Fátima Báñez, primer objetivo de Casado para intentar la integración con Santamaría
La integración de Casado empieza con una foto de reconciliación con el pasado (Aznar) y sigue con una cita fundamental para su futuro y estabilidad: el encuentro con Sáenz de Santamaría
La integración prometida por Pablo Casado al ponerse al frente del Partido Popular ha empezado con una foto de reconciliación con el pasado (José María Aznar en Génova) y continúa hoy con una entrevista fundamental para su futura estabilidad en el cargo: la cita con Soraya Sáenz de Santamaría. El nuevo presidente del PP acude a la reunión con la exvicepresidenta del Gobierno dispuesto a incorporar a su interlocutora en el cargo o responsabilidad que quiera desempeñar en la nueva etapa, según aseguran en su equipo. Y también esperan pactar el 'fichaje' de algunos de los principales colaboradores de Santamaría en la carrera por la sucesión de Mariano Rajoy, en especial el de la exministra de Trabajo Fátima Báñez.
En el grupo de jóvenes fieles a Casado que le ayudaron en la campaña previa al XIX congreso del partido, citan el nombre de Báñez como el primer objetivo de incorporación, tanto para la nueva dirección en la sede de Génova como para el Grupo Parlamentario del Congreso.
Consideran en los mismos medios que la extitular de Trabajo tiene todas las cualidades para encajar en la propuesta de renovación generacional y de empuje político que quieren darle al partido. Y apuntan que aportaría la experiencia de siete años como ministra, solvencia contrastada como parlamentaria y la cualidad de ser "muy del partido", con un especial predicamento en Andalucía.
Los nombres del presidente del PP en el País Vasco y exministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y del último jefe de gabinete de Rajoy y mano derecha de Santamaría en la campaña interna, José Luis Ayllón, también son citados en el equipo de Casado como posibles 'fichajes'. Pero siempre son nombrados con la advertencia de que, en cualquier caso, su jefe tendrá que escuchar antes la opinión de la exvicepresidenta del Gobierno.
El nuevo presidente necesita aclarar primero qué papel quiere desempeñar Sáenz de Santamaría en el partido y después integrar en los cinco puestos que dejó vacantes en el comité ejecutivo a algunos de sus hombres o mujeres de confianza.
De momento, los partidarios de la candidatura perdedora (con el 42% de los compromisarios) guardan silencio a la espera de conocer esos primeros pasos decisivos para Casado y para la estabilidad del partido. Aguardan a conocer el nuevo organigrama de la dirección, órgano en el que tendrán un peso decisivo destacados miembros afines a la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, como las exministras Dolors Montserrat e Isabel García Tejerina.
La visita de José María Aznar a la sede de Génova, donde el exjefe del Ejecutivo no pisaba desde hace casi tres años, invitado por el nuevo presidente, no ha provocado críticas públicas en el equipo saliente. Casado lo anunció en el propio congreso extraordinario y desde su equipo Javier Maroto lo 'vendió' como un guiño a quienes se han alejado del PP en los últimos años y la conveniencia de aprovechar la experiencia y el consejo de quien presidó el PP durante 14 años y el Ejecutivo otros ocho.
Los partidarios de Sáenz de Santamaría creen que su expresidente ha procurado el desgaste del PP desde 2015 de forma expresa, con apoyo además a la promoción de Albert Rivera como alternativa del centroderecha. Ahora esperan a ver si Casado se limita reconducir las relaciones del partido con Aznar y "desarrolla su propia personalidad política" o prefiere volver sobre los pasos y la época "que ya no existe" del expresidente.
La integración prometida por Pablo Casado al ponerse al frente del Partido Popular ha empezado con una foto de reconciliación con el pasado (José María Aznar en Génova) y continúa hoy con una entrevista fundamental para su futura estabilidad en el cargo: la cita con Soraya Sáenz de Santamaría. El nuevo presidente del PP acude a la reunión con la exvicepresidenta del Gobierno dispuesto a incorporar a su interlocutora en el cargo o responsabilidad que quiera desempeñar en la nueva etapa, según aseguran en su equipo. Y también esperan pactar el 'fichaje' de algunos de los principales colaboradores de Santamaría en la carrera por la sucesión de Mariano Rajoy, en especial el de la exministra de Trabajo Fátima Báñez.
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