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Los Franco impulsan la venta de patrimonio ante la creciente presión de Sánchez
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el ejecutivo quería exhumar al dictador antes del 6-D

Los Franco impulsan la venta de patrimonio ante la creciente presión de Sánchez

Multiplican la oferta del Pazo y de un edificio en Madrid coincidiendo con el malestar del Ejecutivo por el traslado a La Almudena. Moncloa pretende ilegalizar la Fundación Franco

Foto: Cripta de La Almudena. (Enrique Villarino)
Cripta de La Almudena. (Enrique Villarino)

La familia Franco se ha convertido en más que una china en el zapato para el Gobierno de Pedro Sánchez. La decisión de enterrar al dictador en La Almudena, en pleno centro de Madrid, cuando sea exhumado del Valle de los Caídos, amenaza con dejar en nada la medida más simbólica del Ejecutivo. Así que el Gobierno ha aumentado la presión sobre los Franco: viaje a Roma para intentar que la Iglesia no acceda a la inhumación en la catedral, amenaza de expropiación del Pazo de Meirás y de ilegalización de la Fundación Franco. Pero los herederos no rehúyen la batalla y han multiplicado el contacto con inversores para impulsar la venta de patrimonio como el edificio en Hermanos Bécquer de Madrid por 50 millones o el Pazo de Meirás por ocho para evitar problemas con el Estado.

Francisco Franco Martínez-Bordiú considera que la exhumación de Franco —cuyo decreto ley fue convalidado por el Congreso con solo dos votos en contra— es una cortina de humo. A esa decisión, ellos respondieron alegando que Franco no debía salir del Valle pero que si lo hacía lo enterrarían en La Almudena. El derecho canónico impide los enterramientos en las iglesias, pero el obispado interpreta que la cripta de La Almudena, donde fue enterrada la hija de Franco y donde los Franco compraron unas tumbas en los años 80, no es exactamente un templo.

Foto: Vista general del monumento del Valle de los Caídos. (EFE)

"Son un dolor de muelas", conceden fuentes del Ejecutivo. El guion vigente es que Franco saldrá del Valle de los Caídos, un lugar de simbología y exaltación franquista, pero a 53 kilómetros de Madrid y en la sierra, pasará a reposar en una tumba en pleno circuito turístico de la capital. El Gobierno ha buscado vías legales para impedirlo pero no las encuentra y ha recurrido a intentar persuadir al Vaticano. Como adelantó 'El País', la vicepresidenta, Carmen Calvo, viajará a la Santa Sede con este asunto sobre la mesa y el PSOE ha movilizado a eurodiputados socialistas para pedirle al papa Francisco que interceda después de que el arzobispo de Madrid se pusiera de perfil en el tema.

El plan del Ejecutivo, una vez que Sánchez descubrió el procedimiento administrativo y que sus trámites convertían la exhumación en algo garantista, era tenerlo fuera del Valle antes del 6 de diciembre, el 40 aniversario de la Constitución. Aunque para no pillarse los dedos como le pasó en julio, Moncloa nunca ha desvelado esa fecha y solo dijo que quería que fuese antes de 2019.

placeholder Fotografía de archivo del Pazo de Meirás en Sada (A Coruña). (EFE)
Fotografía de archivo del Pazo de Meirás en Sada (A Coruña). (EFE)

Hay varias palancas para presionar a los Franco. Para empezar, el Gobierno ha pedido un informe jurídico para ver si puede expropiar el Pazo de Meirás. Además, el Gobierno contempla a medio plazo la decisión de ilegalizar la Fundación Franco, que sigue ahí, aunque para eso hace falta que el Congreso apruebe la proposición de ley del PSOE de Memoria Histórica y que plantea "la necesidad en democracia, de la ilegalización de asociaciones o fundaciones que, con la justificación de fines sociales, realizan actos de exaltación franquista". Legalmente esto tiene un encaje dudoso, porque la democracia en España no es militante y es legal defender ideas anticonstitucionales, pero el Ejecutivo afirma estudiar en un caso que acabaría en los tribunales.

