Sánchez ve "posible" un 155 indefinido y avisa a Torra de que no se tolerará la inestabilidad

Pedro Sánchez refuerza cada día sus avisos a Quim Torra y sus invectivas contra él. El nuevo 'president' de la Generalitat no solo es un "racista", un "xenófobo", un "supremacista", "un carlista" y "el Le Pen de la política española". También lo asimila, directamente, al partido ultraderechista Vox. Pero no se queda ahí. También le manda el mensaje de que el Estado no se quedará de brazos cruzados: no permitirá la "inestabilidad" y desde luego no descarta una segunda aplicación del 155 que se prolongue sin fecha definida. Y, para que sea muy consciente de sus acciones, anuncia que introducirá una enmienda a la propuesta de ley socialista de igualdad de trato para sancionar más gravemente —con multas más altas— las discriminaciones cometidas por un cargo público.

Ahora mismo hay un jefe del Govern en Cataluña pero sin Govern, porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy no publicará el decreto de nombramiento de los 'consellers' y por tanto no podrán tomar posesión el miércoles, como Torra había previsto. La decisión fue consensuada con PSOE y Ciudadanos, y tiene como primera consecuencia que la intervención de la Generalitat seguirá, puesto que el acuerdo que aprobó el Senado el pasado 27 de octubre decía bien claro que el 155 continuará en vigor hasta que el nuevo Govern (o sea, todos sus 'consellers') tomen posesión de sus cargos. Este mismo lunes, Torra, tras su visita a los encarcelados Josep Rull y Jordi Turull —nombrados por él como titulares de Territorio y Presidencia—, subrayó que ambos tienen intención de acceder a sus puestos. El desafío, por ahora, se mantiene.

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"Desde el punto de vista político, al no Gobierno de Torra se responde con la gobernabilidad de Cataluña", porque el Estado de derecho "no puede permitir ningún vacío institucional en ningún territorio", sentenció Sánchez este lunes en rueda de prensa en Ferraz, tras la reunión del plenario de su ejecutiva federal. Es decir, que si el 'president' no rectifica, la gobernabilidad en Cataluña seguirá garantizada, ya que los departamentos continuarán controlados por los respectivos ministerios desde Madrid. "Quien prolonga el 155 es Torra", sostuvo.

Todas las opciones estarán contempladas y todas las opciones están encima de la mesa", dice sobre futuras respuestas del Estado

El secretario general hiló con una advertencia muy seria: "Lo que no vamos a permitir es que esta situación de inestabilidad se perpetúe en el tiempo". Y si eso ocurre, el Estado de derecho "actuará". Y ahí "todas las opciones estarán contempladas y todas las opciones están encima de la mesa". Cabe tanto que si Torra no da marcha atrás, se acuda al Senado para modificar y endurecer el actual 155. También que si rectifica y quiebra unilateralmente la legalidad, haya que aplicarlo de nuevo, en cuyo caso ve "posible" que esa intervención sea "indefinida" o "estable". Y, en todo caso, será "diferente", porque la naturaleza ya será distinta. La semana pasada lo explicó: sería otro 155, para empezar porque no se iría a nuevas elecciones. ¿Y cabe en esta ocasión la toma del control de TV3? De nuevo, se atuvo a su respuesta programada: "Todas las opciones estarán encima de la mesa".

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Sin concreciones

Sánchez no daba más pistas porque no quería entrar "en detalles". "En función" de cómo actúe el bloque independentista, razonó, responderá el Estado de derecho. El dirigente trasladó la certeza de que el separatismo no vencerá a los constitucionalistas: "No nos van a quebrar".

Pero como una prueba palmaria de que el PSOE no permitirá que los separatistas se pasen de la raya, anunció una tercera medida que está diseñada para marcar el territorio y estrechar el cerco de vigilancia sobre Torra. La semana pasada anunció su propuesta de "actualización" del delito de rebelión y de reglar las tomas de posesión. A estas dos se añade una enmienda que el PSOE presentará a su propia Ley de Igualdad de Trato, en tramitación en el Congreso, para que se agraven las sanciones contra aquellos cargos públicos que discriminen a sus ciudadanos. "Como tenemos al frente del Gobierno de la Generalitat a un racista, el PSOE estará vigilante de que las acciones discriminatorias que pueda tomar desde el Gobierno no se realicen", enunció. Propuestas las tres que dijo que comparte el PSC, "de acuerdo en todo".

