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Falciani: "Suiza aprovecha la debilidad de España para pedir mi extradición"
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HABLA en exclusiva TRAS SU ÚLTIMA DETENCIÓN

Falciani: "Suiza aprovecha la debilidad de España para pedir mi extradición"

El ingeniero informático que destapó a 130.000 evasores fiscales con cuentas en la rama suiza del banco HSBC defiende que el contexto político determina su situación de libertad provisional

Foto: Hervé Falciani, en su localidad levantina de residencia. (MGR)
Hervé Falciani, en su localidad levantina de residencia. (MGR)

Hervé Falciani (Montecarlo, 1972) recibe a El Confidencial en una localidad del levante peninsular. Por seguridad, prefiere que no se cite el nombre del pueblo donde se asentó en febrero pasado. Allí vive confinado desde que el magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea dictara hace unos días medidas cautelares contra él por una orden internacional de detención y extradición emitida por Suiza. No puede salir del término municipal sin autorización expresa de un juez.

"Se ha hablado mucho del cambio de cromos con las políticas catalanas que están en Suiza. Yo pensaba que no saldría libre el día 5 de abril", subraya Falciani. El juez Pablo Llarena del Tribunal Supremo tiene puesta su mirada en el país helvético por Marta Rovira (ERC) y Anna Gabriel (CUP), ambas huidas de la Justicia española. A la primera le atribuye un papel esencial en la preparación de las leyes soberanistas del 'procés'; a Gabriel la encausó por desobediencia y por firmar e impulsar esas mismas leyes.

El olor del azahar en su esplendor y la brisa marina de primavera convierten el pueblo en una jaula de oro para Falciani. “Casi me alegro de tener que residir obligatoriamente en un lugar determinado. Ahora que todos saben dónde estoy, puedo tener un teléfono normal que no tenía desde hace años por motivos de seguridad”, cuenta el ex ingeniero de Sistemas de HSBC.

Fugitivo para Suiza, uno de los grandes personajes mundiales en lo que llevamos de siglo XXI, disfruta de la figura de testigo protegido en Francia y España por su colaboración con las autoridades de estos dos países por desvelar la identidad y los registros bancarios de unos 130.000 evasores fiscales que ocultaban más de 100.000 millones de euros en la rama suiza del banco HSBC. En nuestro país, su cooperación con la Fiscalía Anticorrupción y Hacienda ha permitido investigar a más de 600 defraudadores y recuperar una cifra cercana a los 300 millones de euros, la mayoría proveniente de la familia Botín.

Suiza aprovecha la posición de debilidad de España, que sufre problemas internos graves por la situación en Cataluña, para intentar mi extradición


“Mi colaboración con las autoridades españolas fue muy intensa en 2013 tras la sentencia a mi favor de la Audiencia Nacional, tras pasar casi seis meses en la cárcel. Luego he estado más en contacto con Francia, donde he mantenido hasta ahora proyectos para luchar contra el fraude”, narra Falciani. Pero el Estado español le ha protegido de forma continuada desde 2013 con guardaespaldas, pisos francos (tuvo uno en Sevilla) y otro tipo de medidas de seguridad. Hasta la fecha de hoy.

placeholder Hervé Falciani, en su localidad levantina de residencia. (MGR)
Hervé Falciani, en su localidad levantina de residencia. (MGR)

La filtración al diario francés 'Le Monde' de una gran parte de los documentos sustraídos a HSBC por este ingeniero informático propició la investigación periodística de la lista Falciani, publicada en 2015 y que coordinó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). En ella participaron medios de 45 países, entre ellos, El Confidencial.

Falciani alaba el trabajo realizado por los reporteros: “La investigación dirigida por ICIJ ayudó a que la opinión pública mundial comprendiera mucho mejor el problema sistémico de la banca que oculta fortunas opacas y procedentes de actividades ilegales”.

Sereno, sin miedo a la posibilidad de ser extraditado para cumplir los cinco años de prisión por “espionaje industrial” que le esperarían en Suiza, explica que ha tomado “una posición vital para luchar contra el fraude y la corrupción” y por eso no teme las consecuencias. Abogados colaboradores del despacho ILOCAD de Baltasar Garzón cuidan de su libertad.

Y hace una advertencia: “El nuevo mundo 'offshore' se mueve ahora con las criptomonedas”. Está trabajando en ello ahora.

PREGUNTA. ¿Tiene miedo a que la Justicia española lo extradite a Suiza?

