No fue accidente, fue asesinato: Pere se tiró con su hijo por un barranco de 20 metros

El pasado 14 de septiembre, Pere y Eloi, un padre y su hijo de seis años, ambos de nacionalidad española, morían en un accidente de tráfico en la carretera que une Portbou, en Girona, con Cerbere, en Francia, ya en territorio galo. El vehículo en el que viajaban cayó por un acantilado de más de veinte metros de altura y los servicios de emergencia sólo pudieron rescatar los cuerpos sin vida de ambos.

La policía francesa no descartó ninguna hipótesis desde el principio: tanto el accidente como un posible suicidio se contemplaban. Más aún, después de que la madre del menor hubiera denunciado aquella tarde a su exmarido, del que estaba divorciada desde hacía dos años, porque no hubiera devuelto al niño tal y como señalaba el régimen de custodia compartida que seguían.

Aquel viernes 14 de septiembre, Pere no acudió a su puesto de trabajo en un hospital y tampoco llevó a Eloi al colegio. Horas después de que ambos desaparecieran y de que la madre del niño pusiera la denuncia, se conocía el trágico desenlace con la muerte de ambos después de que su coche cayera por el barranco.

Ahora, la policía francesa ha confirmado los peores presagios. No hubo accidente, sino que fue Pere quien estrelló su coche y se salió de la carretera para caer a continuación por el acantilado y acabar tanto con su vida como con la de su hijo. Un siniestro provocado, según la gendarmería, que ha segado la vida de un niño inocente.

El Ayuntamiento de Sabadell, donde nació el niño, ha convocado una concentración para condenar “un asesinato”, a la vez que ha emitido un comunicado en el que manifiesta su “rechazo a cualquier forma de violencia, discriminación o intolerancia”.