Racing-Girona: primera condena contra el presidente de un club de fútbol por amaño

La justicia española condenó ayer por primera vez al presidente de un equipo de fútbol por amañar un partido. El Juzgado Penal número 1 de Girona, en concreto, castigó con seis meses de prisión, un año de inhabilitación y una multa de 2.000 euros al que fuera máximo dirigente del Racing de Santander Ángel Lavín, al entender que incurrió en un delito de corrupción en el deporte. Según la sentencia, que fue dictada 'in voce' (de viva voz), Lavín trató de amañar 'a posteriori' el resultado del partido que había disputado su equipo contra el Girona en la temporada 2012-13.

La resolución considera probado que el 2 de julio de 2013 Lavín ofreció a los directivos del club catalán dinero y un jugador a cambio de que estos reconociesen haber incurrido en una alineación indebida. Esta última supuesta irregularidad, que ya había sido rechazada por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), en caso de haber sido admitida por el Girona a pesar de su falsedad, habría provocado que este último conjunto perdiera los tres puntos del partido que había ganado al Racing en favor del club santanderino. Este traspaso de puntos habría permitido al Racing salvar la categoría y permanecer en Segunda División, dado que el Guadalajara había sido descendido vía administrativa y dejaba un hueco en esa categoría.

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Los hechos, sin embargo, no sucedieron como había planeado Lavín y el Racing bajó a Segunda División B. Su interlocutor, el entonces presidente del Girona y secretario general de la Asociación de Ocio Nocturno —que incluye discotecas y salas de fiesta—, Joaquim Boadas, decidió grabar la conversación y mostrar el intento de amaño a la Liga de Fútbol Profesional, que automáticamente interpuso una denuncia administrativa y, en paralelo, una querella contra los responsables del intento de amaño, que la entidad deportiva entendía que eran, además de Lavín, el que también fuera presidente del club montañés Francisco Pernía y el agente de jugadores Eugenio Botas.

El día del juicio, que se celebró ayer momentos antes de que se dictara la sentencia 'in voce', Lavín se confesó culpable de todos los cargos, se autoinculpó, asumió toda la responsabilidad y exoneró a Pernía y a Botas. Acto seguido, tanto la Fiscalía como la Liga retiraron su acusación contra estos dos últimos y redactaron un nuevo escrito contra el expresidente del Racing. Tanto el ministerio público como la Liga prefirieron una sentencia en mano, que además es firme —no permite recurso alguno y sienta precedente—, que una resolución que pudiera no terminar en condena clara.

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El fallo, de hecho, tiene un gran valor para ambas acusaciones, dado que representa la primera condena emitida por un juzgado contra un presidente de club de fútbol por el amaño de un partido, un delito técnicamente conocido como corrupción en el deporte. La resolución sienta por lo tanto jurisprudencia de cara a las investigaciones que actualmente hay abiertas en casos como el del Levante-Zaragoza, el Osasuna-Betis y otros incluidos en las operaciones Pizarro y Cortés, dado que en el fondo se están investigando intentos de manipulación de encuentros deportivos.

El Departamento de Integridad de la Liga rastrea desde hace al menos dos años todos los partidos en busca de indicadores que apunten hacia posibles amaños. Para ello, ha desarrollado una herramienta que ha servido para que la Policía Nacional ponga en marcha investigaciones judiciales que han culminado con la detención de decenas de personas en el marco de diferentes operaciones. La aplicación informática relaciona apuestas deportivas con acontecimientos que se producen durante el desarrollo de un encuentro, con el fin de detectar movimientos sospechosos que luego pone en conocimiento de los investigadores policiales.