Sánchez se verá con Torra "con la Carta Magna en una mano y el diálogo en la otra"

"Sean bondadosos conmigo. Es mi primer día. Me estreno y ustedes son unos expertos de la comunicación. Si no son diligentes conmigo, me podrían asar. Espero que no sea el caso". Isabel Celaá se estrenaba este viernes como portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez y pedía tregua a los periodistas. Es el deseo del Gobierno, tener un margen de unos días para echar a rodar. El presidente mantuvo su primera reunión con sus 17 ministros, tras facilitarles una carta con la hoja de ruta que han de seguir, pero de ella no salieron anuncios de medidas de impacto. Ya vendrán, vino a decir Celaá. Y pronto. Lo que sí adelantó el Ejecutivo es que la Generalitat de Cataluña podrá hacer sus pagos sin la supervisión de Hacienda y que Sánchez contactará de inmediato con los presidentes autonómicos para entrevistarse con ellos y restablecer el "diálogo" institucional. También con Quim Torra, el jefe del Govern, pero no hay plazos fijos ni fechas concretas. Sí una advertencia: el Gobierno hablará "con la Constitución en una mano y el diálogo en la otra".

[Consulte aquí en PDF la nota del Ministerio de Hacienda sobre la decisión adoptada este viernes con Cataluña]

Es la fórmula que emite el nuevo Gabinete para con las relaciones con Cataluña. Firmeza y diálogo. El doble mensaje que ya envió Sánchez cuando fue conformando su equipo, el que se trasladó ayer jueves en las tomas de posesión de los ministros, y el que la propia Celaá trasladó a los medios en su primera rueda de prensa como portavoz.

Celaá no detalla si la primera entrevista con un mandatario autonómico que mantendrá Sánchez será con Torra. Ordenar la agenda es cosa suya

La titular de Educación señaló que Sánchez, "a partir de este fin de semana", contactará con "todos los presidentes autonómicos, con los líderes de los partidos y con los agentes sociales", para recuperar el diálogo que el Ejecutivo entiende que se perdió con la Administración de Mariano Rajoy. A preguntas de los periodistas, Celaá explicó que el líder socialista se reunirá "con todos y cada uno" de los mandatarios regionales, "no solo con Quim Torra aunque también con Quim Torra".

La portavoz subrayó que es el presidente el competente para "ordenar su agenda", pero no se ha planteado si la esperada entrevista con el dirigente independentista ha de ser "la primera o la tercera". "No hay razón ninguna". Tampoco detalló plazos, aunque en las últimas horas el Ejecutivo sí ha subrayado que su intención es que ese encuentro con Torra se produzca antes del verano. En la comparecencia, la ministra fue menos explícita.

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El liderazgo del presidente

Celaá, no obstante, no negó que el conflicto catalán es una cuestión "prioritaria", y que el "principal problema" que atraviesa el país es la "integridad territorial", por lo que el nuevo Ejecutivo tiene como "gran objetivo" el "normalizar institucionalmente el país". "Y por ello hay que abrirse al diálogo. Con la Constitución en una mano y el diálogo en la otra". También adelantó que Meritxell Batet, la titular de Política Territorial y Función Pública, tiene prevista una comparecencia la próxima semana sobre la cuestión catalana. No será ella, no obstante, quien desbroce el camino, puesto aunque Cataluña sea una materia "transversal al Gobierno", "a quien corresponde el liderazgo es al presidente".

El Gobierno no se estrena con ninguna medida de impacto en su primera reunión. Pide margen aunque sí garantiza que dialogará mucho

A ese futuro encuentro con Torra, el Ejecutivo no acudirá con una lista de planteamientos ya cerrados. O al menos Celaá no quiso adelantarlos. Como anticipo, como gesto de distensión y de "normalización" con la Generalitat, Hacienda permitirá que el Govern de Junts per Catalunya y ERC pueda hacer sus pagos sin la supervisión de Madrid. Respecto al acercamiento de los líderes secesionistas a cárceles catalanas, recordó que sobre ellos pesa prisión provisional, de suerte que su situación depende del juez instructor, de Pablo Llarena. "Es lo que acontece y debemos respetar los tiempos". Lo que sí queda "absolutamente fuera" de todo espacio de interlocución es cualquier negociación sobre el derecho a decidir. El Ejecutivo socialista no va a discutir sobre eso, porque jamás lo va a aceptar.

"Impulso de la acción de Gobierno"

Celaá prometió que el nuevo Gobierno estará "muy presente en el Congreso y el Senado", mucho más que el anterior Gabinete de Rajoy, porque esta etapa se arranca con la "voluntad" de hacer las cosas bien. Como primer paso, todos los ministros desfilarán por las Cortes para contar los planes de sus departamentos. Pero esa suele ser la costumbre siempre que se arranca legislatura. Ahora, esas explicaciones son obligadas por el cambio de color político del Ejecutivo tras una moción de censura exitosa.

El Ejecutivo se siente "totalmente legitimado" para agotar la legislatura, aunque advierte de que tomará "el pulso" al país para saber cuándo ir a las urnas

Sánchez entregó a sus ministros una carta [aquí en PDF] al comienzo de su reunión de este viernes para que preparen "propuestas adecuadas, ágiles y certeras", pero que respeten los compromisos presupuestarios y de estabilidad económica. Pero por lo pronto no hay ninguna medida de impacto lanzada. Celaá pidió margen. "No vamos a disponer de 100 días, pero una semana...". Cada uno de los titulares de área, contó, relató a sus compañeros qué tareas consideran "perentorias". Entre los trabajos que los ministros se han "autoimpuesto" es estar presente en los Consejos de Ministros europeos, "en la medida en que sea posible" y de acuerdo con su agenda. La orden es "retomar lo que significa el impulso de la acción de Gobierno". En distintas materias ya enunciadas por Sánchez el pasado miércoles: consolidación y modernización de la economía, regeneración democrática, recuperación de los derechos perdidos con la crisis, firme compromiso con la igualdad y una profunda "vocación europeísta"...

El nuevo Ejecutivo se propone dialogar con todas las fuerzas. "Vamos a trabajar por el acuerdo [...]. Queremos establecer una nueva pantalla donde prevaleca escucharnos, dialogar por encima de todas las ideas legítimas". Se trata de primar "el servicio público a España". Puso como ejemplo que para la negociación de un pacto educativo, su área más directa, se buscará contar con el PP.

Sobre este Gobierno también pesa la duda de cuándo acabará su mandato. Hasta ahora, las afirmaciones del presidente y de sus máximos colaboradores iban en el mismo sentido: que el propósito es no agotar la legislatura. Pero la comparecencia de Sánchez y la propia composición de su Gabinete, con fichajes de galácticos y de expertos en sus áreas, emite el mensaje de que pretende durar el máximo tiempo posible. Celaá aseguró este viernes que el Ejecutivo siente que tiene "toda la legitimidad" constitucional para acabar la legislatura —finaliza en junio de 2020—.

El Gabinete, no obstante, irá "tomando el pulso a España", y en todo caso la potestad de disolver las Cámaras e ir a elecciones es exclusiva del presidente, recordó. Sánchez tiene intención de normalizar y estabilizar el país, hacer hincapié en la regeneración democrática y la agenda social. "Nacemos con voluntad de hacer las cosas bien. Somos un Gobierno que vuelve a la realidad y hay una gran expectativa en relación con que todo aquello que barrió la crisis pueda ser devuelto", insistió.