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Sánchez dice que primero será presidente y gobernará y luego convocará elecciones
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PRESENTA LA INICIATIVA POR "DIGNIDAD" Y POR "RESPONSABILIDAD"

Sánchez dice que primero será presidente y gobernará y luego convocará elecciones

Señala, tras el registro de su moción de censura, que su plan es formar un Gobierno interino del PSOE para recuperar la normalidad y se abre a recibir los votos de los independentistas en la investidura

Foto: Pedro Sánchez, reunido con su ejecutiva federal este 25 de mayo en Ferraz. (EFE)
Pedro Sánchez, reunido con su ejecutiva federal este 25 de mayo en Ferraz. (EFE)

La moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy ya es un hecho. Ya está registrada en el Congreso, está formalmente en trámite, presentada "por responsabilidad". Es una respuesta "serena, firme, de Estado y constitucional", para "recuperar la dignidad" de la democracia española y regenerarla. Pero es una moción, sobre todo, para gobernar, devolver la "normalidad" al país, "limpiar" de corrupción las instituciones y atender las urgencias sociales, para después, "cuanto antes", aunque no de forma inminente, convocar elecciones.

El líder del PSOE quiere primero ser presidente de un Gobierno transitorio del PSOE y asumir las riendas del país antes de llamar a las urnas. Y para alcanzar La Moncloa, está dispuesto a levantar uno de los vetos que siempre se había impuesto: para lograr ser investido, no le importa aceptar los votos de formaciones nacionalistas e independentistas —necesarios en caso de que Ciudadanos mantenga su no— para "sacar a España del lodazal de la corrupción" y también para "defender y hacer defender" la Constitución española, la soberanía nacional, la "integridad territorial" y la convivencia entre los pueblos de España.

Tras unas primeras horas al ralentí, en las que el PSOE se tomó su tiempo para valorar la devastadora sentencia de la Audiencia Nacional por el caso Gürtel, las decisiones en Ferraz se han ido adoptando rápido. En la noche del jueves, tras reunirse con su núcleo duro y mantener distintas conversaciones telefónicas, el secretario general decidió lanzar el órdago, presentar la moción de censura contra el presidente del Gobierno. Y esta misma mañana, antes incluso de que comenzara la ejecutiva federal, programada para bendecir formalemente su apuesta, el PSOE registró su propuesta en el Congreso [aquí en PDF], firmada por los 84 diputados de su grupo.

No era una descortesía hacia su propia cúpula, que ya estaba informada de sus planes y aprobaba su gesto, sino una estrategia para impedir que Rajoy disuelva las Cortes y convoque elecciones por su cuenta, puesto que la Constitución lo impide. El secretario general informó al rey Felipe VI y dará cuenta de su decisión y de los escenarios que se abren ahora ante el máximo órgano de poder del PSOE, el comité federal, el próximo lunes 28 de mayo.

[Consulta aquí en PDF la declaración de Pedro Sánchez y la moción de censura del PSOE]

Sánchez compareció tras la brevísima reunión de su ejecutiva con gesto grave, midiendo cada una de sus palabras. Y con corbata, por cierto, un detalle calculado para proyectar su imagen presidencial. Argumentó que su partido presentaba la moción para "recuperar la dignidad" de una democracia que se ve "cuestionada" por el partido que gobierna las principales instituciones del país, para "recuperar las reglas del juego", "violentadas" por un PP que ha concurrido a las elecciones "dopado", para "defender la Constitución" y los derechos y libertades y salvaguardar la "exigencia de ejemplaridad y ética". Para devolver la "normalidad" a España y sacar a la política "de esta novela negra de corrupción".

Sánchez subraya que su objetivo es la regeneración, sacar a España del "lodazal de la corrupción" y formar un Gobierno con "fundamentos sólidos"

Por todo ello, y para "garantizar la gobernabilidad" del país, Sánchez pretende encabezar un Ejecutivo "con fundamentos sólidos" y con una "hoja de ruta clara". Primero, para "constituir un Gobierno del PSOE". Monocolor, por tanto, sin ministros de otros partidos, en una clara advertencia a Podemos, que en el pasado, en la investidura fallida de 2016, que los morados rechazaron, reclamaron sillones.

Foto: El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, junto a su equipo en la ejecutiva nacional. (EFE)

Una agenda social, también

Será un Gobierno, siguió, que garantizará que "cumplirá y hará cumplir la Constitución española", que preservará la "convivencia" y el cumplimiento del "ordenamiento constitucional". Aviso, por tanto, a las formaciones separatistas y nacionalistas. También será un Gabinete que "cumplirá con sus compromisos" como Estado miembro de la UE, y que se propone "regenerar la vida democrática" del país, poner en marcha "una agenda social", atender "las urgencias sociales" y también para "convocar elecciones", pero no rápidamente, nada más alcanzar La Moncloa.

