Apenas una decena de guardias civiles para investigar 600 robos en el campo de Huelva
La provincia solo cuenta con tres equipos en la provincia lo que equivale a unos nueve componentes en total que tienen que esclarecer atropellos contra la agricultura y la ganadería
Los guardias civiles de los equipos de lucha contra los robos en el campo (Roca) no dan abasto en las zonas que tienen asignadas. Son pocos y deben esclarecer un elevado número de ilícitos penales. Apenas tres equipos de este departamento investigan los cerca de 600 atracos contra propiedades agrícolas y ganaderas que se perpetran cada año en la provincia de Huelva. La cifra la dio a conocer el anterior Gobierno en una respuesta parlamentaria remitida el pasado 22 de mayo a los diputados socialistas José Juan Díaz Trillo y Josefa González Bayo, que habían preguntado al ejecutivo por el número de sustracciones y el de efectivos del instituto armado que hay en el área onubense.
Cada uno de estos equipos Roca, añadió la respuesta parlamentaria, se compone de al menos una pareja de guardias civiles. "Ni el número de equipos ni su composición son fijos, sino que partiendo de un mínimo de dos efectivos y dependiendo de las necesidades operativas en cada momento y de la evolución de esta tipología delictiva se forman los equipos con los agentes necesarios para cumplir eficazmente su función", concretó el Gobierno en su escrito. Los datos de hecho son confirmados por fuentes de la Guardia Civil, que indican habitualmente hay tres o cuatro agentes en cada equipo.
En 2016, según la misma respuesta parlamentaria, la provincia de Huelva registró 576 sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas. Un año después, 573. González Bayo, que asegura que planteó la pregunta tras las quejas de los productores por la "avalancha de robos", considera que los datos ofrecidos por el ejecutivo confirman que la apuesta del Gobierno de Mariano Rajoy en cuanto a seguridad en la zona es nula. La elevada cantidad de atracos a agricultores y ganaderos incide directamente en la producción, ya que los dueños deben invertir más dinero para reponer el material mientras su labor, además, se paraliza.
"Esto pone en evidencia que Huelva está abandonada, que el Gobierno ha dejado la seguridad a los propietarios", subraya González Bayo, quien critica además que parte de los escasos guardias civiles a los que se les encomienda la vigilancia e investigación de las sustracciones no son fijos y están sometidos a posibles cambios de destino, una situación de la que también se quejan los propios funcionarios del instituto armado. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), por ejemplo, recuerda que desde hace tiempo reivindica un catálogo de puestos de trabajo en la corporación que permita conocer las necesidades de cada destino y los puestos que debe haber también en cada plaza.
"Los equipos Roca, creados como por arte de magia, son unidades especializadas en robos agrícolas para los que no existen vacantes ni formación específica ni asignación económica y que se nutren de los propios componentes de cada unidad, con lo que, al disponer de muy poco personal disponible, han de trabajar por encima de sus posibilidades", explica el portavoz de AUGC, Juan Fernández, quien también aborda el caso concreto de Huelva.
"En esta provincia, tres equipos Roca han de investigar, esclarecer y poner a disposición judicial una media de casi 600 robos cada año; en el resto de provincias tampoco mejora la situación, ya que hay una gran carencia de guardias civiles en estas unidades que han de hacer frente a los robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas", insiste el representante de la asociación profesional que aglutina a un mayor número de agentes del cuerpo.
A nivel genérico, no existen datos oficiales sobre la pérdida de efectivos concretos en las zonas rurales, ya que la Guardia Civil opera tanto en el ámbito urbano (tiene competencias de seguridad ciudadana en grandes poblaciones y cuenta con unos servicios centrales en Madrid) como en el campo, donde dispone de acuartelamientos y puestos. El Ministerio del Interior no divide sus estadísticas en estos parámetros, sino en criterios como número de efectivos por empleo, cargo, comandancias o zonas, por lo que resulta difícil concretar cifras más allá de las mencionadas sensaciones que algunos experimentan.
Sí es cierto, sin embargo, que durante los últimos años ha habido un notable descenso del número de efectivos en general que se cifra en torno a 5.000 unidades. El escalafón 2017, dato interno más actualizado al que ha tenido acceso El Confidencial gracias a AUGC, revela que el número de efectivos de la corporación ha pasado de 79.841 funcionarios en 2011 a algo más de 74.000. Los datos publicados en abierto muestran la misma tendencia, aunque ligeramente más moderada. El Boletín estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas reflejaba cómo en 2009 la Guardia Civil contaba con 76.643 miembros en sus filas, casi 2.000 más que en 2016, cuando la misma fuente contabilizaba 74.958 funcionarios en la institución. Los Presupuestos Generales del Estado, por su parte, preveían en 2006 pagar las nóminas de 76.204 efectivos de la corporación, casi 500 más que diez años después, cuando computaba 75.728 componentes dentro del cuerpo.
Los guardias civiles de los equipos de lucha contra los robos en el campo (Roca) no dan abasto en las zonas que tienen asignadas. Son pocos y deben esclarecer un elevado número de ilícitos penales. Apenas tres equipos de este departamento investigan los cerca de 600 atracos contra propiedades agrícolas y ganaderas que se perpetran cada año en la provincia de Huelva. La cifra la dio a conocer el anterior Gobierno en una respuesta parlamentaria remitida el pasado 22 de mayo a los diputados socialistas José Juan Díaz Trillo y Josefa González Bayo, que habían preguntado al ejecutivo por el número de sustracciones y el de efectivos del instituto armado que hay en el área onubense.
- El campo, sin Guardia Civil: 5.000 agentes menos, coches ruinosos y cuarteles cerrados Roberto R. Ballesteros
- La Guardia Civil detiene al pistolero que asesinó a dos agentes y un civil en Teruel Roberto R. Ballesteros