Desconcierto en el Grupo Popular: "Es como decir si queremos más a papá o a mamá..."

Hace pocos días un diputado del PP próximo a Pablo Casado pidió a un parlamentario del PSOE tomar un café para preguntarle cómo se hace lo de las primarias, cómo se gestiona la ruta por España de los candidatos. La anécdota describe la situación de incertidumbre, despiste y temor que viven estos días los diputados y senadores del PP, por enfrentarse a algo nuevo y porque deben elegir entre distintas opciones por primera vez en su historia.

Teóricamente, la mayoria de los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado son partidarios de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Entre otras cosas porque el control de las listas estaba en sus manos y no en las de Saénz de Santamaría, que ha estado al margen de las estructuras de poder del partido. Pero explican algunos que su voto vale lo mismo que el de cualquier afiliado y que, en todo caso, se resisten a hacer público a quién apoyarán en su circunscripción. "Es como decir si queremos más a papá o a mamá y no estamos acostumbrados", explican.

Han vivido en los últimos años las tensiones entre la entonces vicepresidenta del Gobierno y la número dos del partido pero, en último término todo les venía dado por la decisión de Mariano Rajoy, aunque interviniera Cospedal en los asuntos del partido y Saénz de Santamaría en los del Gobierno. Nadie discutía y nadie debatía. La renuncia de Alberto Núñez Feijóo les ha sumido en el estupor y les obliga a elegir. Para este miércoles aún puede haber más sorpresas antes del cierre de la ventanilla de entrega de avales.

Por el momento, la dirección del grupo parlamentario es consciente de las tensiones que pueden provocar el proceso de primarias y su campaña electoral y asegura que intentará en lo posible que no se refleje en la actividad en las cámaras. Incluso, alguno de los miembros de esa dirección foma parte de la comisión organizadora del congreso extraordinario y está obligado a mantener la neutralidad. Rafael Hernando, máxima autoridad del PP en la gestión de la oposición parlamentaria, explicó este martes en rueda de prensa que no tomará partido.

Se dice que su debate interno no interferirá su actividad y sus decisiones, pero este martes el diputado Gerardo Camps ha suspendido la firma de un acuerdo sobre pensiones hasta que no haya un líder que decida la estrategia. De esa situación se aprovecha el PSOE, como en su momento hizo el PP cuando los socialistas se enfrentaban en sus primarias. Hernando está obligado a mantener la tensión de los suyos y así lo transmite para el pleno de control de este miércoles y para el próximo en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá para fijar posición ante la próxima cumbre europea.

Tienen enfrente un partido como el PSOE que ha tardado en rehacerse de la herida de su grupo parlamentario por los dos procesos de primarias anteriores. De hecho, la actual dirección socialista procede de un núcleo muy reducido que apoyó a quien sí ganó en las primarias. Aún queda alguna cicatriz, según explica un diputado del PP. "¿Quién se arriesga a apoyar a un candidato y jugarse repetir en las listas?", añade.

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Ángel Collado

En el hemiciclo se sientan cinco de los candidatos a las primarias: Dolores de Cospedal, Soraya Saénz de Santamaría, Pablo Casado, José Ramón García Hernández y José Manuel García Margallo. Convivirán en ese espacio durante el tiempo que dure la campaña. Casi todos están en lugar preminente en el hemiciclo y la situación más curiosa es la de Casado y Saénz de Santamaría que están separados por Fernando Martínez Maillo, coordinador del PP. La dirección del grupo debe combinar su presencia en debates con la posibilidad de que presenten iniciativas o participen en las sesiones de control al Gobierno, con lucimiento personal durante la campaña.

La mayoría de diputados y senadores y, especialmente, los que pertenecen a aparatos regionales, provinciales o nacional del partido apoyan a Cospedal, según sus cálculos. Lo hacen diputados de Castilla-La Mancha y Castilla y León (salvo Ávila) y algunos exministros como Juan Ignacio Zoido, Dolors Montserrat e Isabel García Tejerina, entre otros. Con Saénz de Santamaría están José Luis Ayllón, Cristóbal Montoro y Álvaro Nadal y, desde fuera, el andaluz Juan Manuel Moreno y el vasco Alfonso Alonso. Y con Casado está el diputado por Murcia Teodoro García y otros parlamentarios jóvenes.

Diputados y senadores críticos con Cospedal sostienen que la existencia de las dos candidaturas de Saénz de Santamaría y de Casado divide el voto crítico con el aparato de Génova. Por eso, presionan para que se produzca una fusión de ambas, como opción para poder vencer en las primarias. Casado, no obstante, ha reiterado su intención de llegar hasta el final y no retirar su candidatura. "La integración se tiene que hacer al final" cuando se cuentan los votos. Y el que gane, que tenga la magnanimidad de integrar", aseguró. Ya rechazó hacerlo cuando se lo pidió antes la ex número dos del Gobierno. Y la exvicepresidenta tampoco tiene intención de abandonar el pulso con Cospedal.

En este ambiente de división y cierta tensión se suceden situaciones como la producida este miércoles en la puerta del Congreso cuando una decena de cámaras y muchos más periodistas esperaban a Saénz de Santamaría para que ésta presentara su candidatura y en eso apareció el diputado García Hernández, quien se anticipó y aprovechó el despliegue para hacer declaraciones, como si estuvieran allí por él.