El líder se dirige a los "350 diputados", para que actúen "por responsabilidad", aunque recalca que defenderá la Constitución y la integridad territorial

El número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ya había comparecido previamente, y había advertido de que solo apoyaría una moción de censura instrumental, para convocar nuevas generales, y siempre en caso de que el propio Rajoy no llamase a las urnas por sí mismo. Cuando al líder del PSOE se le preguntó por ello —solo admitió dos cuestiones, que los periodistas habían consensuado previamente—, respondió, dirigiéndose a Albert Rivera, que las mociones están "tasadas" en la Constitución y son "constructivas" y son para "darle un Gobierno al país". "Convocaremos elecciones, cuanto antes, por supuesto, pero antes de eso habrá que recuperar la normalidad política e institucional, atender las urgencias sociales y abordar la tarea de la regeneración democrática".

Sánchez anuncia una moción de censura para "recuperar la dignidad de nuestra democracia"

Sánchez fue inquirido si, en ese caso, aceptaría los votos de las formaciones independentistas (los 9 de ERC y los 8 de PDeCAT) y nacionalistas (el PNV tiene cinco escaños), imprescindibles para resultar investido presidente si Cs no le apoya. "Vivimos en una democracia parlamentaria. La presidenta del Congreso de los Diputados [Ana Pastor] fue elegida también con los votos y los escaños de las formaciones independentistas [en julio de 2016]. Los Presupuestos Generales del Estado, que han ido al Senado, fueron apoyados por formaciones nacionalistas [el PNV y Coalición Canaria]. Por tanto, yo me dirijo a los 350 diputados y diputadas del Congreso para pedirles responsabilidad, generosidad y que entre todos saquemos a España del lodazal de corrupción en el que lo ha metido el partido que ahora mismo está gobernando", argumento, para advertir, en consecuencia, que no renuncia a los eventuales apoyos de fuerzas secesionistas.

Sánchez llama a los 350 diputados, también independentistas, a apoyar su moción

"Será un Gobierno del Partido Socialista para defender la Constitución, la soberanía nacional, la integridad territorial y la convivencia entre los pueblos de España. Ese es mi compromiso y saben ustedes que cumplo con mi palabra", añadió. Era su forma de decir que se abre a los votos de ERC y PDeCAT, pero también dejando clara sus líneas rojas, haciendo ver que no variará su discurso firme en defensa de la legalidad y a favor de la unidad del país.

No es irreal que Sánchez consiga la mayoría de 176 votos, puesto que Podemos y sus confluencias (67 escaños), Compromís (4), ERC (9), PDeCAT (8) y Nueva Canarias (1) han asegurado que están dispuestos a respaldarle. Incluso el PNV (5) se mostró dispuesto este viernes a hablar con el líder socialista de la moción. El diputado republicano Joan Tardà aseguró este viernes que su grupo votaría a favor de Sánchez, aunque le reclamaba bajar el tono, que corrija y sea capaz de "desdecirse de algunas de las ofensas vergonzantes de los últimos días" contra los secesionistas, en los que empleó máxima dureza contra Quim Torra, al que ha motejado como "racista" y "supremacista". Y el PDeCAT también adelantó su apoyo, siempre y cuando no esté en la ecuación Cs, hipótesis imposible.

Foto: El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado. (EFE)

Sánchez, en su exposición inicial, justificó por qué había llegado a este punto. El PSOE daba el paso al frente porque la brutal sentencia de Gürtel —que condena al PP como responsable civil al pago de una multa de 245.492 euros como partícipe a título lucrativo de la trama, que considera que está probada la caja B del PP desde 1989 y que cuestiona incluso la credibilidad del presidente— ha provocado, primero, "una lógica indignación social", puesto que el Gobierno ha pedido "sacrificios en forma de precariedad y recortes de derechos y libertades", mientras el PP "se financiaba irregularmente. Indignación, dijo, a la que hay que sumar la "alarma social" por la magnitud del caso, y el daño a la "imagen, proyección y reputación" de España ante la UE y ante el mundo. Todo ello "pone a prueba la resistencia de las instituciones" y abre "un debate necesario sobre la calidad de nuestra democracia".

