Un campamento de Cantabria rechaza a un niño por tener síndrome de Down
Alejandro ha sido rechazado por el campamento de verano del pueblo en el que vive, Hazas de Cesto, en Cantabria, porque la organización asegura que no tiene medios para atenderle
Alejandro va a cumplir cinco años y ha sido rechazado por el campamento de verano de Hazas de Cesto, una pequeña localidad del noreste de Cantabria, por ser un niño con síndrome de Down.
Así lo han denunciado sus padres en El Diaro Montañés, donde han asegurado que en las bases del campus de verano municipal no se especificaba que no pudiesen participar niños con discapacidad. "Es un pueblo pequeño en el que nos conocemos todos, pero aun así expliqué la condicion de mi hijo antes de matricularle", explica a la prensa el padre del pequeño, quién también se llama Alejandro Solana.
El progenitor del pequeño asegura que apuntó a la actividad veraniega a su hijo dos semanas antes de que se cerrase el plazo, al mismo tiempo que hizo también la inscripción de su otra hija de siete años, quien ya había participado en el campus anteriormente. Solana explica que al hacer la inscripción no le pusieron ninguna pega y que desde el campus le aseguraron que habría monitores que podrían hacerse cargo de su hijo.
Sin embargo, al llegar a las instalaciones del campus el dos de julio, el primer día de actividades estivales, la monitora del campamento les comunicó que el pequeño Alejandro no podía participar por tener sindrome de Down, ya que no contaban con el personal formado para hacerse cargo de él.
Tras el hecho, el padre de Alejandro sostiene que desde el Ayuntamiento solo le han "puesto excusas". "Primero me dijeron que el niño no podría realizar actividades como andar en bici o nadar y después, que no había presupuesto para un monitor especializado", sostiene ante el medio cántabro.
Así, ambos padres reconocen que hay actividades del campus que su hijo no puede realizar pero insisten en que en "otras instituciones públicas y privadas" se buscan alternativas para aquellos con discapacidad o algún tipo de limitación, como pueden ser los talleres o los juegos ne la ludoteca. "El único trato diferente que requiere mi hijo es cambiarle el pañal a media mañana, y no siempre es necesario", apunta el padre de Alejandro.
Con la exposición del caso de su hijo, Solana pretende hacer visibles los problemas de las familias con situaciones similares a la suya. Además asegura que necesita soluciones, ya que quiere que su hijo pueda relacionarse con otros niños de su edad. "Su vida va a ser más difícil que la de los demás y solo quiero que pueda disfrutar de un campamento de verano", asegura.
Las bases obvian estos casos
José María Ruiz, el alcalde de Hazas de Cesto admite ante el periódico que no se tuvo en cuenta la posibilidad de contar con apoyo para niños con discapacidades porque se trata de una localidad pequeña en la que generalmente no se apuntan más de 25 niños. Ruiz defiende que es encontrado encontrar una solución al problema para este verano, pero asegura que "se valorará y se tendrá en cuenta para el año que viene".
Alejandro va a cumplir cinco años y ha sido rechazado por el campamento de verano de Hazas de Cesto, una pequeña localidad del noreste de Cantabria, por ser un niño con síndrome de Down.