La familia Franco pide al Gobierno que se entierre al dictador con honores militares

La familia de Francisco Franco presentó el pasado viernes un escrito con once alegaciones ante el Ministerio de Justicia para frenar la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, documento que ahora se ha publicado en la página web de la Fundación Nacional Francisco Franco. De todos modos, los descendientes contemplan en dicho escrito la posibilidad de que el Gobierno no dé marcha atrás con su plan, por lo que incluyen un párrafo en el que exigen que el dictador reciba "cristiana sepultura en la Cripta de la Catedral de La Almudena de Madrid" en un entierro que, según sus exigencias, se llevaría a cabo con honores militares.

Más allá del lugar escogido por la familia, decisión que cuenta con el visto bueno del arzobispo de Madrid, la familia considera que el dictador merece ser enterrado con honores militares por el Real Decreto 684/2010, en el que se contempla que, "en representación de la Nación y en nombre de los poderes del Estado, las Fuerzas Armadas rinden honores militares como homenaje y manifestación de respeto a la Bandera de España, al Rey y a determinadas personalidades, autoridades y mandos militares".

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El decreto apunta en este sentido a que tales honores serían concedidos a la familia real, al presidente del Gobierno, al ministro de Defensa, al jefe del Estado Mayor de la Defensa, al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire y a oficiales generales. De todos modos, en dicho texto se recoge también que "la Presidencia del Gobierno o el Ministerio de Defensa serán los responsables de la organización y concreción de los actos de honras fúnebres que se celebren, con la participación de la Casa de Su Majestad el Rey cuando proceda", por lo que todo apunta a que la petición de la familia no será atendida por las autoridades competentes.

El entierro con honores de Sanjurjo

La petición de la familia Franco llega un año después de que el general golpista José Sanjurjo fuera enterrado en el Pabellón de Héroes Regulares del Cementerio de Melilla en secreto y con representación de altos mandos militares y políticos, entre los que cabe destacar al presidente y senador por dicha circunscripción, Juan José Imbroda, así como el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu.

La familia de Sanjurjo, que había sido exhumado del Monumento a los Caídos de Pamplona en noviembre de 2016 por orden del Ayuntamiento de Pamplona, optaron por enterrar al general en secreto, pasando entonces la ceremonia desapercibida hasta que fue confirmada por el investigador y bloguero local Enrique Delgado. “Fui al cementerio y corroboré los datos con varios trabajadores. Diversas personas me dijeron después que no se ha hecho oficial porque era una ceremonia secreta. Un traslado así requiere unos recursos, y un despliegue, además de los permisos administrativos del Ministerio de Defensa”, aseguraba Delgado a este diario en 2017.

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Aunque las diferencias entre los casos de Sanjurjo y Franco son notables, los contactos entre los abogados de ambas familias han sido constantes, y prueba de ello es la comida que mantuvieron en el restaurante Fiat de Madrid el pasado 2 de julio. En dicho encuentro, el abogado de los Sanjurjo, Enrique Garza, acudió a la cita con una sentencia que abría una nueva posibilidad: un juez de Pamplona había dictaminado esa misma mañana que la exhumación de 2016 del general José Sanjurjo no cumplió la Ley, permitiendo por tanto a sus descendientes volver a depositar los restos del militar en la misma cripta del Monumento a los Caídos de la que fue desenterrado. "Santiago es un buen amigo y un gran jurista. Fue una comida de cortesía, que es lo habitual en estos casos", comentaba en este sentido Garza a El Confidencial.