El PSOE justifica la presentación de la moción por la "indignación social" y la "alarma" y por la actitud del PP de "no hacer nada" y mirar para otro lado

También actúa el PSOE, alegó, porque ni el PP ni el presidente han asumido responsabilidades políticas. Más aún, se "desentendieron" de una sentencia que condena a una organización política e impone penas "gravísimas" a la mayoría de los acusados. El mismo Rajoy lo hizo este viernes cuando compareció en La Moncloa.

Vista la enorme "crisis institucional" y de confianza, solo caben dos caminos, sostuvo. Uno, el del PP, que es el "no hacer nada, mirar para otro lado" y "consentir el deterioro". Y dos, ofrecer una "respuesta firme, serena, de Estado y constitucional".

A lo largo de la mañana, Sánchez recibió el apoyo, más o menos entusiasta, en declaraciones públicas o a través de Twitter, de dirigentes y presidentes autonómicos socialistas, como Susana Díaz, Emiliano García-Page, Guillermo Fernández Vara, Javier Lambán, Francina Armengol, Javier Fernández y Ximo Puig.

El procedimiento

Ahora que ha dado un paso al frente y la moción está registrada, el procedimiento y los plazos que seguirá la iniciativa vienen fijados en el artículo 176 del reglamento del Congreso: "La Mesa, tras comprobar que la moción de censura reúne los requisitos señalados en el artículo anterior, la admitirá a trámite, dando cuenta de su presentación al presidente del Gobierno y a los portavoces de los grupos parlamentarios. Dentro de los dos días siguientes a la presentación de la moción de censura podrán presentarse mociones alternativas, que deberán reunir los mismos requisitos señalados en el apartado 2 del artículo anterior y estarán sometidas a los mismos trámites de admisión señalados en el apartado precedente".

Sánchez: "La moción es para formar un Gobierno de PSOE que convoque elecciones"

Esta redacción deja en manos de la presidenta de la Cámara Baja, la popular Ana Pastor, la fijación del pleno. Ella es la que tiene la potestad, por tanto, de ponerle fecha al debate. La premura de Sánchez a la hora de presentar la moción podría tener su explicación, porque el artículo 115 de la Constitución señala que "la propuesta de disolución [de las Cámaras para la convocatoria de elecciones generales] no podrá presentarse cuando esté en trámite una moción de censura". Así, el líder del PSOE intentaba cortar el paso a cualquier movimiento de Rajoy para impedir la moción y convocar elecciones anticipadas. Pero el presidente ni siquiera amagó con mover esa ficha.

Los números de la moción de censura

La moción de censura necesita 176 votos para que prospere. Mayoría absoluta del Congreso. Pedro Sánchez, el candidato (no importa que no sea diputado ya, no lo exige la Constitución), tiene dos vías para conseguirla.

-Con los emergentes: el PSOE (84), Podemos y sus confluencias (71) y Ciudadanos (32) suman 183 escaños. Es la mayoría que más gustaría a los socialistas, la que el líder persiguió en 2016, sin éxito, por el veto de las dos formaciones. Pero esta vía ya fue descartada este viernes por los naranjas, porque su idea es que haya elecciones ya. Pero con una moción en marcha, Mariano Rajoy no puede disolver las Cámaras, de modo que solo podría ser después, y en todo caso la potestad de llamar a las urnas es del presidente del Gobierno. 

-Con Podemos y los nacionalistas: otra suma posible, aunque muy arriesgada, es la que conformarían PSOE (84), Podemos y sus aliados y Compromís (71), ERC (9), PDeCAT (8) y PNV (5). 177 diputados. Si no estuvieran en esa mayoría los nacionalistas vascos, que acaban de aprobarle los Presupuestos a Mariano Rajoy, Sánchez requeriría el concurso de EH Bildu (2), Coalición Canaria (1) y Nueva Canarias (1). Así obtendría la mayoría absoluta justa. NC fue socia de coalición de los socialistas en las generales de 2015 y 2016, y apoyó la investidura de Sánchez en la fallida XI Legislatura, y ahora también se muestra dispuesta a hacerlo. De cuajar esa alternativa, podría obtener 178 diputados

La moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy ya es un hecho. Ya está registrada en el Congreso, está formalmente en trámite, presentada "por responsabilidad". Es una respuesta "serena, firme, de Estado y constitucional", para "recuperar la dignidad" de la democracia española y regenerarla. Pero es una moción, sobre todo, para gobernar, devolver la "normalidad" al país, "limpiar" de corrupción las instituciones y atender las urgencias sociales, para después, "cuanto antes", aunque no de forma inminente, convocar elecciones.

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