El nieto y portavoz de los Franco admite que notan el aliento del Gobierno, especialmente desde que alegaron que Franco iría a La Almudena de ser exhumado. "Es lógico. El Gobierno quiere hacer lo que le dé la gana y no le gusta que la gente no se pliegue a sus deseos. Pero nosotros tenemos una serie de derechos y podemos enterrarlo donde queramos. Solo faltaba que nos tengan que decir ellos dónde tenemos que enterrarlo, si es que logran exhumarlo, que está por ver".

Al otro lado del tablero, y coincidiendo con la creciente presión, los Franco están jugando sus cartas. En forma de recursos y, a la vez, han impulsado la venta de su patrimonio. Según explican fuentes próximas a la familia, los hermanos coinciden en que lo mejor es desprenderse de la herencia por si más adelante hay problemas con los inmuebles. No es algo nuevo —el fallecimiento de Carmen Franco el 29 de diciembre de 2017 y la decisión de esta de que la herencia fuera indivisible lanzó el proceso— pero sí se han acelerado los contactos.

placeholder Francisco Franco Martínez-Bordiú en una imagen de archivo. (EFE)
Francisco Franco Martínez-Bordiú en una imagen de archivo. (EFE)

Hace unos meses, Francisco Franco Martínez-Bordiú mantuvo una reunión con uno de los promotores inmobiliarios más conocidos de Madrid. Era una cita de negocios, pero la propuesta descolocó por completo al interlocutor. El nieto de Franco le ofrecía el edificio que la familia posee en la madrileña calle de Hermanos Bécquer 8, entre el Paseo de la Castellana y el barrio de Salamanca, residencia familiar desde la muerte del dictador hasta el fallecimiento de Carmen Franco a finales de 2017 y domicilio social de muchas de las sociedades que aglutinan el patrimonio del clan.

El precio de salida era absolutamente redondo: 50 millones de euros por los casi 6.000 metros cuadrados que se reparten entre las siete plantas del inmueble, que data de 1922. Francis Franco sondeó de manera directa a potenciales compradores, pura gestión relacional, durante meses. La señal al mercado es evidente: los Franco están en posición vendedora. Aunque se desconoce la dimensión de la fortuna familiar, el periodista y escritor Mariano Sánchez recoge en su obra 'Los Franco S.A.' que puede llegar a los 600 millones de euros.

Foto: Vista general del Valle de los Caídos, este 24 de agosto, cuando el Gobierno aprobó el decreto de exhumación de Franco. (EFE)

El de Hermanos Bécquer se une a la del Pazo de Meirás, en venta desde principios de año. La propiedad, que originalmente perteneció a la escritora gallega Emilia Pardo Bazán, estaba ya sujeto al escrutinio público y viene siendo reclamada por distintas fuerzas políticas como patrimonio del Estado incluso con Rajoy en Moncloa. Era el mes de febrero y ante el poco mercado existente para un activo de esas características, los herederos tuvieron que poner en manos de una agencia la gestión de la venta, con un precio de salida de 8 millones de euros.

Algo parecido ocurre con la finca La Piniella, en las inmediaciones de Oviedo, una de las varias propiedades que su madre atesoraba en Asturias, también a la venta por una cantidad próxima a los cinco millones de euros. En cuanto al patrimonio, la decisión estaba más que hablada entre los herederos y, una vez ausente la madre, pasaron a la acción.

La familia Franco se ha convertido en más que una china en el zapato para el Gobierno de Pedro Sánchez. La decisión de enterrar al dictador en La Almudena, en pleno centro de Madrid, cuando sea exhumado del Valle de los Caídos, amenaza con dejar en nada la medida más simbólica del Ejecutivo. Así que el Gobierno ha aumentado la presión sobre los Franco: viaje a Roma para intentar que la Iglesia no acceda a la inhumación en la catedral, amenaza de expropiación del Pazo de Meirás y de ilegalización de la Fundación Franco. Pero los herederos no rehúyen la batalla y han multiplicado el contacto con inversores para impulsar la venta de patrimonio como el edificio en Hermanos Bécquer de Madrid por 50 millones o el Pazo de Meirás por ocho para evitar problemas con el Estado.

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