El 'chófer de la coca' en los ERE señala a Zarrías y a un mandamás del PSOE
Trujillo comparece en el juicio y habla de reuniones del exdirector de Trabajo con Zarrías o el senador y actual miembro de la ejecutiva regional José Caballos
Juan Francisco Trujillo, chófer del ex director general de Trabajo andaluz Javier Guerrero, que declaró que emplearon fondos públicos en copas y cocaína, compareció como testigo en el juicio de los ERE y apuntó directamente al exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías y al senador sevillano José Caballos. Trujillo está encausado en otra pieza separada de los ERE e investigado en alguna más. Por eso le asistía el derecho a no contestar a las preguntas que considerara que le pudieran perjudicar en esas otras causas. Sin embargo, su declaración no fue parca.
En esa otra pieza separada, la Fiscalía Anticorrupción pide 14 años de cárcel para el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero y su chófer Juan Francisco Trujillo, a quien, según el escrito de acusación, se dieron sin motivo 1,4 millones de euros de ayudas públicas, que en parte se destinaron a cocaína y copas. El chófer recibió una póliza de 122.468 euros a favor de su madre. Además, junto a otro socio, montó una supuesta granja avícola para la que recibieron 450.000 euros.
Trujillo se presentó como técnico administrativo y fue conductor personal de Guerrero entre 2003 y 2007, según su declaración. Se ratificó en sus declaraciones previas y dijo haber tenido una relación personal o de amistad con Guerrero más allá del trato profesional. En su declaración, apuntó que Guerrero le dijo que "era él quien disponía dar o no dar las ayudas" y le comentó que "no tendría ningún tipo de control". Según aseguró, llevó al exdirector de Trabajo a reuniones con altos cargos de la Consejería de Empleo, a Presidencia, a Hacienda, a Innovación o al IFA.
"Hizo referencia en dos ocasiones que fuimos al Palacio de San Telmo a dos reuniones que había tenido con el entonces consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías", aseguró. "En una de ellas, manifestó estar enfadado porque no le había sacado las cosas bien", declaró el exchófer. En Hacienda, no supo decir con quién se reunió. Trujillo acreditó que había una relación fluida con "Juan Lanzas, Antonio Albarracín de Vitalia o Jesús Bordallo y González Mata", conseguidores y mediadores de los ERE, que "iban por la Dirección General de Trabajo".
También explicó que Guerrero comentaba que "tenía problemas de pago con las ayudas" y que iba a intentar resolverlo "con el IFA, y creo que en Hacienda también eran [las reuniones] para desbloquear el tema". Igualmente declaró haber estado "presente en alguna conversación o llamada del consejero de Presidencia". "Hubo una ocasión en que me dijo que había recibido una llamada de Gaspar Zarrías y que teníamos que hacer una visita a una empresa de Vilches, relacionada con azulejos y cerámica", sostuvo a preguntas de la Fiscalía.
Trujillo admitió que habían tenido problemas de drogadicción que no eran conocidos en el entorno de la Consejería de Empleo, según su versión, pero sí por el conseguidor Juan Lanzas, de quien dijo que era amigo directo de Zarrías. Igualmente, aseguró que Guerrero "se reunió con Pepe Caballos, que era alguien del PSOE de Sevilla". La intervención de este dirigente socialista nunca ha podido acreditarse en los ERE, aunque fue investigado, sin ninguna implicación, por su influencia en el PSOE sevillano y sobre todo en la sierra norte, donde se repartieron gran parte de las ayudas. La hija del exconsejero José Antonio Viera y el hijo de José Caballos estaban contratados en empresas de José María Sayago y José Enrique Rosendo, ya fallecido, cuyo entramado empresarial recibió 34 millones de euros de fondos públicos.
Según el escrito de acusación en otras piezas separadas, el chófer no ejecutó ninguno de los proyectos para los que recibió ayudas públicas y montó hasta tres sociedades, constituidas solo para captar fondos públicos. Con ese dinero recibido, se le acusa de haberse comprado inmuebles y fincas rústicas. También hizo, según su declaración, entregas en efectivo a Guerrero, a quien compró antigüedades e invitó a copas y cocaína. El dinero destinado a droga y alcohol no se puede cuantificar, según la Fiscalía, que sí señala que supuso "un porcentaje importante" de los fondos recibidos.
Juan Francisco Trujillo, chófer del ex director general de Trabajo andaluz Javier Guerrero, que declaró que emplearon fondos públicos en copas y cocaína, compareció como testigo en el juicio de los ERE y apuntó directamente al exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías y al senador sevillano José Caballos. Trujillo está encausado en otra pieza separada de los ERE e investigado en alguna más. Por eso le asistía el derecho a no contestar a las preguntas que considerara que le pudieran perjudicar en esas otras causas. Sin embargo, su declaración no fue parca.
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