance, aunque solo semántico, deja más margen de movimiento al Gobierno para atraer su apoyo y consolidar el bloque de la moción de censura. Las opciones son mayores tras la reunión entre Junqueras e Iglesias, desde el posible traslado de la presión de la Fiscalía a la Abogacía del Estado, hasta una mucho menos posible prisión provisonal con arresto domiciliario.

Iglesias tras ver a Junqueras: "Ahora le toca al Gobierno negociar".

La conclusión que trasladaría ERC entre líneas, después de que Iglesias convirtiese a Junqueras en el interlocutor privilegiado frente al 'expresident' Puigdemont, sería la de "Presupuestos de entrada no". Iglesias, el mediador, replicaba por su parte devolviendo el balón a Pedro Sánchez con más aire: "Nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo, y ahora es al Gobierno a quien le toca negociar como Gobierno y se tienen que mover”. E insistía: "El Gobierno sabe lo que tiene que hacer".

Hay partido. Un partido a ida y vuelta. La presencia del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens, refuerza la intención de la alcaldesa Ada Colau de realizar un pacto cruzado multinivel, desde lo municipal a lo estatal, pasando por lo autonómico. Los 'comuns' son una pieza clave para aprobar los presupuestos de la Generalitat, debido al bloqueo de los diputados suspendidos de Junts per Catalunya. Los votos de los republicanos en Barcelona, asimismo, son necesarios para sacar adelante los presupuestos de Colau, después de que ya tuviese que prorrogar los del pasado año.

El marco presupuestario se instaló durante los últimos días para definir las aspiraciones de la reunión. Pero había otros. La reedición del tripartito o, más bien, la detonación de la política de bloques en Cataluña era uno de los principales. Los neoconvergentes fueron los primeros en explotarlo. El concurso del PSC no parece sencillo, pero las relaciones entre ERC y 'comuns' se afianzan.

Joan Tardà: "Ha sido una reunión útil en la que hemos constatado la buena sintonía entre los partidos de izquierdas"

Pablo Iglesias ya se encargaba a primera hora del día, en una entrevista en 'Antena 3' con la periodista Susanna Griso, de anticipar que hablaría con el líder de ERC de política en general y "de qué Cataluña queremos construir juntos". El portavoz de los republicanos en el Congreso, Joan Tardà, que también acudió al encuentro junto al presidente del grupo de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, parecía corresponder al líder de Podemos: "Ha sido una reunión útil en la que hemos constatado la buena sintonía entre los partidos de izquierdas".

De las palabras de Tardà a los medios tras salir de la reunión parece constatarse que este fue el principal tema sobre el que discutieron, pues "no se ha hablado de presupuestos, porque la llave para poder negociarlos solo la tiene el Gobierno", zanjó. El espacio de entendimiento entre los 'comuns' y ERC sigue consolidándose desde la cena secreta, posteriormente desvelada por este medio, que Junqueras e Iglesias mantuvieron en agosto del pasado año con el empresario de la comunicación Jaume Roures como maestro de ceremonias.

Entonces ya se proyectó la sombra del tripartito, que se sigue alargando, aunque con el PSC descolgado acaba enfocando hipotéticos pactos cruzados, en el Congreso, la Generalitat y el Ajuntament. La soledad del 'expresident' se hace también cada vez más patente, erigiéndose Junqueras como la pieza fundamental para normalizar el diálogo y buscar una salida dialogada al conflicto entre la Generalitat y el Estado. La infausta experiencia del tripartito pesa en el recuerdo, sobre todo, de los socialistas, pero desde la dirección de Podemos se ve como una "de las pocas alternativas que hay" para desenquistar la situación.

De la concreta reclamación al Gobierno para que pidiese a la Fiscalía una rebaja en el delito de los dirigentes independentistas presos a la genérica demanda de que el Ejecutivo haga "un movimiento". Posteriormente "se analizará". Esta es la novedad, prácticamente imperceptible, pues el 'procés' combina los giros de guion inesperados con una ralentizada técnica cinematográfica a lo Wong Kar-wai, que ha traído la reunión entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias en la cárcel Lledoners este viernes. Al menos, en lo referente a los Presupuestos Generales del Estado, para cuya aprobación es imprescindible el apoyo de las formaciones independentistas y el PNV.

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