Nervios y presión en el PP para disipar las dudas del PNV y salvar los Presupuestos

En el tedioso pleno de Presupuestos que se ha iniciado este lunes en el Congreso, solo rompió la monotonía la tensión no disimulada en el PP y el Gobierno por el signo del voto del PNV a las cuentas del Estado el miércoles por la tarde. El mantenimiento del artículo 155 de la Constitución en Cataluña ha tenido el efecto no deseado de dejar en el aire las cuentas del Estado que, a su vez, son vitales para el mantenimiento de la legislatura hasta 2020. Mariano Rajoy quería un trámite aburrido y se ha encontrado con un sobresalto.

Fuentes del Gobierno y del PP aseguran que mantienen intensas negociaciones con los nacionalistas vascos sobre esa votación, con la esperanza de salvar el escollo. Hace semanas, se cerró ya un acuerdo y el PNV asegura que incluyó el compromiso de Mariano Rajoy de levantar el 155 antes de esa votación. Con posterioridad, la decisión de Quim Torra, nuevo 'president' de la Generalitat, de nombrar 'consellers' procesados, encarcelados y huidos ha llevado a Rajoy a la decisión de bloquear su publicación y, por tanto, mantener la vigencia del 155. El PNV exigió hace semanas a Rajoy un pronunciamiento público en favor de una nueva etapa de diálogo con Cataluña antes de votar a favor de la admisión a trámite de los Presupuestos. Ahora la realidad ha arruinado ese propósito del presidente del Gobierno.

Los nacionalistas vascos han trasladado al Gobierno su rechazo a la decisión de no dar curso a los nombramientos para levantar el 155. Consideran que hay muchas dudas legales sobre esa decisión y, además, prolonga la situación de interinidad en Cataluña. Por eso, el PNV ha reabierto la negociación con previsión de mantenerla hasta el mismo miércoles por la tarde, después de que votara hace semanas a favor de la tramitación de las cuentas. Las dudas, compartidas por otros dirigentes políticos, se refieren a la consideración de la publicación de los nombramientos como "acto debido", es decir, como automatismo sin posibilidad de rechazarlo.

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Fuentes de La Moncloa aseguran que han trasladado a su vez a los nacionalistas vascos la explicación sobre su posición en Cataluña, dejando claro que no hay otra opción tras los pasos de Torra. El Gobierno, además, argumenta que una vez ha accedido a las peticiones del PNV y, especialmente, a la referida a la subida generalizada de las pensiones, ya no es posible dar marcha atrás. Esa decisión podría ser tramitada como decreto ley, pero una derrota en la votación de los Presupuestos supondría un grave revés político para Rajoy que, incluso, pondría en riesgo la legislatura.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, se mostró convencido de que el proyecto de Presupuestos Generales se aprobará esta semana en el Congreso, ya que confía en que el PNV seguirá siendo "serio", pero las conversaciones se han sucedido este lunes y seguirán hasta el miércoles.

El debate en el PNV está entre la presión política de quienes mantienen una posición más crítica con el Gobierno central por el 155 y los más pragmáticos, que se apoyan en la preferencia por mantener a un Rajoy más débil, frente a un Albert Rivera en el Gobierno tras unas hipotéticas elecciones anticipadas. Todo parece indicar que se impondrá esta última, pero con muchas dudas.

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El PNV, además, busca soluciones en contacto con el independentismo catalán, con el mantenimiento de sus labores de mediación. Una parte del PDeCAT y ERC no es partidaria de mantener inicialmente una posición de confrontación con el Gobierno de Rajoy. De hecho, eso es lo que trasladó ayer Oriol Junqueras a Torra en la prisión, según la versión de ERC.

Según esta versión, Junqueras expresó "la necesidad de hacer una república para todos, incorporando el máximo de gente, siendo abiertos y plurales. Y que confiara en los compañeros de Gobierno de ERC". El mensaje del líder de ERC a Torra es que evite en lo posible el mensaje de etnicismo, que hace daño a la imagen del soberanismo, especialmente fuera de España. Junqueras, además, ha pedido a Torra que se apoye en Pere Aragonès, su vicepresidente.

La solución llegará desde el Tribunal Supremo con la suspensión de los procesados, pero la decisión del juez se ha prolongado más allá de la votación de los Presupuestos, en contra de lo que esperaba el Gobierno.