El Congreso homenajea a Chacón, la mujer "valiente" y "luchadora" que rompió barreras

"Carme estaría emocionada si viera esta sala del Congreso con tantas caras amigas".

Las había. Allí, en la sala Ernest Lluch de la Cámara Baja, se daban cita políticos de todos los grupos. Amigos del partido y de fuera de él, unidos para recordar a una mujer "valiente", "luchadora", que supo romper techos de cristal, o "de hormigón armado", que abrió caminos. Carme Chacón. Un año después de su súbito fallecimiento, a causa de una cardiopatía congénita, el Parlamento, la que fue su casa tantos años y la que, como decía su madre, Esther Piqueras, "marcó su vida política", le rendía tributo. Recordaba su figura, como política socialista, como amiga, como madre, como hija, como adversaria. Su rápido ascenso en la escalera del poder, su paso por la universidad como docente, su "lealtad inquebrantable" y hasta su sonrisa "imbatible".

10 de abril de 2018. 366 días después de la marcha, a sus 46 años, de la exministra, el PSOE ejercía de anfitrión en el primer aniversario de la despedida. Con la popular Ana Pastor, la presidenta del Congreso, como maestra de ceremonias, y con José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez, Miquel Iceta, Margarita Robles y Esther Piqueras como intervinientes. Una sala atestada, repleta de rostros conocidos. Ministros (Dolors Montserrat), exministros —su gran amiga Leire Pajín, Cristina Narbona, Beatriz Corredor, Juan Fernando López Aguilar, Fran Caamaño—, ex altos cargos de los Ejecutivos socialistas... y diputados y dirigentes de todos los grupos parlamentarios. Muchos socialistas, pero no solo ellos. También estaban allí Rafael Hernando, Jorge Fernández Díaz (PP); Irene Montero, Gloria Elizo, Marcelo Expósito, el exJemad Julio Rodríguez (Podemos); José Manuel Villegas, Juan Carlos Girauta, Nacho Prendes (Ciudadanos); Joan Tardà (ERC), Aitor Esteban (PNV); Carles Campuzano, Jordi Xuclà (PDeCAT) o Carlos Salvador (UPN). Y no faltaron, claro, sus padres, Esther Piqueras y Baltasar Chacón; su hermana Mireia, o grandes amigos como María Torres, la expresidenta del PSOE andaluz Amparo Rubiales, los exdiputados Teresa Cunillera y Germán Rodríguez o los parlamentarios José María Barreda o Pepe Zaragoza.

El Congreso se volcó este martes con Chacón, con la exministra de Vivienda y Defensa (2007-2011), con la vicepresidenta primera de la Cámara (2004-2007), con la mujer que luchó "contra su cuerpo" y por sus principios.

Ministros, exministros como Pajín, Caamaño, López Aguilar o Narbona, excargos, familiares y diputados y dirigentes de varios partidos se dan cita

Porque todos los oradores hicieron hincapié en ese espíritu combativo de la dirigente catalana. Primero, para superar la cardiopatía con la que nació y que intentaba olvidar, obviar, anular. Hizo deporte, se sumó al frenesí de la política, quiso ser madre y lo fue —del pequeño Miquel, en 2008—, pese a la advertencia de los médicos. "Su vida desmentía la enfermedad. Su muerte la confirmó por sorpresa", decía el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Pero también se empeñó en buscar una "sociedad mejor". "Hay padres fundadores y hay buenos arquitectos de una obra colectiva, y Carme está en ese grupo reducido de personas que han hecho una contribución incuestionable al futuro de España", reivindicó el expresidente Zapatero, quien proclamó su orgullo "íntimo, humilde y legítimo" por haber tenido entre sus colaboradores a figuras como Chacón o al exministro José Antonio Alonso, fallecido poco antes que ella, en febrero de 2017. Ambos, dos personas "sin tacha alguna", un valor nada menor en tiempos de cuestionamiento de la política y de los políticos. "A ninguno de los dos se le recordará por un exabrupto sino por haber contribuido al respeto a la tolerancia y a la convivencia con mayúsculas", invocó.

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"Valía transformadora"

La "tristeza" que inundó a los socialistas por la desaparición de una mujer como Chacón, se hace "muy llevadera", dijo Zapatero, por el "reconocimiento prácticamente unánime" que se le ha dispensado, y eso "es más fuerte y más grande que cualquier dolor". Su vida "fue intensa, productiva, grande", ella "sabía ser leal a todo, al PSC y al PSOE, y no es fácil", era una persona de "lealtad inquebrantable", con una enorme "valía transformadora". "La queremos y la querremos, la recordamos y la recordaremos, nos quedamos y nos sumamos a esa sonrisa imbatible de nuestra Carme Chacón", subrayó el expresidente, quien quiso asimismo agradecer la presencia y el apoyo de los dos generales que trabajaron a las órdenes de la extitular de Defensa, Félix Sanz (hoy director del CNI) y Julio Rodríguez (dirigente de Podemos).

Pastor: era "persona vitalista, serena, de sonrisa franca", "aliada de todas las mujeres, a la hora de derribar barreras mentales y fácticas"

Las palabras de Zapatero, emocionadas, tocaron el corazón de muchos. Como las de Ana Pastor. La exministra fue una mujer "valiente", "luchadora", una "servidora pública honesta", una "persona vitalista, serena, de sonrisa franca", "aliada de todas las mujeres, a la hora de derribar barreras mentales y fácticas". "Peleó y sirvió de inspiración para que las mujeres accediesen a esa habitación propia de la que hablaba Virginia Woolf", de la que Chacón era una devota lectora. Era "una madre feliz", una "mujer inteligente, con empatía, y no un cardo borriquero", con "dotes naturales excepcionales", "valiosa", que dejó su "impronta" desde la Administración, y que como ministra de Defensa apostó por la "modernización" de las Fuerzas Armadas y por una mirada más internacional. Chacón, subrayó la dirigente popular, ejercía la "política noble y constructiva" y "es un nombre imprescindible en el libro de españoles ejemplares".

