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Por qué Marlaska solo quiere explicar el cese del exjefe de la UCO en una comisión secreta
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el ministro rehusó arrojar luz sobre el caso

Por qué Marlaska solo quiere explicar el cese del exjefe de la UCO en una comisión secreta

¿La destitución fue una decisión unilateral del ministro para poner fin a una lucha de egos entre él y el coronel u obedeció a algún otro tipo de intereses políticos?

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso. (EFE)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso. (EFE)

La comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se fue caldeando ayer por momentos. El responsable de la cartera comenzó anunciando que no iba a abordar uno de los puntos del orden del día, quizás el más polémico desde el punto de vista político, el del cese del que fuera jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, el hombre que ha estado detrás de las principales investigaciones del cuerpo contra la corrupción.

El ministro tenía una buena relación con el coronel desde hace años. No en vano, como publicó ayer 'El Español', después de que Marlaska comenzara a ejercer como juez instructor de la Audiencia Nacional allá por 2004, ambos han coincidido profesionalmente en varias ocasiones. En julio de 2008, cuando el magistrado llevaba cuatro años en el alto tribunal, una operación de la Guardia Civil dirigida por Corbí logró desarticular el comando Vizcaya, liderado por Arkaitz Goikoetxea, quien tenía entre sus objetivos al entonces juez y hoy ministro Marlaska. En ese contexto de estrecha colaboración, es difícil pensar en algo racional que provocara esa "pérdida de confianza" argumentada por el ministro para deponer al coronel.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su comparecencia en el Congreso. (EFE)

La destitución del coronel de la Guardia Civil Juan Hernández Mosquera al frente del Gabinete de Estudios y Coordinación y la colocación en su lugar del comisario de la Policía Nacional José Antonio Rodríguez González, conocido en el cuerpo como 'Lenin', provocó la reacción de la Asociación Pro Guardia Civil, controlada por Corbí y mandos afines, que criticó la decisión del ministro y la leyó como un ataque a la corporación, dado que a su entender el puesto tiene que ser ocupado por un miembro del instituto armado o a lo sumo por alguien independiente, no por mandos políticamente afines al Gobierno.

Tras este relevo, Corbí remitió a su equipo la nota —que dio a conocer 'Vozpópuli'— en la que el coronel comunicaba su decisión de paralizar todas las investigaciones después de que el Ministerio del Interior cortara a su vez el grifo de los fondos reservados, una partida que ingresa la Secretaría de Estado de Seguridad mensualmente para que los responsables de la UCO puedan cubrir los gastos habituales de su actividad profesional. Marlaska llevaba apenas un mes en el cargo cuando se produjo esta misiva de Corbí, con lo que no parece descabellado pensar —según fuentes consultadas— que el retraso en la remisión de los fondos se debía más a una dejación de funciones por parte de la Secretaría de Estado de Seguridad, ya sea por ignorancia o por negligencia, que a una intención de frenar la actividad de la UCO.

placeholder Sánchez Corbí, cuando aún era jefe de la UCO, durante la investigación del caso de Diana Quer.
Sánchez Corbí, cuando aún era jefe de la UCO, durante la investigación del caso de Diana Quer.

En ese contexto, la respuesta de Marlaska fue realmente llamativa: el cese fulminante de uno de los funcionarios más respetados de la Guardia Civil durante los últimos años. ¿Obedeció esta resolución a un ataque de soberbia para poner fin a una lucha de egos? ¿Actuó Marlaska por orden del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o de su mujer de partido en el ministerio, la secretaria de Estado Ana Botella, por algún tipo de motivación política ya pensada antes?

De momento, la respuesta tendrá que esperar, dado que Marlaska rehusó ayer abordar el tema en sede parlamentaria, a pesar de que estaba obligado por la Diputación Permanente, que aprobó el polémico cese como uno de los puntos del orden del día que debía tratar el ministro, como le recordó el diputado del PP y ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, que tuvo las palabras más duras de la mañana. "Usted no puede elegir ni cuándo ni dónde debe comparecer", enfatizó el actual portavoz popular en la comisión constitucional del Congreso, invitado de excepción al debate de Marlaska, después de que este insistiera en que no iba a explicar nada ayer en la Cámara Baja.

Foto: El coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí. (EFE)

Marlaska argumentó que aún había plazo para que el coronel recurriera la decisión y que tenía que respetar ese tempo porque, en caso de que el afectado finalmente reclamara una revisión de su caso, la apelación tendría que ser resuelta en última instancia por el ministro. El razonamiento, sin embargo, no convenció a Martínez, quien señaló que por esa regla de tres el ministro no podría hablar de ningún asunto, ya que todo es recurrible. "De nada, de nada", subrayó antes de añadir que en sede parlamentaria ha habido investigados que han sido cuestionados por sus procedimientos e investigaciones, como el propio Corbí, que han sido interpelados por sus diligencias.

El ministro se fue encendiendo conforme avanzaba la discusión sobre este punto, hasta que al final se mostró incluso visiblemente nervioso. Martínez, por su parte, le hizo ver que su decisión de no dar explicaciones sería recurrida ante la Mesa del Congreso, al entender que se trataba de "un incumplimiento grave" de sus obligaciones como ministro que vulnera las competencias de la Cámara Baja. La pretensión de Marlaska, según dijo él mismo, era retrasar sus explicaciones y luego exponerlas en la comisión de Secretos Oficiales, donde nunca hay filtraciones y por lo tanto quedarían en un ámbito reservado, extremo que también le censuró el exsecretario de Estado, que recordó que la Diputación Permanente le indicó el momento y el lugar.

La comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se fue caldeando ayer por momentos. El responsable de la cartera comenzó anunciando que no iba a abordar uno de los puntos del orden del día, quizás el más polémico desde el punto de vista político, el del cese del que fuera jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, el hombre que ha estado detrás de las principales investigaciones del cuerpo contra la corrupción.

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