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'Vuelta al cole' en la escuela ruinosa de Getafe: "Prefiero a mis hijos en la calle"
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'Vuelta al cole' en la escuela ruinosa de Getafe: "Prefiero a mis hijos en la calle"

Los padres del Miguel de Cervantes han organizado una sentada en el primer día de colegio de sus hijos, protestando por las penosas condiciones de las clases debido a las obras, inacabadas

Foto: Fotos: C. B.
Fotos: C. B.

Dos niños corretean por la puerta de su colegio. "¡A que no me pillas!", grita uno. "¡Hugo, por ahí no! Mi madre no me deja entrar al colegio", contesta el otro. Unos minutos más tarde, una madre, entre lágrimas por la frustración, lee un comunicado. "200 de nuestros hijos no tienen una clase disponible. Pido una educación pública de calidad para ellos". El resto de padres, madres e hijos, vestidos con cascos falsos de obra y chalecos reflectantes, aplauden en la sentada de protesta por la falta de avances de la construcción de parte de su escuela, a pesar de que hoy es el primer día.

El colegio Miguel de Cervantes en Getafe lleva cuatro años en obras, desde que se puso en funcionamiento. El primer año se permitió la matriculación de niños sin estar aún construido. En la vuelta al colegio este año, se suponía que las obras de ampliación de 4 aulas de infantil, 12 de primaria, el comedor, gimnasio y otras dos aulas especiales (con un coste de casi tres millones de euros) iban a estar terminadas. Pero durante la tarde del jueves circularon por los grupos de familias unas fotos que mostraban el atraso: cables colgando, baños sin montar y material de obra por el suelo.

placeholder Estado de los baños el jueves 6 de septiembre al mediodía, menos de 24 horas antes del inicio de las clases. Los operarios han estado trabajando durante toda la noche.
Estado de los baños el jueves 6 de septiembre al mediodía, menos de 24 horas antes del inicio de las clases. Los operarios han estado trabajando durante toda la noche.

Esta escuela pública está situada en Los Molinos. Es un barrio nuevo lleno de familias jóvenes con hijos pequeños. La mayoría se mudaron entre 2013 y 2016. Según uno de los padres, la zona cuenta con más de 8000 personas. Sin embargo, la página del Ayuntamiento del Getafe cifra la población en 1000. Pese al aumento de la demografía, solo hay dos guarderías privadas y ninguna pública y los colegios no dan abasto. De los 400 niños del Miguel de Cervantes, 200 se han visto afectados por estas obras de remodelación.

"El fracaso" de la construcción por fases

Se hace el silencio entre las decenas de padres que participan en la sentada. Intentan callar a sus hijos, de entre 3 y 6 años. El representante de la asociación de padres y madres de alumnos, Javier Torres, va a hablar ante las cámaras de la televisión: "Llevamos tres años conviviendo con las obras. Los niños no saben lo que es un comedor normal o un gimnasio. Los colegios no son solamente paredes ni nuestros hijos de segunda". Además, Torres achaca este retraso a "la construcción por fases" ya que es un sistema "que no funciona".

placeholder Otra de las imágenes realizadas el jueves a mediodía en el colegio de Getafe Miguel de Cervantes.
Otra de las imágenes realizadas el jueves a mediodía en el colegio de Getafe Miguel de Cervantes.

Javier Torres relata el calvario que han sufrido con el Miguel de Cervantes: "El primer año, todos los niños se tuvieron que desplazar a otro colegio. El 2º año vinieron al Cervantes, pero tenían clases en los pasillos. El año pasado se repartieron entre este y otro colegio". Detiene la explicación, señalando con el dedo a varios operarios que entran por la puerta con más material de obra. "Han estado trabajando durante toda la noche".

En la otra esquina, dos padres charlan y se quejan sobre las condiciones del colegio. Alberto y Pedro recuerdan la "desastrosa situación" del año pasado, donde uno de ellos tuvo que llevar a su hija pequeña de dos años (primero de infantil) al colegio Gabriel García Márquez, a un kilómetro y medio de la zona. "Daban clase allí y comían aquí. Cuando volvían, algunos se quedaban dormidos en el autobús". El Miguel de Cervantes es un colegio de línea cuatro, es decir, que permite la incorporación de 100 nuevos niños por año. "El colegio se va a quedar pequeño ante el boom de la demografía del barrio. Pero la consejería no aportan soluciones". Por otro lado, la culpan por las obras, el polvo y el olor a pintura. Otra de las madres que pasa por ahí, suelta: "Para esto, prefiriría a mis hijos en la calle".