RESPUESTA. No siento miedo, jamás he tenido estrés. Solo siento responsabilidad por mi entorno familiar y social. Me he desarrollado profesionalmente en un ámbito de gestión de riesgo en el negocio de la banca, así que tomo esta nueva aventura como una oportunidad más para seguir dedicándome a lo que llevo haciendo desde hace 10 años: denunciar las injusticias, luchar contra el fraude y la corrupción. Soy consciente de haber sido un privilegiado por contribuir a desnudar un sistema bancario y económico injusto. Ahora me dan una oportunidad más para a través de los medios exponer esta estrategia suiza, que no es sino una guerra económica que ampara a la gran banca y a sus clientes poderosos. El tema de la nueva petición de extradición es una anécdota que aprovecho para atraer la atención de la opinión pública.

P. La orden internacional de detención emitida por Suiza no es por un nuevo caso. Usted ya fue juzgado en España en 2013 y puesto en libertad denegándose la extradición al país helvético. ¿Por qué insiste Suiza en solicitar su extradición y por qué el Ministerio Fiscal español llegó a solicitar su prisión provisional incondicional el pasado 5 de abril?

R. Yo ya me sentía seguro en España. Empezaba a acudir a actos públicos, como cuando me detuvieron. Hasta el punto de que en octubre pasado coincidí en Madrid en un congreso de detectives privados con los ministros de Justicia [Rafael Catalá] y del Interior [Juan Ignacio Zoido]. Por eso me sorprendió que el fiscal solicitara para mí prisión incondicional.

Suiza atrae las inversiones para que haya fortunas que obtengan una optimización fiscal, y eso va en contra de los intereses de España

Ahora, Suiza aprovecha la posición de debilidad de España, que sufre problemas internos graves por la situación en Cataluña, para intentar mi extradición. No solo es el Gobierno el que está débil, sino también la Justicia por esta problemática interna. Pero es una barbaridad porque cualquier estudiante de primero de Derecho sabe que no se pueden juzgar dos veces los mismos hechos [‘non bis in idem’]. Esto juega a mi favor, porque a mí me condenaron en Suiza por un delito político a cinco años de prisión, por 'espionaje económico', porque no sabían qué hacer con mi causa. Esto que pasa ahora lo refrenda: la nueva petición de extradición no se sustenta en la ley, sino que ellos esperan a que un país europeo como España, que goza de un gran sistema legal, esté en una situación de debilidad política para volver a la carga.

Los intereses de España y Suiza son antagonistas. Por decirlo de una forma suave, Suiza atrae las inversiones para que haya fortunas que obtengan una optimización fiscal, y eso va en contra de los intereses de España como Estado. Por esta razón, incluso en un momento de debilidad interna, es necesario tomar decisiones acertadas que no vayan en contra de la legalidad. Suiza usa Interpol para aprovechar brechas jurídicas en momentos en que un Gobierno como el español está debilitado y le falta profundidad en su estrategia política.

P. ¿Quiénes son 'ellos'? [Mientras Falciani colaboraba con la Hacienda francesa para identificar a los evasores fiscales galos, el fiscal de Niza que llevaba su caso, Éric Montgolfier, recibió en 2009 una notificación de un alto funcionario de la Justicia suiza en la que se decía: “Perjudicar a HSBC es igual a perjudicar a Suiza”]

R. Por un lado, está la gran banca, principalmente HSBC, que no ha sido condenada en Suiza pero que sí tuvo que pagar en 2012 casi 2.000 millones de dólares de multa en Estados Unidos tras una investigación en el Senado que demostró, gracias a mi trabajo, que había ayudado a blanquear dinero de narcotraficantes o mecenas del terrorismo. Son demasiado grandes para ser juzgados y se sitúan en una zona gris que les permite llegar a pactos con los estados y seguir su actividad económica. Luego están las autoridades suizas que, en connivencia con la banca, intentan reescribir la realidad hasta el punto de que recibo una sentencia política.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

P. Desde que tuvo que salir del banco HSBC a finales de 2008 porque descubrieron que estaba sustrayendo información hasta que recibió la sentencia en firme de cinco años de prisión en 2016, tuvieron tiempo para encontrar muchas pruebas de sus supuestos delitos.

R. Como decía el juez italiano Giovanni Falcone, asesinado por la Mafia, primero echan todo tipo de fango sobre tu persona para desprestigiarte y matarte socialmente y luego te liquidan físicamente. A él le pasó lo que auguraba. Conmigo han intentado lo mismo, pero al final solo han logrado una sentencia política a pesar de que un Estado como Suiza o HSBC tienen muchos medios a su alcance. Ahora usan compañías para lavar su imagen solo con el fin de reescribir la historia.

