Casado recurre a fieles a Cospedal para formar equipo: Montserrat y Tejerina, al alza

Pablo Casado tiene ya un esquema básico de cómo será su equipo de dirección en el PP y ahora tiene que encajarlo con los principales aliados que encontró en el partido para hacerse con la presidencia: María Dolores de Cospedal y Alberto Núñez Feijóo. Fuentes del equipo del sucesor de Mariano Rajoy dan por hecho que la nueva secretaria general saldrá del núcleo de la máxima confianza de Cospedal y apuntan para el cargo en primer lugar a la exministra de Sanidad Dolors Montserrat, aunque también cuenten para el reparto final de puestos de responsabilidad entre el aparato de la sede de Génova y el Grupo Popular en el Congreso la exministra Isabel García Tejerina, la vicepresidenta de la Cámara, Rosa Romero, y la exalcaldesa de Fuengirola y vicepresidenta del Parlamento autonómico andaluz, Esperanza Oña.

El conocimiento que Montserrat tiene de la vida del partido (y además en Cataluña), más el hecho de que el primer reto del PP sea recuperar el sitio en esa comunidad abonan la teoría de que Casado se ha fijado en ella como primera opción para nombrarla número dos del partido.

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En los mismos medios reconocen que ni la secretaría general ni las portavocías parlamentarias entran en la apuesta por la integración que Casado quiere hacer a Soraya Sáenz de Santamaría. Casado ofrecerá a la exvicepresidenta del Gobierno "lo que quiera ser o hacer", según comentan los partidarios de primera hora del nuevo líder del partido. Será el primer punto de la conversación entre ambos —prevista para este miércoles—, antes de que el jueves, en Barcelona, se dé a conocer el organigrama definitivo de la dirección.

"Tendrá que ser ella quien lo diga"

En el PP admiten que después de ser vicepresidenta del Ejecutivo durante siete años y medio y antes portavoz del Grupo Popular en el Congreso, siempre a las órdenes de Rajoy, es difícil pensar que Santamaría quiera ocupar puestos de inferior o igual responsabilidad. "Pero tendrá que ser ella quien lo diga, porque Casado está abierto a cualquier planteamiento que haga y, por supuesto, a encabezar listas electorales si lo desea", insisten en el equipo del nuevo presidente.

La vieja aspiración del aparato de Génova saliente era que Sáenz de Santamaría, antes y después de la caída de Cristina Cifuentes, les resolviera la papeleta de 'tirar' de las candidaturas en Madrid, primero en la capital y luego en la comunidad autónoma. Pero la entonces vicepresidenta no dio signos de que le gustara la idea.

Al margen del papel que quiera jugar a partir de ahora la ex número dos de Rajoy, en el equipo de Casado insisten en que quieren ofrecer salidas de primera línea para los miembros de la candidatura que perdió en el congreso, desde puestos en el comité ejecutivo a responsabilidades en el Congreso.

Renovación completa

No obstante, el presidente del PP prepara una renovación completa, de organigrama y funcionamiento en las direcciones de los grupos parlamentarios, para que sean la primera línea en la labor de oposición con un discurso mucho "más político y de fondo" para plasmar desde septiembre una alternativa programática clara al Gobierno socialista que sostienen Podemos y los grupos independentistas.

El hecho de que se sucedan los plenos extraordinarios en el Congreso por el empeño de Pedro Sánchez de tomar el control directo de RTVE antes de agosto puede retrasar los relevos en las portavocías, al menos en la Cámara Baja. Aunque Casado prefiera al final cambiar de portavoz en el Congreso, fuentes del PP reconocen que el actual, Rafael Hernando, "lo hace bien" y no caería por su proximidad a Santamaría. También apuntan que quieren contar en cualquier caso con el actual secretario general, José Antonio Bermúdez de Castro, por su conocimiento de la casa y su peso como parlamentario en cuestiones institucionales.