Ábalos: primero "reprobación" a Rajoy, y no regalarle la "impunidad", y luego, las urnas
El número tres reitera que la iniciativa tiene carácter plebiscitario, sí o no al presidente tras el fallo de la Gürtel, y subraya que la "lealtad" al Gobierno por Cataluña no es "entregarse" al PP
La sola sentencia de la Audiencia Nacional sobre la primera época de Gürtel, solo ese fallo, merece una moción de censura. Porque lo que está en juego es la propia "dignidad" del Congreso y de las instituciones democráticas. Y por eso mismo la Cámara no puede "regalar" la "impunidad" al PP.
Esa fue la piedra angular del discurso de José Luis Ábalos. La intervención con la que este jueves se abrió la cuarta moción de censura de la historia de España, la más incierta de todas ellas, y la que puede acabar con Mariano Rajoy en la oposición y Pedro Sánchez en el palacio de la Moncloa. Ábalos, el hombre fuerte del PSOE, el valor seguro de la ejecutiva, fue el designado por el candidato para defender en la tribuna la iniciativa, mientras él atendía en su recuperado escaño (temporalmente), en la primera fila de la bancada socialista.
El secretario de Organización, durante su parlamento de unos 45 minutos —nada que ver con las dos horas que ocupó Irene Montero en la moción de Podemos, de hace casi un año—, no decepcionó, ni por su estilo propio, ni por el contenido, un compendio de los argumentos empleados por él mismo, su jefe y sus compañeros en los últimos días: el PSOE no tenía otra que reprobar al presidente porque no movió una pestaña tras conocerse la sentencia de Gürtel, y porque lo que necesita el país es sacarle del Gobierno, estabilizar el país y elecciones (sin precisar cuándo), la tripleta repetida hasta la saciedad por la dirección.
Esta moción es para "recuperar la dignidad democrática", dijo Ábalos. Lo que dirime la Cámara es cuánta corrupción está "dispuesta a tolerar". El secretario de Organización argumentó que los socialistas no cuestionan las políticas que aplica Rajoy, que podrían, ni la "debilidad del Gobierno, que la tiene". No. El recurso a un instrumento excepcional y que recoge la Constitución en su artículo 113, recordó, gira en torno a la "defensa de los principios democráticos", a la "defensa del Estado de derecho". Y por eso, siguió, "no puede ser instrumental", ni ser "sustituida por una convocatoria de elecciones".
Ábalos defiende que no cabe una moción "instrumental", porque se trata de recuperar la "dignidad" del Congreso y de las instituciones
Era su mensaje a Ciudadanos, cuya vía de acuerdo se cerró ayer miércoles. Lo que compete al Congreso, en consecuencia, es "dejar constancia" de la "reprobación" del Congreso a Rajoy y la condena a un sistema de "corrupción institucional". Eso es lo primero, y luego, aplicar políticas "de verdad", estabilizar el país, que sea dirigido por gobernantes "decentes, y eso, señores del PP, es imposible" con ellos "en el Gobierno". Último paso, convocar elecciones. De nuevo, sin fecha. Y puede que no se concrete durante el discurso del candidato, porque los potenciales aliados de Sánchez —Podemos y los independentistas catalanes, a la espera de lo que decida el PNV— no exigen urnas de modo inminente. Es una moción "esencial, no instrumental", un mecanismo que reprocha y repudia las prácticas del partido en el Gobierno que sustenta una red de corrupción institucional".
Decencia, algo "esencial"
Ábalos cimentó su exposición en que la sentencia supone un salto cualitativo, que ya "se acabó" el "universo de la presunción de inocencia" y hoy hay "certezas" que exige que se "admitan los hechos por sus responsables". Es lo que el jueves pasado estuvo esperando la dirección socialista, cuando guardó "silencio" durante todo el día, tras aflorar el fallo de la Audiencia Nacional. Pero nada paso. "¿El resto va a colaborar con la impunidad? ¿Va a encubrir todo esto? ¿Van a compartir la asunción de responsabilidades?", preguntó el dirigente a los diputados. "El PP dice que le regalemos entre todos la impunidad. Si esta Cámara no reacciona, ¿qué vamos a decir cuando vengan el resto sentencias, las comentamos o las dejamos pasar?", argumentó. Para los socialistas, la "decencia es algo esencial, no accesorio" en una democracia plena.
La "lealtad" de los socialistas en la crisis de Cataluña no les lleva a "entregarse" al Gobierno, sostiene el secretario de Organización
En el PSOE han dolido mucho las acusaciones y ataques que los populares les han dirigido desde que Sánchez presentó su moción de censura, hace menos de una semana. María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa, le llamó "enemigo del Estado de derecho". Fernando Martínez-Maillo, el coordinador general de los conservadores, un "Judas de la política española". Los socialistas no se arrepienten de su apoyo al Gobierno en la crisis de Cataluña, en defensa de la Constitución y de la legalidad.
Pero esa misma defensa de la Carta Magna les lleva ahora a censurar a Rajoy. "Si les apoyamos en la defensa del orden constitucional, Pedro Sánchez es un hombre de Estado, es leal, pero si usa la misma Constitución para exigirles a ustedes responsabilidades no falta un minuto para que le llamen enemigo del Estado de derecho". Y que "en 24 horas" el PP haya pasado "de una cosa a la otra, incluso dentro del marco constitucional", es "muy decepcionante". "No nos arrepentimos de la lealtad, pero no nos lleva a entregarnos [al Ejecutivo]. Llevan muy mal eso de no entregarse", le afeó Ábalos al presidente.
"Asumimos este tiempo con la responsabilidad debida, con plena consciencia de la complejidad [...]. Somos un partido de palabra", remata
Ábalos finalizó rindiendo un tributo a los profesionales de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado —"Y lo dice un nieto de guardia civil, así que siempre mi respeto"—, agradeciendo a todos los cargos de todos los partidos que han sufrido un "ataque furibundo del PP" y han luchado contra la corrupción. "Asumimos este tiempo con la responsabilidad debida, con plena consciencia de la complejidad de estos momentos. Somos conscientes, pero lo encaramos con respeto a la ley a la Constitución". El PSOE, clamó, sigue siendo un partido responsable que velará "por la convivencia", preservando el "respeto de y hacia todos los españoles, desde el reconocimiento de su diversidad".
"Este mes cumplimos 139 años de historia. Y aquí estamos 139 años después. Somos un partido de palabra". Remate final de la intervención de Ábalos. Y pie al discurso del candidato, de Pedro Sánchez. Ya a un paso de La Moncloa.
La sola sentencia de la Audiencia Nacional sobre la primera época de Gürtel, solo ese fallo, merece una moción de censura. Porque lo que está en juego es la propia "dignidad" del Congreso y de las instituciones democráticas. Y por eso mismo la Cámara no puede "regalar" la "impunidad" al PP.
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