Ferraz deja en el aire que la defensa de la moción de Gabilondo recaiga en Franco
Ábalos dice que hay que ir "paso a paso" y que ya decidirá el grupo en la Asamblea quién presenta al candidato. El número tres emplaza a Cs a que dé libertad de voto a sus diputados regionales
Ferraz mantiene su confianza en su líder en Madrid, José Manuel Franco, y no cree que deba dimitir por haber engordado durante ocho años su currículum (de 1995 a 2003), al aparecer en su ficha como diputado en la Asamblea regional que era licenciado en Matemáticas, cuando no lo era. Pero también cree que no tenía por qué hinchar sus méritos, ni cree que deba hacerlo ningún parlamentario. Ahora no le manifiesta su respaldo explícito para que sea él quien defienda en el pleno la iniciativa y presente al candidato alternativo a Cristina Cifuentes, Ángel Gabilondo. Esa es un decisión, apunta la dirección federal, que debe despejar el grupo parlamentario y la cúpula madrileña.
José Luis Ábalos, el número tres de la ejecutiva de Pedro Sánchez, sorprendió este viernes al mostrarse más tibio y prudente respecto a Franco cuando se le preguntó si Ferraz entiende que pueda estar "invalidado" para defender en el pleno la moción de censura o para integrar incluso un hipotético Gobierno regional presidido por el exministro Ángel Gabilondo. "Paso a paso. Cuando se debata, ya decidirá el grupo parlamentario quién interviene", dio como primera respuesta, partiendo de la base de que la primera incógnita que se tiene que despejar es si llega o no a pleno la iniciativa, puesto que en caso de que Cifuentes dimita, la moción decae automáticamente.
La lógica llevaba hasta ahora a pensar que fuese Franco quien presentase en el pleno al candidato Gabilondo. Él es el portavoz adjunto en el grupo (esto es, su número dos) y el secretario general del PSOE-M. Y fue también él quien encabezó el registro de la iniciativa en la Asamblea de Madrid. Ábalos, sin embargo, derivó la decisión de quién deba tomar la palabra antes que el candidato a la federación.
El secretario de Organización federal apuntó que él nunca ha dicho que el caso de Franco no sea "nada grave". "Yo no creo en la necesidad de falsear el currículum de nadie. Si uno es diputado, ¿para qué quiere adornar más? ¡Si ser diputado no es nada fácil, es la carrera más complicada que hay! Yo no entiendo nada. Mi ficha [en el Congreso] está clara: maestro, porque poner 'profesor de EGB' ya es incomprensible, nadie sabría qué es esto. Y además todo el mundo diría 'qué antiguo eres, tío'". Pero Ábalos también insistió en la idea de que no es comparable la "irregularidad" de Franco —así lo llamó él este jueves— con el caso máster, porque no comparte utilizar "pistolitas de agua frente a tanques", frente a un escándalo tan mayúsculo, como hace el Partido Popular.
Ábalos insiste en que no hay necesidad de "falsear los CV" y menos si se es diputado, pero dice que no hay que usar "pistolitas de agua frente a tanques"
Para la dirección federal, los populares atacan al jefe del PSOE-M "para quitar gravedad" al caso que afecta a la presidenta autonómica, o para decir que "todo es horrible o todo está mal". Vamos, que Ábalos (y el PSOE) se opone a que se encienda el ventilador y se diga que todos los políticos son iguales. No ocurre eso con Franco, recordó, porque él mismo rectificó ese error en su currículum en 2003, y "no provocó daño a terceros". Cifuentes, en cambio, "más allá de mentir en sede parlamentaria, ha arruinado carreras docentes", ha supuesto el cuestionamiento de los títulos expedidos por la Universidad Rey Juan Carlos, ha manchado el nombre de la propia institución. "Y hablamos de un presunto delito de falsedad documental".
"Equidad en el tratamiento"
Ábalos equiparó el caso de Franco con otros del PP, como el del líder del PSOE andaluz, Juanma Moreno, o el de Tomás Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social, que también hincharon sus currículums. "Un poco de equidad en el tratamiento —rogó—. No es que no sea grave, pero el reproche moral no puede trasladarse al ámbito de lo penal". "No sé si [el líder regional] infló o no su CV, lo único que sé es que lo corrigió y que a mí, con carácter general, no me parece bien presentar CV que no sean propios". Ayer mismo, el número tres achacó la actuación de su dirigente madrileño a la "vanidad".
