El silencio de Feijóo descoloca al aparato del PP en la presentación de aspirantes

El mismo día que Mariano Rajoy dejaba su escaño en el Congreso para volver a ser registrador de la propiedad, el favorito de la dirección del PP para sucederle, Alberto Núñez Feijóo, seguía sin confirmar que esté dispuesto a dar el paso. Y en la madrugada del sábado, los principales dirigentes del partido, clan gallego incluido, que salían de la boda que reunió en Boadilla del Monte al propio expresidente del Gobierno, a Soraya Sáenz de Santamaría, a María Dolores de Cospedal, a Ana Pastor y a los comités de dirección de Génova y los grupos parlamentarios, se fueron a casa con la impresión compartida de que el “sucesor natural” se lo piensa ya demasiado.

El plazo de presentación de candidatos a la presidencia del PP, que empieza hoy y termina el miércoles, arrancará sin ningún aspirante de peso. Hasta que el presidente de la Xunta de Galicia no mueva pieza, tampoco lo hará la exvicepresidenta del Ejecutivo; y lo mismo espera Cospedal, hasta que no se confirme la posible espantada de Feijóo y el previsible lanzamiento de Sáenz de Santamaría.

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“Parece que no lo tiene claro”, “hay que prepararse para el siguiente escenario” o “le hemos convertido en el sucesor natural, pero se inclina por quedarse en Galicia”. Esas eran las reflexiones que ayer repetían destacados dirigentes del PP ante los mensajes que llegaban desde el equipo del presidente autonómico, el único protagonista directo del proceso sucesorio que no asistió a la citada ceremonia, la boda del secretario general del Grupo Popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro.

Entre los asistentes al enlace consultados por El Confidencial predominaba el pesimismo sobre la decisión que tiene que tomar Núñez Feijóo, dado que “quien debía saberlo a estas alturas, sigue sin saberlo”.

La ceremonia dio pie a comentarios y bromas sobre el momento que vive el partido, y los testigos fueron invitados a recoger firmas para los avales

El presidente de la Xunta era el sucesor esperado por el aparato del partido casi en bloque desde que arrancó la legislatura y se comprobó que Rajoy iba a llegar muy desgastado a los siguientes comicios. Fuentes del PP apuntan que el relevo estaba previsto, pero para dentro de un año o año y medio, con Rajoy en La Moncloa para decidir en qué momento exacto se iban a convocar las próximas elecciones.

La ceremonia dio pie a constantes comentarios y bromas sobre el momento que vive el partido, según las mismas fuentes. Los testigos fueron invitados a recoger firmas para los avales, ya que se ponían. Se libró del chascarrillo Luis de Grandes, organizador del congreso extraordinario, porque llegó tarde y pudo dejar su rúbrica después, cuando no le veía nadie.

Además, José Ramón García Hernández, diputado por Ávila y responsable de relaciones internacionales del partido, aprovechó para comentar en un aparte a Rajoy que se iba a presentar como candidato a sucederle. En la cena, el exjefe del Ejecutivo estuvo flanqueado, además de por su mujer, Elvira Fernández, por el asesor áulico del partido, Pedro Arriola, y el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando.

En todas las conversaciones sobre el congreso extraordinario, el expresidente del Gobierno dejó claro que será neutral y no avalará ninguna candidatura en concreto. “Aunque velará por la unidad del partido”, repiten a coro los partidarios de una solución de consenso, que reconocen muy complicada si Núñez Feijóo renuncia a competir por el cargo.

A la espera de noticias del presidente autonómico de Galicia, los dirigentes y militantes del PP que han anunciado que concurrirán a la carrera de precandidatos con sus 100 avales requeridos son el exministro Manuel García-Margallo, el diputado García Hernández y el expresidente de Nuevas Generaciones en la Comunidad Valenciana José Luis Bayo. El plazo de presentación de aspirantes termina el miércoles y será el viernes cuando el comité organizador del congreso, una vez comprobados los 100 apoyos (afiliados al corriente de pago con más de un año de antigüedad) proclame oficialmente a los precandidatos, que empezarán después a hacer campaña interna durante 12 días.