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Bronca por la llegada de doctores chinos al congreso mundial de trasplantes de Madrid
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denuncian que Pekín tolera el tráfico ilegal

Bronca por la llegada de doctores chinos al congreso mundial de trasplantes de Madrid

Según ONG e informes de organizaciones internacionales, China está intentando blanquear su imagen mientras permite el tráfico ilegal y utiliza órganos de condenados a muerte

Foto: El responsable del sistema chino de trasplantes, Huang Jiefu. (Reuters)
El responsable del sistema chino de trasplantes, Huang Jiefu. (Reuters)

El sistema de trasplantes de la República Popular China es uno de los más cuestionados del mundo. Hasta hace tres años, su estructura penitenciaria utilizaba sin rubor los órganos de los prisioneros, algunos de los cuales acababan en un oscuro mercado negro con el que a su vez se alimentaba una industria a la que acudían muchos pacientes extranjeros pagando cientos de miles de euros. Según Amnistía Internacional, Pekín ejecuta a unos 1.000 reos cada año, bastantes más que el resto de países del mundo juntos.

En 2015, ante las presiones diplomáticas y con el objetivo de integrarse en el sistema médico internacional, el Gobierno chino anunció el fin de estas prácticas y puso al frente del organismo a un exviceministro de Sanidad, Huang Jiefu. Pero varios estudios independientes hacen pensar que el mercadeo de órganos y la extracción en reos siguen estando extendidos al margen de la ley. O incluso tolerada por administraciones estatales y regionales, de acuerdo al último informe del Centro para la Investigación de la Sustracción de Órganos en China (COHRC), una de las organizaciones más implicadas.

Foto: Ecuador duplica la donación de órganos | EFE

Con este mar de fondo han desembarcado en Madrid estos días ONG y activistas para denunciar la presencia de dos doctores chinos, uno de ellos Zheng Shusen —protagonista de varias denuncias— en el 27° Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes (TTS) que se celebra en Ifema del 30 de junio al 5 de julio. Desde COHRC o DAFOH, creen que la llegada de doctores del sistema nacional de trasplantes del gigante asiático —algo que no había sucedido nunca en un TTS— supone un paso decisivo en el reconocimiento y la normalización que con tanto ahínco busca Pekín. "Y aún más siendo en España, líder mundial en donación de órganos", inciden.

China estaría llevando a cabo "una intensa campaña de relaciones públicas, datos falsos, presiones, visitas orquestadas en centros de trasplantes y presentaciones promocionales en el extranjero" para blanquear su “sistema chino de trasplantes”, dicen desde COHRC. Y, poco a poco, van ganando el reconocimiento de las asociaciones de trasplantes y los gobiernos a nivel internacional. "Sin embargo, hay muestras de la escala y abundancia de órganos disponibles bajo pedido en la industria de trasplante de órganos en China. Y la realidad es que el número de donaciones voluntarias está lejos del mínimo necesario para cubrir la demanda del número de operaciones ejecutadas en la actualidad", detalla David Li, director de comunicación de esta ONG.

China practica una intensa campaña de relaciones públicas, datos falsos, presiones, visitas orquestadas y presentaciones en el extranjero

Según el último informe de COHRC, publicado en 2018, los llamados 'prisioneros de conciencia' (presos políticos) eran y siguen siendo la fuente principal de órganos en China. “El gigante asiático sigue alimentando las violaciones a los derechos humanos y al mínimo respeto ético por sus ciudadanos, al permitir el asesinato para obtener los órganos para trasplantes… Este informe debe ser reconocido y considerado tanto por la comunidad de trasplantes como por los gobiernos en todo el mundo”, dice Arthur L. Caplan, responsable de la división de ética médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.

España como cómplice

Torsten Trey, cirujano y presidente de DAFOH, envió hace varios días una carta a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, para solicitar el apoyo del Gobierno español. “Nos preocupa la sustracción forzada de órganos, un proceso en el que el donante está siendo asesinado por sus órganos. Hay una gran cantidad de pruebas que sugieren que está ocurriendo en China con ejecutados y prisioneros políticos”, arranca la misiva.

Según Trey, “contrariamente a la amplia percepción de que China está cambiando su sistema de trasplantes y aplicando reformas, las delegaciones no han investigado suficientemente si los presos de conciencia están siendo utilizados como fuente de órganos o no. Hasta la fecha, no se verifica que la sustracción de órganos de los presos de conciencia haya terminado”. El cirujano asegura que el número de órganos disponibles en el mercado chino, motor del turismo de trasplantes, no se corresponde con la baja cantidad de donantes registrados. “Comparadas con otros países, las tasas son 200 veces más altas”.

Actualmente, las organizaciones españolas están involucradas en la capacitación de cirujanos trasplantadores chinos

Trey también se queja de que “actualmente las organizaciones españolas están involucradas en la capacitación de cirujanos trasplantadores chinos”. Y pide que las autoridades detengan el programa para evitar que “a su regreso a China estos cirujanos puedan participar en prácticas de abuso de trasplantes y extracción forzada de órganos”.

Las citadas ONG recuerdan, además, que el Parlamento Europeo y el Congreso de los Estados Unidos han aprobado resoluciones (como esta) que condenan la práctica de la sustracción forzada de órganos en China, y que varios países han modificado su legislación para evitar que sus ciudadanos sean "cómplices de estos crímenes" limitando lo que se conoce como el “turismo de trasplantes”.

El sistema de trasplantes de la República Popular China es uno de los más cuestionados del mundo. Hasta hace tres años, su estructura penitenciaria utilizaba sin rubor los órganos de los prisioneros, algunos de los cuales acababan en un oscuro mercado negro con el que a su vez se alimentaba una industria a la que acudían muchos pacientes extranjeros pagando cientos de miles de euros. Según Amnistía Internacional, Pekín ejecuta a unos 1.000 reos cada año, bastantes más que el resto de países del mundo juntos.

Trasplante ONG Ifema
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