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La "España que merece ser contada"

Sánchez la tuvo en su ejecutiva, en su primer mandato (2014-2016), pero no fue una de sus personas de confianza. Quizá por ello, y por su carácter habitual, despachó el homenaje con un discurso más frío, leído, pero en el que repasó los logros de la ministra y la importancia de su legado. Las icónicas imágenes de Chacón embarazada pasando revista a las tropas, recordó, dieron la vuelta al mundo, y representaban esa España que "ganaba la modernidad".

Sánchez glosa la "firmeza" de sus convicciones y su capacidad para romper un "techo de ormigón armado en la lucha por la igualdad de las mujeres

El líder del PSOE glosó su "firmeza" en sus convicciones democráticas, su catalanismo, su capacidad para "romper no un techo de cristal, sino de hormigón armado en la lucha por la igualdad de las mujeres". "La movilización histórica del pasado 8 de marzo debe mucho de su éxito a la determinación, al compromiso y la lucha de mujeres como ella", abundó. Chacón, siguió, pertenece a esa "España que merece ser contada, que lucha por la justicia social y la igualdad, la que no permitirá nunca que le arrebaten las libertades que tanto le costó alcanzar". "Esa España que se sacude mil complejos del pasado y que tanto debe a personas como Carme, siempre en la vanguardia". Por eso, su "inmensa huella" no se olvidará.

Tanto Sánchez como Iceta hicieron referencia a las posiciones que sobre Cataluña la exministra defendió, y por las que tanto los socialistas le echan en falta. "El catalanismo de Carme es una apelación a la pluralidad de la sociedad catalana y a su encaje posible en una España orgullosa de su diversidad", subrayó el jefe del PSOE. "Carme era una mujer de leyes, del Derecho [...] —evocó el primer secretario—. Pero hoy recordaría que la política está para resolver problemas. Y hablaría del diálogo". Igual que a los catalanes ella querría persuadirles de la importancia de seguir unidos a España, también buscaría convencer a los españoles "de la necesidad de tener una España en la que Cataluña se sintiese cómoda". "España y Cataluña, el PSC y el PSOE estarían mejor con ella, porque tendríamos su consejo. Y si la tuviéramos, podríamos acertar más y hacer bien las cosas", añadió.

Piqueras, que recibió un gran ramo de rosas de manos de Margarita Robles en recuerdo de su hija, agradeció a todos los asistentes el homenaje en el Congreso, una institución que sentía como "su casa", que "marcó su vida política", donde "dio lo mejor de sí misma", donde "pasó unos de sus mejores años" y pudo trabar amistad con políticos de su bancada, como Leire Pajín, María Teresa Fernández de la Vega o Tere Cunillera, o de otros grupos, como la popular Alicia Sánchez-Camacho. "Nos queda su legado, su ejemplo de vida, y eso nos da fuerza", señaló, visiblemente emocionada. Ella también rememoró cómo Chacón luchó "con valentía" para romper "techos de cristal" y superar "afrentas", y cómo dejó una "huella" en la política de España. "Siempre trabajó por el bien común, aunque quizás no acertara siempre".

El acto funcionó como una pequeña catarsis para el PSOE. Un tributo unitario y sentido hacia una de sus mujeres imprescindibles y que marcó historia. "Ha salido muy bien", decía un satisfecho Zapatero a la salida. Y eso que retumbaban algunas ausencias, como la de Alfredo Pérez Rubalcaba, enemigo íntimo de Chacón y a la que batió, por solo 22 votos, en el congreso de 2012 en Sevilla. El cónclave en el que la exministra tocó con la punta de sus dedos el liderazgo del PSOE. No lo logró. Su victoria quizá habría cambiado la historia de su partido y del país.

Sánchez sigue presionando a Cs y le pide que le preste un diputado para tumbar a Cifuentes

La política sigue girando, y este martes todos los focos los sigue copando Cristina Cifuentes. Pedro Sánchez hizo unas breves declaraciones a los periodistas antes del acto de homenaje a Carme Chacón en la sala Ernest Lluch del Congreso. Y aprovechó para seguir presionando a Ciudadanos, para que dé su apoyo a la moción de censura encabezada por Ángel Gabilondo y se pueda así echar a la presidenta regional tras el escándalo del caso máster. 

"Estamos ante el fin de una época en la Comunidad de Madrid y le pediría a Rivera que fuera coherente y consecuente, que si de verdad vamos a regenerar la vida democrática en este país empecemos por la Comunidad de Madrid", sostuvo. Sánchez recalcó que al PSOE solo le hace falta un escaño para sacar adelante su iniciativa, puesto que su grupo (37 diputados) y Podemos (27) suman 64 asientos, uno menos de la mayoría absoluta requerida. Con ese apoyo de un escaño se podría investir a Gabilondo, una persona "intachable, independiente, con un currículum y un sello de ejemplaridad". 

A los socialistas no les vale con el reemplazo de Cifuentes por otro diputado popular, como pretende Cs, pues "un nuevo escándalo de corrupción del PP en Madrid no se puede resolver con más PP en Madrid". Investir a Gabilondo permitiría ofrecer a Madrid la "oportunidad" de "cerrar la etapa negra de 25 años del Gobierno del PP", para que luego los ciudadanos elijan en 2019 a quién quieren en la Puerta del Sol, sede del Gobierno autonómico, informa Europa Press.