Desde la dirección subrayan que la confianza en Franco está intacta, pero no quieren inmiscuirse en el PSOE-M para que no se vea como tutela
Se preguntó al secretario de Organización federal si, más allá de lo que decida el PSOE-M, él cree que Franco legítimamente puede defender a Gabilondo en el pleno que debata la moción. De nuevo evitó mojarse. "Lo decidirá el grupo llegado el caso" y para eso, recordó, ha de seguir adelante la iniciativa, para lo cual Ciudadanos ha de estar "a la altura". Fuentes de la dirección precisaron después que la confianza en Franco sigue intacta, y que por supuesto se le considera válido para presentar al exministro en la Asamblea. Añadieron que Ferraz considera que no debe inmiscuirse en las decisiones que adopte su federación madrileña, precisamente para que no se interprete como una tutela a la cúpula regional.
La dirección del PSOE-M acogió con cierta sorpresa las palabras de Ábalos, aunque indicaban que la interlocución de Franco es con su homólogo, con Sánchez, y no con el número tres, y hasta ahora el secretario general le ha manifestado su confianza y en ningún caso le ha pedido que dimita. Fuentes del partido en Madrid sí coincidieron en que la decisión final de quién intervendrá en el pleno para defender la moción —si es que esta llega— se tomará más adelante, y la adoptarán la dirección y el grupo, y se acoplará a las circunstancias, aunque sí hay una mínima idea ya pensada: Gabilondo ya trasladó a la dirección del grupo el lunes pasado que quería tomar la palabra en los dos turnos, para hacer la crítica al Ejecutivo de Cifuentes en el primero y para presentar su programa de gobierno en el segundo.
Franco tiene intención de ser él el que intervenga en el primer turno en caso de que Gabilondo decida finalmente no tomar la palabra en las dos ocasiones
Sin embargo, si al final el candidato decidiera que otro diputado del PSOE-M le presentara, Franco empujará para ser él. Es decir, que si no defiende la moción Gabilondo, será el líder de la federación quien lo haga por él. Ese es al menos el aviso en la cúpula regional, según confirman a este periódico. Entienden que es lo lógico, porque Franco es el portavoz adjunto en la Asamblea, es el jefe regional y además existe el precedente de 2017, en la moción de Podemos: la candidata era la portavoz, Lorena Ruiz-Huerta, pero la introdujo el secretario autonómico y senador, Ramón Espinar.
"Responder a su electorado"
Cuando el PSOE pide a la formación naranja que esté "a la altura", se refiere a que apoyo la moción de Gabilondo, para hacer verdad su propósito "regenerador" de la democracia. Este viernes, la dirección fue un paso más allá en su estrategia de presión a Albert Rivera: Ábalos le pidió que dé "libertad de voto a sus diputados" en la Asamblea de Madrid, que les deje actuar "en conciencia".
A los socialistas solo les falta "un solo voto" para alcanzar la mayoría absoluta, que es la que se requiere para echar a Cifuentes del Gobierno autonómico. "Un voto por la decencia", un voto al "cambio higiénico y renovador". Así Cs "podrá responder a su electorado", indicó. Hacía así alusión a la encuesta encargada por Ferraz que desvela que el 52,3% de los votantes naranjas respaldan la moción de censura.
Que dejen la posición "vacilante"
Los socialistas no están haciendo un "llamamiento a la insurgencia o a la indisciplina" de los parlamentarios naranjas. Su mensaje, explicó el número tres, apela a la dirección, para que permita que los diputados voten como quieran. "Es el sentimiento de la sociedad madrileña", abundó. Por eso remarcó a Cs que debe abandonar su posición "vacilante" y "tacticista". El PSOE ya entiende que es "duro para un partido de derechas como Cs tener que mandar a la oposición a otro partido de derechas". Pero "la ética de la responsabilidad", argumentó, lleva a veces a tener que "superar afinidades ideológicas". Y eso es lo que sucede aquí, razonó, puesto que se trata de una cuestión de "emergencia democrática y moral" en la Comunidad de Madrid, ya que al escándalo del máster de Cifuentes sigue al estallido de varios casos de corrupción.
El PSOE remarca que no busca "rédito" electoral en el caso Cifuentes: ha hecho lo que tenía que hacer, porque es una "exigencia de la ciudadanía"
El sondeo que obra en poder de Ferraz indica, sin embargo, que quien más rentabiliza el descalabro de los populares en la región es Ciudadanos, y no tanto el PSOE, aunque avanza. Ábalos respondió que su partido no busca "rédito" en este caso, pero sí que al menos no se le reproche no haber estado "a la altura de las circunstancias" o no haber tomado la iniciativa. No haberlo hecho habría supuesto un "reproche social considerable". "No hay otra, es una exigencia de la ciudadanía [...]. Hemos hecho lo que teníamos que hacer [...], y cuando obras con convicción y actúas con coherencia, es normal que ganes confianza", remachó, invitando a Cs a actuar con responsabilidad y apoyar a Gabilondo y, si no son "capaces", que dejen a los diputados votar como deseen.
