El dictador Francisco Franco mandó modificar las monedas de peseta de 1946, ya que en las primeras pruebas aparecía con un bulto en la parte posterior de la cabeza. Una moneda que se acuñó como prueba aquel año ha permitido conocer las diferencias entra la que iba a ser la peseta original y la que finalmente tuvo cauce legal.
Jaime Paz, organizador del Congreso de Numismática que ha tenido lugar este fin de semana en Vigo, explicaba al Faro de Vigo que encontró la moneda por casualidad: “La pieza llegó a mis manos de forma casual, procedente de una caja de zapatos con unas 400 monedas de una peseta, así como de cinco y diez céntimos y una de 0,50 céntimos de níquel de 1949”.
El bulto en la cabeza no es la única modificación entre la moneda de prueba, firmada por Mariano Benlliure, y la definitiva ya que también se estilizó el cuello del dictador para parecer más delgado. Las rarezas son muy apreciadas en numismática y el valor de esta moneda hoy en día superaría los 3000 euros.
Es la primera moneda en la que se incluye el busto de Franco y parece que el ‘photoshop’, aunque fuera más rústico, ya hacía estragos hace más de 70 años.
El dictador Francisco Franco mandó modificar las monedas de peseta de 1946, ya que en las primeras pruebas aparecía con un bulto en la parte posterior de la cabeza. Una moneda que se acuñó como prueba aquel año ha permitido conocer las diferencias entra la que iba a ser la peseta original y la que finalmente tuvo cauce legal.
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