P. Hablando de arrojar fango sobre su persona, se ha escrito en varias ocasiones que usted y su compañera del HSBC en Ginebra Giorgina Michael intentaron vender los datos de la lista Falciani en Líbano antes de ser descubiertos. ¿Intentaron hacer negocio con esa información antes de colaborar con las autoridades de Francia, España y otros países?

R. ¿Qué opinas tú? Conoces mi trayectoria. He estado luchando contra el fraude y la corrupción incluso cuando estaba trabajando en el sistema bancario. Uno de mis primeros trabajos para HSBC en Montecarlo fue desvelar un fraude a tres bandas de millones y millones de dólares en los años 2000 y 2001. Nada de eso es verdad, solo buscan desprestigiarme, es tremendo.

Precisamente ahora estoy trabajando en la inmutabilidad de los datos que nos ofrece una herramienta como Blockchain. Me parece muy interesante porque esto va a permitir hacer la trazabilidad de los datos y descubrir su origen y su desarrollo. Si esta tecnología hubiera llegado antes, yo hubiera podido demostrar mis intenciones y cómo funciona el sistema bancario que me ha condenado. También el sistema financiero ha generado ‘fake news’ sobre la lista Falciani, hasta el punto de que los periodistas y los jueces ya no tienen informaciones de referencia de fácil acceso. Eso lo sufrí en mi juicio, el juez empezaba a no poder seguir bien la trazabilidad de los datos y diferenciar entre los infundios y los hechos reales.

El nuevo mundo 'offshore' es el de las criptomonedas, que disfruta de un vacío jurídico brutal. Se trata de los nuevos paraísos fiscales

P. Tiene una buena relación con Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, y está colaborando con varios proyectos de esa formación política, ¿cierto?

R. Cierto. Pero yo estoy solo, trabajo en proyectos con la gente que adopta una posición contra la corrupción y el fraude, no miro el color del partido. Me he reunido con políticos del PSOE y de Ciudadanos, estoy seguro de que tenemos valores que compartir, pero no toman posiciones más allá del discurso. En el camino nos encontramos Podemos y yo.

Por ejemplo, estoy trabajando con Joan Llinares, director de la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Generalitat Valenciana [el Gobierno se sustenta en un acuerdo entre el PSPV, Compromís y Podemos]. Les asesoro en el uso de herramientas informáticas que les ayuden a detectar mejor el fraude. ¿Por qué? Porque Joan Llinares adopta una posición clara.

Sé que las administraciones no tienen dinero suficiente. Así que las asesorías que cobro para sobrevivir las hago con empresas privadas

He de decir que nunca cobro honorarios cuando trabajo para las administraciones públicas, tampoco en este caso. Ni siquiera cuando colaboré con Francia y España en el caso del HSBC o cuando ayudé al Ayuntamiento de Barcelona a mejorar sus procesos de licitación de contratos. Además, siempre intento que haya universidades públicas involucradas en los proyectos en favor de la ciudadanía. Ahora trabajo, por ejemplo, con la Universidad Politécnica de Valencia o la Universidad de Alicante. Así, el capital de conocimiento generado se queda en el mundo académico. Es lo que llamo la resistencia de las redes de trabajo lo que fortalece la ciudadanía.

A mí me gusta cobrar cuando trabajo, pero sé que las administraciones no tienen dinero suficiente. Así que las asesorías que cobro para sobrevivir las hago con empresas privadas.

P. En una reunión anterior, hablamos de nuevos mecanismos de fraude digital...

R. Sí, hemos detectado millones y millones que se mueven en el mundo digital a través de las criptomonedas. Estamos elaborando un informe con Baltasar Garzón y otras personas sobre cómo el bitcoin y otras criptomonedas son el nuevo mundo ‘offshore’. Funciona igual. Hemos visto un ejemplo de cómo dos mineros de datos de Alemania e Italia consiguieron a través de una plataforma de ‘crowdfunding’ [micromecenazgo] para criptomonedas hasta 135 millones de dólares en un solo mes. Y usaron a dos chicos españoles como testaferros. Es un mundo nuevo que disfruta de un vacío jurídico brutal. Se trata de los nuevos paraísos fiscales.

Hervé Falciani (Montecarlo, 1972) recibe a El Confidencial en una localidad del levante peninsular. Por seguridad, prefiere que no se cite el nombre del pueblo donde se asentó en febrero pasado. Allí vive confinado desde que el magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea dictara hace unos días medidas cautelares contra él por una orden internacional de detención y extradición emitida por Suiza. No puede salir del término municipal sin autorización expresa de un juez.

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