Un montañero se encuentra con una osa y sus tres cachorros en los Pirineos

Un excursionista francés de 22 años, que recorría el Pirineo con otras tres personas, tuvo que ser rescatado por los servicios de emergencia después de asustarse al encontrarse de frente a una familia de osos y salir huyendo.

Según han informado desde el Consejo General de Aran, en Lleida, la alerta se dio después de que un grupo de montañeros perdiera la pista a uno de sus integrantes, un joven de 22 años, que escapó montaña arriba al encontrarse con una osa y sus tres cachorros.

El joven explicó que se asustó después de toparse, a menos de diez metros, con la osa que, según ha narrado, mantuvo una actitud defensiva hasta que las crías estuvieron suficientemente lejos y ella se dispuso a seguirlas.

El excursionista aseguró que la osa no mostró agresividad ni le atacó, aunque sí se mantuvo firme ante los gestos y gritos del joven y no se movió hasta que las crías se alejaron.

No deben hacerse gestos agresivos ni gritar

Una vez que el joven francés llegó a un lugar con cobertura telefónica, y ya lejos de la presencia de la osa, decidió enviar al resto de compañeros su localización y se activó el dispositivo para rescatarlo. En el operativo participaron hasta cuatro cuerpos de seguridad diferentes de la zona.

Tras el rescate, agentes de Medio Ambiente rastrearon la zona con perros y pudieron localizar pelos de la osa que servirán para su identificación genética. Además, se intenta recuperar alguna imagen en las cámaras que hay instaladas cerca de la zona donde ocurrieron los hechos.

Precisamente en estas cámaras, denominadas cámaras trampeo, el Consejo General de Aran asegura que se ha podido observar la presencia de una osa adulta que corresponde "muy probablemente" con la que ha causado el incidente.

Desde el Consejo General de Aran recuerdan que la actitud que hay que mantener ante un oso es la de hacerse oír de lejos y, si el encuentro es a corta distancia y el oso ya lo ha detectado, alejarse lentamente del lugar hablando en voz alta para que el oso vea que no hay ninguna amenaza hacia él o sus crías. Además, no deben hacerse gestos agresivos ni gritar, dado que esto podría interpretarse como un peligro por parte del animal.