Es noticia
Tensión, mensajes a los móviles... y bronca entre diputados en la moción de censura
  1. España
LAS PRIMERAS HORAS DE OTRA JORNADA HISTÓRICA

Tensión, mensajes a los móviles... y bronca entre diputados en la moción de censura

Caras largas y preocupación. Sonrisas, hubo pocas. Las primeras horas transcurren con gran incertidumbre entre rifirrafes de PP y PSOE y con un PNV que no pierde detalle del pleno

Foto: Los diputados del PNV siguen atentos al pleno mientras Pablo Iglesias e Irene Montero intercambian unas palabras. (EFE)
Los diputados del PNV siguen atentos al pleno mientras Pablo Iglesias e Irene Montero intercambian unas palabras. (EFE)

La tensión se respiraba desde primera hora en la carrera de San Jerónimo. Todavía quedaba un rato para que comenzara el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy cuando empezaba el goteo de diputados. Caras largas, preocupación e incertidumbre en muchos de ellos. Alguna sonrisa (pocas) y más serenidad en otros parlamentarios. Entraba Irene Montero sin pararse a hablar con la prensa y justo después aparecía Albert Rivera. “No puedo ser pesimista en un día terrible para España”, lanzaba el líder de Ciudadanos. Pocos minutos después llegaba el candidato Pedro Sánchez, que pisaba el hemiciclo por primera vez desde octubre de 2016. Imágenes chocantes para todos. Los suyos y los contrarios. Se producía en ese momento la primera ovación al secretario general socialista desde su bancada. Ocupó el escaño de líder de la oposición, aunque renunció a él para no investir a Rajoy. A continuación, apareció Pablo Iglesias, con un gesto más desenfado.

[Siga en directo la moción de censura a Mariano Rajoy]

Pasaban seis minutos de la hora fijada para el comienzo del pleno cuando, entre una nube de cámaras, el presidente del Gobierno entraba al hemiciclo. Ni una sola palabra a los periodistas. Empezaron a sonar los aplausos de los populares. Los que pasaron desapercibidos son los cinco diputados del PNV que capitanea Aitor Esteban, que optaron por una entrada lateral para evitar a los periodistas. Ese era el único objetivo. El portavoz de los nacionalistas vascos siguió con atención la intervención de José Luis Ábalos cuando defendió la moción de censura en favor de Sánchez, la réplica de Rajoy y la segunda intervención de ambos. Fue de los pocos parlamentarios conocidos que se limitaron a tomar notas. No miró el teléfono móvil para no perder detalle… y eso que, probablemente, la comunicación que pueda mantener en las próximas horas con los jefes de su partido en Euskadi es la clave del desenlace de la moción. El resto lo hizo sin parar. Los principales dirigentes de Podemos y Ciudadanos, y los miembros del Gobierno, que incluso se hicieron gestos para cerciorarse de que se leían unos a otros.

Más nervios. Más incertidumbre. El rifirrafe de las bancadas popular y socialista se hizo inevitable desde el primer momento. El resto de los grupos asistía al espectáculo como si fuera un combate de boxeo. Miraban de uno a otro lado. A veces serios, a veces no podían evitar interactuar de alguna manera. Ábalos arrancó palmadas entre sus colegas después de leer fragmentos de la sentencia de la trama Gürtel que, según explicó al presidente del Gobierno, fue el principal motivo de que hoy se esté debatiendo su salida de La Moncloa. “Llegaron al poder de forma delictiva”, lanzó el número tres de Sánchez (que no es el portavoz parlamentario y, sin embargo, se encargó de la intervención del grupo socialista), despertando indignación entre los diputados populares. “No, no”, “lee bien”, “mentira”, se escuchaba una y otra vez. “Tengo el oído muy fino”, contestó el del PSOE para responder a sus adversarios. Lo que no pudo evitar Ábalos fue el chorreo de críticas por decir “el Congreso no puede ser autista de lo que ocurre en la realidad” y confundir “autista” con “ausente”. Las redes se llenaron de críticas por su “falta de sensibilidad”.