Según la alcaldesa del PSOE en Getafe, la situación de este colegio representa la "nefasta planificación" de la Consejería de Educación del PP en Getafe

La alcaldesa del PSOE en Getafe, Sara Hernández, también está presente en las protestas. En declaraciones a este periódico, señala que ella se opone a la "construcción por fases" y recalca que el Miguel de Cervantes no cuenta con "las condiciones mínimas para dar clase". "No es un hecho aislado, esto representa la nefasta planificación de la Consejería de Educación del PP en Getafe: colegios sin dotación, recreos que parecen un campo de minas o comedores masificados". Otros colegios en Getafe, como el Bercial, el María Blanchard o el Emperador Carlos V revelan el mismo problema. "En uno se ha habilitado la mitad del comedor para dar clase".

"¡Directora, dimisión!"

Se escuchan algunos cánticos como "cole inacabado como el máster de Casado" o "cole inexistente como el máster de Cifuentes", dirigidos a la Consejería de Educación del PP de la Comunidad de Madrid. Un profesor, preguntado por el estado del colegio, rechaza hacer declaraciones. "Hay que tomárselo con humor". Una mujer se asoma por la puerta del edificio. "¡Directora, sinvergüenza!", "¡directora, dimisión!". Los gritos dirigidos a Yolanda Matos, la directora del colegio del Miguel de Cervantes, se deben a que, según los padres, no ha explicado nada de la situación del colegio. Un hombre que pide no ser identificado culpa a la Consejería de Educación por "estos nombramientos a dedo". Este periódico ha intentado recoger la versión de la directora, sin éxito.

¿Cómo se impartirá la educación física cuando llueva? Esto es por una política que no concibe la educación como un derecho

Más tarde, una madre lee otro comunicado para reclamar que los colegios afectados en Getafe se construyan en una sola fase. "El método de construcción actual provoca que los niños de infantil y primaria se vean obligados a convivir entre grúas, obras y polvo. Sin gimnasio, ¿cómo se impartirá la educación física los días de lluvia? Esto es una consecuencia de una política que no concibe la educación como un derecho", finaliza, emocionada.

placeholder Fotografía realizada el jueves a mediodía de una de las aulas del colegio Miguel de Cervantes. Este viernes ya no estaban los botes de pintura, pero el olor se podía percibir desde fuera y las verjas aún manchaban.
Fotografía realizada el jueves a mediodía de una de las aulas del colegio Miguel de Cervantes. Este viernes ya no estaban los botes de pintura, pero el olor se podía percibir desde fuera y las verjas aún manchaban.

Entre la algarabía de personas y los pitidos de silbato, los padres dudan. No saben si permitir que sus hijos entren al colegio en su primer día de clase. No pueden ver el estado de las instalaciones. Solo ha podido entrar la alcaldesa, que les explica cómo está todo: "Se ha hecho la limpieza de obra, pero aún sigue sucio. Han tapado los cables. De todos modos, hay muchos servicios no operativos porque faltan tuberías, no hay papel higiénico, las aulas siguen sin luz y el material escolar está en cajas. Solo hay mesas y sillas". Preguntada por si dejaría que sus hijos entraran ahí, contesta: "Para pasar la mañana sí, pero para dar clase no".

Según cuenta la alcaldesa del PSOE, el colegio ha recibido esta misma mañana el acta de ocupación, pero el Ayuntamiento aún no ha otorgado la licencia de ocupación para dar clase. Vanessa Fernández, otra de las madres afectadas, explica que "a modo de protesta" no va a dejar que su hijo entre al colegio. "Veremos el lunes". "Esto no es un primer día de cole como debe ser", suspira otro hombre, que tiene que estar atento a su hija de tres años mientras intenta averiguar qué va a hacer el resto de padres con los niños.

Dos niños corretean por la puerta de su colegio. "¡A que no me pillas!", grita uno. "¡Hugo, por ahí no! Mi madre no me deja entrar al colegio", contesta el otro. Unos minutos más tarde, una madre, entre lágrimas por la frustración, lee un comunicado. "200 de nuestros hijos no tienen una clase disponible. Pido una educación pública de calidad para ellos". El resto de padres, madres e hijos, vestidos con cascos falsos de obra y chalecos reflectantes, aplauden en la sentada de protesta por la falta de avances de la construcción de parte de su escuela, a pesar de que hoy es el primer día.

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