🔴 @abalosmeco Unas nuevas elecciones solo mantendrían vivo el conflicto territorial. Sometería Catalunya a la ingobernabilidad. pic.twitter.com/HQGT3b2Hmv
— PSOE (@PSOE) 13 de abril de 2018
La cúpula también se felicita de la batería de medidas [aquí en PDF] adoptadas por la Universidad Rey Juan Carlos para salvar su prestigio y castigar a los responsables del supuesto fraude. Entre ellas, la suspensión del director del máster que teóricamente cursó Cifuentes, Enrique Álvarez Conde, o la posibilidad de que se anule el título a la presidenta si hay sentencia firme. "Cabe celebrar que alguien tome decisiones" aparte de la moción socialista, alegó Ábalos.
El "chantaje" de los soberanistas
Además del caso Cifuentes, durante la comparecencia del secretario de Organización estuvo muy presente Cataluña. Los socialistas ven cada vez más cerca una repetición de los comicios, arrastrados los soberanistas por los deseos del 'expresident' Carles Puigdemont. "Cada vez nos vamos acercando más a nuevas elecciones", es la "estrategia que se está abriendo paso", dada la voluntad de los independentistas, adujo, de seguir tensionando las costuras del Estado: el propósito es mantener "vigente" el conflicto, someter al Estado a un "chantaje permanente", y a eso también responde la propuesta sucesiva de candidatos a la investidura "inviables". Como "chantaje" es, a su juicio, que la mayoría secesionista de la Mesa del Parlament aprobara este viernes interponer una querella contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por presunta prevaricación.
Los socialistas dan por hecho que habrá nuevas elecciones en Cataluña y reprochan al Gobierno y sobre todo a Cs su pasividad para salir del bloqueo
En ese escenario de nuevas elecciones, ¿debe ser Miquel Iceta el candidato del PSC? "Políticamente" el PSOE "no tiene nada que decir, pues el PSC es una formación "autónoma" que tendrá que decidir en su momento si él es de nuevo el cabeza de cartel (y así será). Pero Ábalos también quiso evidenciar su respaldo personal, y de manera explícita, cosa que podía haber hecho con Franco, y no hizo. "Apoyo cien por cien al compañero Miquel, como primer secretario, como candidato, y para lo que haga falta".
🔴 @abalosmeco En Catalunya hacen falta posiciones realistas y candidatos viables. Y respetar la separación de poderes. No se puede poner en tela de juicio el funcionamiento de la justicia. Y mientras, el gobierno sigue sin hacer nada. ¿Y Ciudadanos, que ganó las elecciones?
— PSOE (@PSOE) 13 de abril de 2018
Frente a ese panorama de bloqueo, Ábalos criticó que Cs no haya planteado "ninguna iniciativa" ni haya abierto ninguna mesa de diálogo con el resto de fuerzas constitucionalista, e incluso le afeó que no hubiera facilitado que el PP dispusiera de grupo propio en la Cámara catalana por "pura soberbia". "Quienes ganaron las últimas elecciones no han hecho más que decepcionar", sostuvo el número tres. El dirigente no quiso concretar qué ha de hacer Inés Arrimadas, porque es tarea del partido decidir cuál es su tarea. "Pero si no sabe lo que tiene que hacer, peligro". En su opinión, los naranjas deben responder a las "expectativas generadas" y articular una respuesta común a todos los constitucionalistas, puesto que lo que les separa es menos que lo que les une, que es la integridad del país y la defensa de la Constitución y de las leyes. La única línea roja que no franquearán los socialistas es apoyar a la investidura a un candidato independentista.
Pero el PSOE también apremia al Gobierno a que actúe. El partido de Sánchez sigue creyendo que la única salida posible es la vía política, la construcción de un renovado pacto de convivencia a través de la reforma de la Carta Magna.
Ferraz mantiene su confianza en su líder en Madrid, José Manuel Franco, y no cree que deba dimitir por haber engordado durante ocho años su currículum (de 1995 a 2003), al aparecer en su ficha como diputado en la Asamblea regional que era licenciado en Matemáticas, cuando no lo era. Pero también cree que no tenía por qué hinchar sus méritos, ni cree que deba hacerlo ningún parlamentario. Ahora no le manifiesta su respaldo explícito para que sea él quien defienda en el pleno la iniciativa y presente al candidato alternativo a Cristina Cifuentes, Ángel Gabilondo. Esa es un decisión, apunta la dirección federal, que debe despejar el grupo parlamentario y la cúpula madrileña.