La guerra, los judíos y el oro de los nazis
La historia de la estación nace en 1904 con la firma del convenio entre Francia y España para unir ambos países a través de los Pirineos, pero fue el 18 de julio de 1928 cuando quedó oficialmente inaugurada por el entonces rey de España, Alfonso XIII, el general Primo de Rivera y el presidente de la República Francesa, Gastón Doumerge.
Sin embargo, durante la Guerra Civil, el nexo con Francia desde Canfranc fue tapiado para evitar las posibles conexiones con el país vecino.
En 1940, ya en plena Segunda Guerra Mundial, Canfranc se reabre para adquirir un protagonismo inesperado ¿El motivo? La parte francesa de la estación se había convertido en una de las paradas obligatorias del ejército nazi. Muchos de los trenes que transitaban las vías de Canfranc, las mismas que ahora van a ser rehabilitadas, transportaban el wolframio que el ejército nazi necesitaba para reforzar sus tanques. A cambio, España recibía toneladas de oro como recompensa.
Pero no solo por eso la estación de Canfranc se convirtió en un punto clave en la Segunda Guerra Mundial. Sus vías fueron recorridas por el llamado como ‘tren de la libertad’, un ferrocarril en el que, durante algunos años, llegaban los refugiados judíos que habían conseguido escapar de la Alemania nazi y entrar en España. Según diversos investigadores, hasta 15.000 judíos atravesaron Canfranc y encontraron en nuestro país la primera parada de su libertad.
Sus vías fueron recorridas por el ‘tren de la libertad’, un ferrocarril en el que llegaban los refugiados judíos que escapaban de la Alemania nazi
Muerte y resurrección de la estación
En 1970, tras el descarrilamiento de un tren de mercancías francés, la estación de Canfranc vio cómo se cerraba la línea que comunicaba esta estación con Francia. Así, durante las siguientes décadas fueron cerrando los hoteles y comercios que durante tantos años habían revitalizado esta zona de Huesca. Ahora, tan solo un tren regional, el llamado canfranero, llega a esta estación convertida casi en un museo.
El Ejecutivo aragonés ha diseñado un nuevo plan integral de rehabilitación de la zona. Según las estimaciones, estará concluido en 2021
En 2005 la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural comenzó un proyecto de rehabilitación para que la estación pudiese recuperar la actividad y preservar el encanto y valor histórico de la estación internacional. Esto no supone solamente rehabilitar el edificio sino también otras construcciones “menores” pertenecientes también a la denominada “arquitectura ferroviaria” como el Edificio Postal, el Almacén Curvo, el Cocherón de Carruajes, el Hangar Francés, el Muelle Español o el Pabellón de entrada.
Para esto, el Ejecutivo aragonés ha diseñado un nuevo plan integral de rehabilitación de la zona, que ejecutarán Acciona y Avintia, y que, según las estimaciones de las autoridades, estará concluido en 2021.
Bienvenidos a la nueva estación
Este verano han comenzado las obras para la recuperación integral del perímetro de la estación, que sigue el modelo de la arquitectura palacial francesa del siglo XIX en su exterior y está catalogada como Bien de Interés Cultural.
“La rehabilitación de la estación de Canfranc permitirá recuperar un espacio emblemático de la región y de la historia del transporte en España. Para Acciona supone una enorme responsabilidad aportar nuestra experiencia en construcción en este proyecto”, señala a El Confidencial Jaime Molina, de Acciona Construcción y Gerente de la UTE.
Así, se llevará a cabo la conversión de los antiguos andenes en una estación que dispondrá de una superficie útil total de 984 metros cuadrados, incluyendo espacios de uso público para los viajeros, zona de gestión de tráfico y cafetería, entre otros.
El proyecto de rehabilitación de Canfranc incluye un nuevo edificio de viajeros, renovar las vías ferroviarias, un hotel y zonas comerciales
Además, se construirán cuatro nuevas vías, con una longitud total de 1,6 kilómetros, dos nuevos andenes de 160 metros de longitud cada uno, así como las instalaciones ferroviarias necesarias para asegurar una explotación segura y moderna de la infraestructura.
El edificio histórico de la estación se rehabilitará también para su futuro uso hotelero y comercial, una utilidad que ya tuvo a principios del siglo XX. Para ello, se ha diseñado un proyecto que mantenga abiertas al público las zonas más emblemáticas de la antigua estación de manera que puedan disfrutar de su bella y emblemática arquitectura todos los viajeros que pasen por Canfranc aunque no estén alojados allí.
Para mantener el valor artístico e histórico, Acciona está recurriendo al asesoramiento de expertos como la Escuela de Artes de Huesca o la Real Fábrica de Vidrio de la Granja.
Para preservar el valor histórico y artístico de la estación, se está contando con el asesoramiento de la Escuela de Artes de Huesca
Acciona también destaca el trabajo de preservación medioambiental del entorno. El proyecto incluye una decida apuesta por la economía circular, tal como explica Jaime Molina: “Emplearemos los materiales residuales de algunas zonas como materias primas en otras, de manera que reduzcamos tanto los materiales que tenemos que traer como los residuos. Además, con los restos de demolición de suelos se contribuirá a la regeneración medioambiental de una cantera cercana”.
La estación que en su momento se convirtió en un punto estratégico clave del transporte ferroviario y de la historia internacional, está cada vez más cerca de comenzar una nueva vida. Y en esta ocasión, la presenciaremos en directo.