Punset abandona Cs por "ultraliberal" tras ser expedientada por ir a ver a Puigdemont

Era la crónica de una marcha anunciada. Desde que en octubre de 2016 la dirigente valenciana, Carolina Punset, abandonó la ejecutiva nacional de Ciudadanos, sus desencuentros con el partido de Albert Rivera fueron a más. El motivo por el que decidió dejar el órgano de dirección fue que "no compartía decisiones estratégicas". Meses después, en enero de 2017, Punset -junto a miembros críticos del partido agrupados en una corriente denominada 'Transc'sparencia'- cargaba duramente contra la formación, a la que acusó de "fraude ideológico" semanas antes de que el partido cambiara su ideario ideológico para borrar la palabra socialdemocracia. Pero, pese a las fuertes críticas, hasta ahora la eurodiputada no se había dado de baja de Ciudadanos ni tampoco dejó el acta. Este sábado, en una carta adelantada por 'Eldiario.es', la dirigente valenciana anuncia que en los próximos días dejará el carné naranja por haberse vuelto "ultraliberal".

Fuentes del partido naranja confirman a este diario que por ahora no han recibido ninguna misiva. Además, la comisión de régimen disciplinario de Ciudadanos expedientó a Pusent justamente esta semana porque el día 9 de octubre "se trasladó en un coche oficial del Parlamento Europeo a Waterloo para mantener una reunión con el señor Carles Puigdemont, fugado de la justicia española". El expediente de expulsión ha sido enviado este sábado por la mañana.

La eurodiputada ha manifestado a este diario tras preguntarle si mantuvo ese encuentro que habla "con todos los líderes políticos a su alcance como Pons o Borrell" y si tiene "ocasión" con otros partidos "como ERC o PDeCAT". Además, Punset ha insistido en que "eso es lo que debería estar haciendo la líder del partido más votado en Cataluña [en referencia a Inés Arrimadas] en vez de estar quitando lazos amarillos" si lo que pretendiera "es solucionar algo en lugar de tensar la situación y ganar votos".

"Siento vergüenza como feminista"

En todo caso, la carta de la eurodiputada no ha escatimado en dureza contra el que todavía es su partido. Asegura que lo abandona por la deriva "machista" y "ultraliberal" que ha adoptado la formación, tras asegura que no comprende "cómo puede uno acostarse socialdemócrata y levantarse ultraliberal". "Se han dado tantos bandazos que se ha conseguido hacer olvidar a la opinión pública de dónde venimos y a dónde vamos. Hemos pasado de mantener posturas tibias contra el nacionalismo para intentar ganar el voto del catalanismo moderado a ser los más españolistas de todos", sigue Punset.

Precisamente, sobre el tema de Cataluña muestra algunas de sus discrepancias con el partido, pues "todo lo que no sea la aplicación del 155 del señor Rivera es señalado con el dedo". "Te riñen por hablar con Puigdemont, con personas de ERC, con cualquiera que no esté en el bloque del 155. Penoso. Así de claro y así de conciso. Penoso. Te espían, tal cual hacen agentes de la KGB", subraya.

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La eurodiputada también carga contra el voto en contra a la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy. "No facilitar la salida de un gobierno corrupto es igual a ser cómplice de la corrupción. Con esa moción, vi a mi jefe más enfadado y descolocado que al propio Rajoy. Dice mucho". Reprocha también a la dirección que en esta deriva siente "vergüenza" como feminista cuando se está más cerca de "Hazte Oír" al hablar de violencia en el ámbito familiar en lugar de terrorismo machista, o cuando se niega la necesidad de listas paritarias. "No me cabe en la cabeza la defensa acérrima para legalizar los vientres de alquiler", insiste Punset a la que también "se le revuelven las tripas" cuando Ciudadanos habla de "regular" la prostitución.

Punset lamenta que Cs haya escogido pelear únicamente por el voto de la gente de derechas, "o mejor dicho, muy de derechas" lo cual supone, dice, "abdicar a políticas sociales, educativas o económicas que beneficien al conjunto de la población y no solo a unos pocos". "No ha habido interés alguno en atraer al proyecto a gente moderada, relevante y significativa", añade antes de insistir que si hubiera existido el partido hubiera corrido el peligro de poner al descubierto la "mediocridad" de algunos líderes "cómodamente arropados por la estructura piramidal, fuertemente jerarquizada y construida de arriba a abajo, donde la comunicación transversal y ascendente se ignora e, incluso, se persigue".