Colau ofrece Barcelona a mil migrantes a la deriva en plena guerra contra las ONG

Ada Colau ha ofrecido Barcelona "como puerto seguro" para acoger a un millar de emigrantes que, según denuncia Proactiva Open Arms, se encuentran a la deriva en siete barcas distintas. Esta oferta se enmarca en plena batalla de las autoridades italianas contra las ONG que recogen a los náufragos en aguas del Mediterráneo -con otro foco de más de 300 personas varadas en aguas entre Malta e Italia- y en paralelo a la cumbre de trabajo informal sobre asuntos de migración y asilo convocada en Bruselas, a la que asiste el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Colau ha respondido así a la denuncia de Proactiva Open Arms por la que Italia habría dado orden de no intervenir en los rescates de un millar de inmigrantes para dejarlo en manos de la Guardia Costera de Libia, y se ha dirigido tanto a Sánchez como a la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, para que ayuden a esta organización. "Barcelona se ofrece como puerto seguro", ha añadido.

Fue el fundador de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, quien denunció en Twitter que la Guardia Costera italiana había enviado avisos de diversas peticiones de ayuda de migrantes, pero al ponerse en contacto con ellos les aseguraron que no necesitaban su ayuda.

"Vamos a presenciar la mayor devolución masiva en caliente de la historia del Mediterráneo, será por la fuerza y contra su voluntad", criticó. El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, ha vuelto a utilizar su discurso provocador, al señalar que "es justo que intervengan las autoridades libias, como están haciendo desde hace días, sin que las ONG se entrometan y molesten".

Además, como ya ha hecho en reiteradas ocasiones en la última semana, ha insistido en que "los puertos italianos están y estarán cerrados".

Pero es que a este millar de personas que se encuentran a la deriva, hay que sumar otras 300 almas que esperan en dos barcos a la luz verde que pueda salir de Bruselas: los 230 migrantes a bordo del barco Lifeline a los que la ONG alemana homónima recogió en aguas internacionales a pocas millas de las cosatas de Libia -pero cerca de Malta-, y otros 113 trasladados de un dispositivo en el que la organización participó el jueves y que están en el buque mercante Alexander Maersk, de bandera danesa, ubicado cerca de Pozzallo, Sicilia.

Italia y Malta se acusan mutuamente

Ni las autoridades italianas ni las maltesas han dado permiso a estas embarcaciones para atracar, por lo que permanecen a la espera de instrucciones. Pero es que además, estos países mediterráneos se han enzarzado en una escalada de acusaciones mutuas de falta de humanidad por no querer abrir ninguno de los dos sus puertos al barco de Lifeline.

"Mientras la [embarcación de] Lifeline estuvo en la zona SAR (de búsqueda y rescate) de Libia y cerca de Italia (Lampedusa) ha habido solo silencio por parte de [el ministro de Infraestructuras y Transportes italiano] Danilo Toninelli", ha escrito el ministro maltés en Twitter. "Después se ha dado cuenta de pronto de que el barco había atravesado la zona SAR de Malta. ¿Por qué no se les autorizó un puerto italiano de inmediato como Italia pide a Malta? Ésta es la verdadera falta de humanidad", añadió.

Al millar de personas a la deriva que denuncia Open Arms hay que sumar otras 300 almas que esperan en dos barcos a la luz verde de Bruselas

Toninelli ha respondido en la misma red social y ha subrayado que "Italia no coordinaba la operación de Lifeline", pues, como ha dicho el ministro en los últimos días, la ONG intervino sin atender a las indicaciones de los guardacostas italianos que dijeron que del salvamento se iba a encargar la Guardia Costera de Libia. "En los últimos cuatro años, nuestra Guardia Costera ha salvado en el Mediterráneo más de 600.000 vidas humanas. Muchas más que Malta y cualquier otro país de la Unión Europea. Que explique ahora qué es falta de humanidad", ha replicado Toninelli.

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