Le quitó el arma y le disparó: así fue la muerte del guardia civil de Granada

Eran las cuatro de la mañana. José Manuel Arcos Sánchez patrullaba con otro compañero de la Guardia Civil en Huétor Vega, una localidad cercana a Granada. La zona ha vivido una oleada de robos en las últimas semanas y los agentes están en alerta las 24 horas en el municipio andaluz. No quieren que la situación se les vaya de las manos. Ante la llegada de un automóvil sospechoso, los dos guardias civiles decidieron darle el alto. Arcos bajó de su vehículo para identificar al conductor de la furgoneta. Inmediatamente se produjo un forcejeo; después, un disparo que acabó siendo mortal.

Su compañero avisó por radio. El agente y el presunto autor del disparo se enzarzaron en una pelea y en el rifirrafe a Arcos se le cayó el cinturón con el arma, apuntan a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación. El presunto agresor, identificado como J. A. M. G., consiguió darse a la fuga a pie y con el arma reglamentaria del guardia civil, que resultó herido en la ingle por su propia pistola.

El agente comenzaba a perder sangre por la herida de bala y su compañero alertaba de la situación por radio. José Manuel era trasladado al Hospital Campus de la Salud de la ciudad andaluza para ser intervenido quirúrgicamente de urgencia. Horas después, moría desangrado en el quirófano. Los equipos médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Mientras tanto, Guardia Civil y Policía Local de Granada, ajenos todavía al estado de salud de su compañero, iniciaban la 'operación jaula' de manera conjunta. El dispositivo policial que montaron dejaba cercada la localidad andaluza y sus alrededores. Querían evitar que el autor del disparo huyera.

La noticia de la muerte del compañero les llegaba cuando el dispositivo todavía estaba en marcha.

Vecino de Granada y de 40 años

El hombre al que buscaban era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad con "un largo historial delictivo", en el que se encuentran robos y hurtos. Nunca algo tan grave como lo ocurrido este lunes de madrugada, explican fuentes cercanas a la investigación. Tiene 40 años y es vecino de Granada; la Policía lo conoce bien.

Cinco horas después del tiroteo, el dispositivo conseguía encerrar al presunto autor de la muerte de José Manuel. La 'jaula' era todavía más pequeña. Los agentes sabían que J. A. M. G. se encontraba en los alrededores del centro comercial Serrallo, en Granada.

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Efe

El operativo montado por ambos cuerpos policiales lograba atrapar al criminal a la fuga pasadas las nueve de la mañana, cinco horas después de que comenzara el operativo de búsqueda y captura. En los vídeos captados durante su detención se puede oír un "¡No lo detengas, mátalo!", proferido por algún vecino de la ciudad que se había enterado de la noticia de la muerte del agente en acto de servicio.

El detenido había conseguido huir en otro vehículo, cuyo conductor denunció el robo. El caso se encuentra bajo secreto de sumario.

El agente fallecido estaba casado, tenía dos hijos y pertenecía al cuerpo desde 1993. Trabajó en diferentes localidades de Granada y Tarragona. La capilla ardiente para despedirlo se instaló en la comandancia de la Guardia Civil de Granada este lunes por la tarde. Los ayuntamientos de La Zubia, en cuyo puesto de mando trabajaba el guardia civil fallecido, y de Huétor Vega, municipio donde ha ocurrido el tiroteo, han convocado minutos de silencio este lunes en señal de duelo a las puertas de los consistorios.