Arranca el Consejo Fiscal más 'progre': "No somos un instrumento del Ministerio"

El nuevo consejo fiscal se estrena hoy. La sesión constitutiva marcará el arranque de la andadura de este órgano consultivo que representa a toda la carrera y que, por primera vez, cuenta entre los nueve miembros que se eligen mediante la votación directa de sus compañeros, con cuatro representantes de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) frente a cinco de la conservadora Asociación de Fiscales (AF). Uno de los principales objetivos del recién estrenado órgano es cambiar la percepción que la sociedad tiene de los propios fiscales. "No somos un instrumento del Ministerio de Justicia ni una de sus direcciones generales", describe el que fuera presidente de la UPF Álvaro García, que resultó el candidato más votado de todos.

El resultado histórico retrata un consejo con fuerzas casi equiparadas y en el que la diferencia de un miembro se reduce a la vista de número de apoyos. Solo un centenar de papeletas separa a una asociación de otra. Los cuatro representantes, uno de ellos admitido in extremis después de que se subsanara un error informático en el recuento, se enfrentan al reto de mantener abierto un camino que ya iniciaron sus compañeros en el anterior consejo, agitado durante la última etapa por polémicas como la que salpicó al ex fiscal jefe Anticorrupción Manuel Moix.

Según explica García a El Confidencial, la Unión se ha marcado para este periodo el objetivo de que el órgano se convierta en un consejo para todos los fiscales, sea cual sea su color e ideología. Que sirva de altavoz de las reivindicaciones de la carrera y ejerza un contrapeso a las amplias atribuciones de las que goza el fiscal general que debe escuchar el criterio de los que lo forman. Solo escuchar, ya que sus atribuciones son meramente consultivas.

Otras de las elegidas para el nuevo consejo es la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado, coordinadora de yihadismo, describe el nuevo órgano que se renovará mañana con tres adjetivos: democrático, equilibrado y transparente. Las dos primeras características ya se han generado en el camino recorrido hasta aquí, hasta la etapa que se abre hoy, y la tercera quedará marcada por su forma de actuar en que esperan que se prime la búsqueda de soluciones válidas para todos.

Contrapeso al fiscal general

El panorama actual es el siguiente. El fiscal general tiene la capacidad de nombrar fiscales para determinados cargos, una capacidad ejecutiva directa, también puede dictar órdenes o disposiciones generales o particulares y está a cargo de las acciones disciplinarias, incluyendo la imposición de sanciones. El único órgano capaz controlar todo eso es el consejo fiscal, aunque sólo sea informando y logrando que esas decisiones sean públicas y estén motivadas.

"La sociedad tiene que entender que los fiscales somos independientes. Al fiscal general lo nombra un Gobierno pero los fiscales somos independientes", dice Álvaro García y apuesta por demostrarlo aunque sea gracias a que se les escuche. La presencia en el consejo no está remunerada y sus integrantes no disponen de capacidad exclusiva ni parcial. Tienen que compaginarlo con sus responsabilidades en sus respectivos servicios.

"Estas elecciones han sido diferentes a otras. Se percibe en la carrera un hartazgo enorme. La capacidad de absorber que tiene el Ministerio de Justicia e incluso la propia Fiscalía General se hace insoportable y hay que cambiar esas dinámicas", avisa mientras expresa su confianza en que en este empeño todo el consejo, los de un lado y los de otro, van a tener a toda la carrera detrás.