La Rata, el Gafas y Aguinaco: los 'chinos' que enseñaron a españoles a amañar partidos

La trama de amaños de partidos desarticulada por el Servicio de Control de Juegos de Azar de la Policía Nacional los pasados 19 de febrero y 11 de junio en el marco de las operaciones Pizarro y Cortés tuvo su origen en Asia. Algunos futbolistas españoles que habían viajado al continente para jugar en equipos de allí aprendieron el modus operandi de la manipulación de encuentros. Entraron en contacto con gente que apostaba a partidos que se disputaban en el extranjero, concretamente en ligas inferiores conformadas por jugadores que ganaban poco o nada por ejercer su profesión y que, por lo tanto, eran carne de cañón para los que dirigían las mafias de sobornos.

En concreto, los líderes de estas tramas ponían una cantidad alta poco antes de comenzar el encuentro a que uno de los equipos iba a perder por más de dos goles. Una vez hecha la apuesta, éstos lo comunicaban a sus contactos en el extranjero, que a su vez lo trasladaban a los responsables del club comprado, que inmediatamente hacían una señal -como quitarse la gorra, por ejemplo- a los jugadores afines que disputaban el partido para que se dejaran marcar.

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Uno de los futbolistas que aprendió este sistema de "hacer partidos" durante el tiempo que estuvo jugando en Hong Kong fue Óscar Rodríguez Antequera, apodado La Rata. Fue defensa central del Hong Kong Rangers FC entre 2014 y 2016. Rodríguez Antequera se había formado en las categorías inferiores del Sevilla e incluso llegó a debutar con el primer equipo hispalense en 1999 antes de recaer en el conjunto asiático. Entre medias, estuvo en el Real Valladolid, en el Polideportivo Ejido, en el Cartagena, en el Portuense, en el Écija Balompié y en el Paniliakos griego.

Tras regresar a España hace dos años, se enroló en el Club Deportivo Alcalá de Guadaira, donde continúa en la actualidad, al tiempo que colaboraba presuntamente con la trama de amaños que investiga la Policía, según se desprende de las declaraciones hecas por los cabecillas de la organización a los investigadores. En concreto, José Iván Moreno, a quien los responsables del Servicio de Control de Juegos de Azar sitúan en la "cúspide" de la trama española en sus informes, aseguró que conoció a Rodríguez Antequera a través del otro líder del supuesto grupo delictivo, Jon Andoni García Arambilet, que había coincidido con La Rata en el Écija.

Según Moreno, a él le llamó un antiguo compañero de La Roda CF, Raúl Espínola, para decirle que "tiene unos amigos en el Atarfe que quieren amañar un partido", que si le puede poner en contacto con esos amigos porque tenía constancia de que su interlocutor conocía a Rodríguez Antequera, "que se dedicaba al amaño de partidos". Moreno declaró que trasladó el ofrecimiento a 'La Rata' porque sabía que "estaba participando en el amaño de partidos con ciudadanos de Hong Kong que conoció durante su estancia en aquel país".

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Tras realizar "diversas gestiones", prosiguió Moreno, Rodríguez Antequera "confirmó la posibilidad de realizar el amaño" del partido Vélez-Atarfe de la temporada 16-17. En la manipulación, continuó, intervendrían seis jugadores del conjunto granadino, como exigía habitualmente la mafia china, que reclamaba además que el portero y los defensas formaran parte de esa media docena de futbolistas afines, que posteriormente se llevaban su parte.

El propio García Arambilet confirma punto por punto el testimonio de Moreno en lo que concierne a Rodríguez Antequera. En su declaración ante la Policía, ratifica que tuvo conocimiento de que había estado amañando partidos con "gente de Hong Kong" y que se puso en contacto con él para manipular el resultado del Vélez-Atarfe. En línea con lo que también dijo Moreno, García Arambilet confirmó que "el partido salió mal", porque terminó 1-0, que los jugadores implicados devolvieron "algo de dinero", pero no la cantidad total apostada por los chinos, lo que motivó que Rodríguez Antequera "cortara realción con ellos". Desapareció, según subrayó Moreno.

La Rata no era, sin embargo, el único contacto que los dos cabecillas de la trama tuvieron en Asia para mover sus apuestas. Moreno declaró a la Policía que en junio de 2017 otro futbolista con el que coincidió en el Guadalajara, José Oya, le llamó para decirle que tenía unos amigos que 'trabajaban' con gente de China y que "se dedicaban al amaño de partidos y apuestas". En concreto, según Moreno, Oya le dijo que conocía al ex futbolista del FC Barcelona B Óscar Sierra, que a su vez tenía un "amigo íntimo" que era entrenador en Quindao y que "trabajaba con chinos implicados en amaños", Óscar Céspedes.

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En ese momento, según Moreno, le llamó el ex jugador del Jerez de los Caballeros y propietario -como declaró García Arambilet- de un Sportium en Badajoz Víctor Aguinaco, quien le dijo que "los jugadores" de su antiguo equipo estaban "dispuestos a perder el partido" que se disponían a disputar contra el Lorca. Moreno se lo comunicó a García Arambilet y ambos acordaron, según la declaración del primero, amañar el encuentro. Se lo dijeron a Sierra y éste dio "el visto bueno". El club debía perder por más de dos goles y así pasó. Tras el partido, Sierra entregó 28.000 euros a García Arambilet, que se fue de inmediato en AVE a Madrid para entregar la mayor parte a Aguinaco, que -tras quedarse su comisión- lo repartió entre los jugadores del Jerez de los Caballeros.

García Arambilet, por su parte, detalló durante su declaración ante la Policía algunos partidos más en los que medió Sierra de la temporada 17-18 y relató cómo él, Moreno, el ex futbolista del Barça B, Céspedes y tres chinos llamados Thao, Wan y el Gafas tenían un grupo de mensajería instantánea en la aplicación WeChat en el que preparaban las manipulaciones. Según García Arambilet, Thao ejercía como traductor, Wan era un antiguo portero de un equipo chino y El Gafas "controlaba la parte económica". Todos, afirmó, eran de Quindao, donde vivía Céspedes. Los líderes de la trama en España se reunieron al menos en tres ocasiones con los chinos, en Vilassar de Mar, en el Camp Nou y en Guadalajara.