placeholder La bancada socialista aplaude a Pedro Sánchez. (EFE)
La bancada socialista aplaude a Pedro Sánchez. (EFE)

En el turno de Rajoy, y especialmente en el segundo turno, el jefe del Ejecutivo tiró de hemeroteca volviendo al célebre “fin de la cita” en una continua enumeración de declaraciones de dirigentes socialistas que le pusieron muy difícil a Sánchez su comienzo en la tribuna de oradores. Citó a muchos (Lambán, Vara, Susana Díaz, Felipe González…), pero la más dura seguramente fue la referida al propio Ábalos sobre unas palabras que dijo en enero de este año: "Los independentistas catalanes no pueden ser en ningún caso aliados nuestros ni para una moción de censura". "Fin de la cita, señor Ábalos”, remachó Rajoy. “Que salga Ábalos otra vez, venga, que salga”, insistían desde la bancada de los populares entre aplausos.

El tono bronco con los socialistas continuó su curso a lo largo de la mañana. Especialmente cuando los oradores se echaban en cara los distintos casos de corrupción de sus partidos. Ábalos insistió con Gürtel y Rajoy respondió con los ERE: “Cuando llegue la sentencia, ¿se van a poner una moción de censura a ustedes mismos?”. Cuando Sánchez subió a la tribuna, eso sí, se hizo el silencio entre los populares y comenzó la larga ovación de los socialistas a su líder.

placeholder El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido (d), y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en la tribuna de invitados. (EFE)
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido (d), y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en la tribuna de invitados. (EFE)

Pero los parlamentarios no fueron los únicos expectadores. La tribuna de invitados del Congreso se llenó de políticos que querían presenciar en primera linea todo lo que ocurría en el hemiciclo. Acudieron miembros de la ejecutiva federal socialista y miembros destacados de Podemos, como Pablo Echenique, Juan Carlos Monedero o el exJEMAD Julio Rodríguez. También estuvo el concejal de Ahora Madrid Carlos Sánchez Mato, miembro de Izquierda Unida y que abandonó hace meses la cartera de Economía del Ayuntamiento de Madrid.

Por parte de los populares, apareció, como suele ser habitual, la vicesecretaria general de Estudios y Programas del Partido Popular y diputada en el Parlament, Andrea Levy; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y el portavoz de los populares en el consistorio madrileño, José Luis Martínez-Almeida. Al otro lado de la tribuna también estuvieron la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, y la recién nombrada directora de medios de comunicación de la Comunidad de Madrid, María Pelayo.

En la tribuna de autoridades estuvo el presidente del Senado, Pio García Escudero, y unos asientos más allá, de nuevo en la tribuna de invitados, se sentó el padre Ángel, otro fijo en los ‘saraos’ parlamentarios. Del resto de formaciones no hubo nadie más destacable, aunque es de esperar que durante el turno de los demás grupos sigan apareciendo políticos que no quieren perderse otro día histórico más en esta extraña legislatura.

La tensión se respiraba desde primera hora en la carrera de San Jerónimo. Todavía quedaba un rato para que comenzara el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy cuando empezaba el goteo de diputados. Caras largas, preocupación e incertidumbre en muchos de ellos. Alguna sonrisa (pocas) y más serenidad en otros parlamentarios. Entraba Irene Montero sin pararse a hablar con la prensa y justo después aparecía Albert Rivera. “No puedo ser pesimista en un día terrible para España”, lanzaba el líder de Ciudadanos. Pocos minutos después llegaba el candidato Pedro Sánchez, que pisaba el hemiciclo por primera vez desde octubre de 2016. Imágenes chocantes para todos. Los suyos y los contrarios. Se producía en ese momento la primera ovación al secretario general socialista desde su bancada. Ocupó el escaño de líder de la oposición, aunque renunció a él para no investir a Rajoy. A continuación, apareció Pablo Iglesias, con un gesto más desenfado.

Mariano Rajoy José Luis Ábalos Pedro Sánchez Izquierda Unida Ciudadanos PNV Aitor Esteban
El redactor recomienda