Como tenemos al frente de la Generalitat a un racista, el PSOE estará vigilante de las acciones discriminatorias

El secretario general sí enfatizó que su enmienda irá dirigida a perseguir las "acciones discriminatorias", y no la libertad de expresión. Es decir, que no se trataría de castigar más a un cargo público por declaraciones y tuits como los que hizo Torra en el pasado. Además, de lo que habla el PSOE es de sanciones administrativas, y de carácter "económico". No penales.

Sánchez de nuevo fue durísimo contra Torra. Sus descalificaciones son gruesas, y su cruce de reproches durante el fin de semana ha sido intenso. Este lunes el líder continuó con su escalada. Véase: la elección del 'president' ha "destapado las vergüenzas racistas del secesionismo", "tan ultraconservadoras y racistas son las declaraciones de Vox como los pensamientos y escritos de Torra", pues ambos son "falsos expedidores de carnés de buenos y malos españoles y de buenos y malos catalanes". Juicios severos que quedaron plasmados por escrito en una resolución aprobada por la ejecutiva [aquí en PDF], que advierte de que por sus palabras en el pasado el jefe del Govern debiera estar "inhabilitado políticamente".

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Llamamiento a la unidad

Pese a todo, el secretario general no tiene problemas en reunirse con el 'president' "mil veces", pero también subraya que "si ante alguien se sitúan los socialistas es ante un racista". Además, Sánchez entiende que antes debe tender puentes con las fuerzas catalanas constitucionalistas, en el Parlament.

Sánchez reprocha a Rivera que vuelva a la "aznaridad", que presente la misma "película en edición remasterizada" que el expresidente

Para combatir el separatismo, el líder socialista volvió a formular la misma receta: la unidad. Y cree que "ya va siendo hora de Unidos Podemos y Ciudadanos asuman su condición de partidos de Estado", condición que "ninguno de los dos ha demostrado" hasta ahora, pues unos, los naranjas, parecen "esa vieja enfermedad de la derecha, la 'aznaridad", la utilización de la "confrontación territorial", y otros, los morados, porque viven atrapados por sus "prejuicios", y no se desprenden de su defensa del derecho de autodeterminación. Sánchez cree que aunque se pueda "discrepar de ideas y concepciones", a todos, a PSOE, PP, Cs y Podemos, les une la reivindicación de la "convivencia", que es lo que está cuestionado por el "supremacismo" de Torra.

Durante su comparecencia en Ferraz, Sánchez fue más contundente contra la formación de Albert Rivera, a quien afeó que monte una plataforma, España Ciudadana, para defender la Constitución y la integridad territorial, porque basta con la "propuesta y la acción". El jefe de los socialistas subrayó que lo que mostró ayer el presidente naranja fue una "película en edición remasterizada" de lo que hacía José María Aznar hace años: emplear la crisis territorial "con fines electorales". Rivera es, dijo, el "discípulo aventajado" del expresidente, el que pretende una España "uniformada" frente a la España "plural y diversa" que quieren los socialistas.

Pero el camino que toman los liberales, argumentó, es muy peligroso, porque ahora toca comportarse como "partidos de Estado", que "ya vendrán las elecciones", porque si se siguen mostrando fisuras lo único que se consigue es "debilitar" la respuesta frente al secesionismo. "Aznar y Rivera quieren enfrentar a España contra sí misma, y el PSOE dice no a eso". Rajoy, mientras, "sufre las consecuencias" de su estrategia cuando era líder de la oposición y combatía a José Luis Rodríguez Zapatero. De modo que para los socialistas hay una derecha "que ha aprendido la lección" y otra que "niega su propia historia", pues Aznar sí llegó a pactar con los nacionalistas y descentralizó servicios públicos.

Caso chalé de Iglesias y Montero: las bases de Podemos no pueden ser los "jueces", sino los "testigos"

La número cuatro del PSOE, Carmen Calvo, sí calificó este domingo de "error" el plebiscito convocado por Podemos a sus bases para que se pronuncien sobre la continuidad en el poder de Pablo Iglesias e Irene Montero tras estallar la polémica de su chalé en Galapagar (Madrid). Pero Pedro Sánchez prefirió ser más prudente. 

Pese a que Podemos y "en particular" su secretario general, Iglesias, fue "bastante duro" con la vida interna del PSOE hace un años, cuando los socialistas libraban una batalla cruel en sus primarias, porque emplearon "muchas descalificaciones", él no va a "hacer lo mismo". 

No obstante, sí dijo que las bases de Podemos "no pueden hacer de jueces sobre la coherencia y la credibilidad de sus líderes. En todo caso, serán testigos, pero nunca jueces".