Se queda encerrado en una discoteca y cuando le rescatan aún sigue con sus copas
El dueño del local tuvo que abrirle la verja a las 10 de la mañana, después de ser avisado de su presencia, y encontró al joven bebiéndose un 'cubata'
Un joven ha sido el protagonista de la mañana del jueves en el centro de la ciudad de Málaga. El hombre se quedó dormido en el cuarto de baño de la discoteca Theatro la noche anterior con tan mala suerte que nadie se dio cuenta de su presencia allí cuando el local cerró sus puertas. Pasó lo que quedaba de noche en el aseo y, al despertarse, comenzó a dar señales de vida.
Sobre las diez de la mañana se empezaron a oír golpes en la pared en una oficina que está situada al lado de la discoteca. Después de varios minutos en los que los golpes se repitieron, y aunque los trabajadores de la oficina no veían a nadie, finalmente escucharon una voz saliendo de la verja de la discoteca: “¿Hay alguien ahí?”
Un joven que trabajaba en la oficina, Javier Gabarrón, relata al Diario Sur que el joven le explicó que se había quedado dormido y que no sabía qué hora era. Asegura que le contó que tenía delante de él la recaudación del día anterior y que no iba a tocar nada, pero que iba a “echarse una copita” y esperaba “que no le sentara mal a los jefes”.
Rescate de un pobre parroquiano, que se quedó dormido en los servicios de Theatro. 10 de la mañana...con su copita pic.twitter.com/wLTIeYoS8v
— Javi Gabarrón (@er_gabi2) 4 de octubre de 2018
Casualmente, una administradora del local pasaba por la zona a esas horas y se puso en contacto con los dueños, que acudieron rápidamente hasta la discoteca para liberar al joven. Cuando abrieron la verja, tal y como se ve en el vídeo, el joven estaba en buen estado, dio un último sorbo a la copa que se había preparado, se despidió y se marchó tranquilamente de allí.
Un joven ha sido el protagonista de la mañana del jueves en el centro de la ciudad de Málaga. El hombre se quedó dormido en el cuarto de baño de la discoteca Theatro la noche anterior con tan mala suerte que nadie se dio cuenta de su presencia allí cuando el local cerró sus puertas. Pasó lo que quedaba de noche en el aseo y, al despertarse, comenzó a dar señales de vida.