El PP espera que Rajoy siga al frente para abrir después una sucesión 'tranquila'

El golpe de la moción de censura ha dejado al Partido Popular muy tocado y con poco tiempo para guardar luto por la pérdida del poder. Las únicas certezas son que Mariano Rajoy seguirá al frente de la formación como garantía de continuidad, aunque se abra después un proceso de sucesión, y que el PP tiene que preparar la próxima cita electoral: los comicios municipales, autonómicos y europeos de mayo de 2019.

Todo lo demás son incertidumbres: el papel del expresidente del Gobierno como jefe de la oposición, las nuevas funciones de Soraya Sáenz de Santamaría, el futuro de los ministros salientes en el Grupo Parlamentario o la elección y el momento del lanzamiento de los principales candidatos para las próximas elecciones, por ejemplo los de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.

Opinión

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José Antonio Zarzalejos

Rajoy no ha tenido tiempo de dar pista alguna sobre sus planes inmediatos. De convocar el debate de la moción de censura lo antes posible para cortar el deterioro de los mercados dando por hecho el apoyo del PNV a la derrota final solo pasaron cinco días. El pasado martes empezaron a llegar malas noticias de los nacionalistas vascos, pero hasta el miércoles no se confirmó que la decisión de su apoyo a Pedro Sánchez era irreversible.

El todavía jefe del Ejecutivo se midió después con el candidato socialista en el debate y pasó la tarde entera del miércoles en un restaurante donde comió con los miembros de su gabinete y por el que luego desfilaron algunos de los ministros más próximos, como la titular de Defensa, María Dolores de Cospedal, o la de Empleo, Fátima Báñez. El jueves se limitó a ir a votar y pronunciar unas palabras de despedida desde la tribuna.

Rajoy recibió después todo tipo de muestras de apoyo de los suyos al salir del Congreso y se dirigió al Palacio de la Moncloa, donde siguieron por la tarde las despedidas del personal de la casa, de los servicios de seguridad, asesores y funcionarios. Luego hubo cena con los miembros del gabinete de Presidencia y secretarías de Estado. El presidente del PP ya no pasó la noche en la Moncloa y se fue después a su domicilio particular en Aravaca.

En la dirección del Partido Popular remiten a la reunión convocada para el próximo martes del comité ejecutivo nacional como cita para marcar las futuras líneas de actuación del partido. Fue convocada por la secretaria general, María Dolores de Cospedal la noche anterior a que se votara en el Congreso la moción de censura. La ya exministra de Defensa se ha puesto al frente de la operación cierre de filas del partido en torno a Rajoy. Se encargó de explicar la negativa de su jefe a dimitir "porque no servía de nada" y ejerce con plenos poderes mientras el presidente encaja el golpe de la salida del poder.

"El presidente asociaba su salida a una derrota electoral y ahora se abre la puerta a la reflexión de que igual tiene que pilotar su propia sucesión ordenada", comentan en la vieja guardia del partido además de apuntar que es Soraya Sáenz de Santamaría quien se queda sin hueco a la espera de un nuevo reparto de papeles para ejercer la oposición.

En el Grupo Popular no saben si Mariano Rajoy querrá ejercer de jefe de la oposición, y estar todo el día en el Congreso, o preferirá centrarse en la presidencia del partido desde la sede de Génova y volver a poner de portavoz a Sáenz de Santamaría, como hizo en 2008 cuando quitó a Eduardo Zaplana. También esperan instrucciones sobre la recolocación de los ministros que son también diputados (11 en total) en la Cámara y dan por hecho que algunos de los más veteranos preferirán renunciar al acta.